Posts categorized “Pablo Romero Gabella”.

LITERATURA, MALA. De la serie «RECORTES», Nº 109. Por Pablo Romero Gabella

 

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Plansone Duty Free Project

Pascale Marthine Tayou

2006

[Foto: LGV 2015]

 

«La literatura y el mal me reveló un aspecto de la literatura que yo creo que existe y que Bataille vio maravillosamente: que en la literatura se expresa algo que sólo se puede expresar en la literatura. Él decía que esos fondos reprimidos que permiten la vida en sociedad, todo aquello que si tuviera derecho de ciudad provocaría hecatombes, catástrofes, haría que nos matáramos todos, ciertos instintos, deseos que están ahí y no podemos erradicar sumidos en el fondo de nuestra personalidad, encuentran en la literatura un camino privilegiado para expresarse. Sabiendo lo mucho que amo el Arte, el Demonio toma a veces la forma de la mujer más seductora, y con especiales e hipócritas pretextos, acostumbra mis labios a filtros degradantes.»

[Entrevista a Mario Vargas Llosa por Juan Cruz en Babelia, 24 de octubre de 2015/ Charles Baudelaire, «La Destrucción» en Las Flores del Mal, Madrid, 2009,pág. 219, traducción de Enrique López Castellón, 1ª edición en francés en 1857]

 

ROBESPIERRE EN LA MASÍA. De la serie «RECORTES», Nº 108. Por Pablo Romero Gabella

 

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(Foto: ODP. Portugal, 11 de octubre de 2015)

 

«¿Cuál es el objetivo hacia el que tendemos? Al gozo tranquilo de la libertad y de la igualdad. Al reino de esa justicia eterna, cuyas leyes han sido grabadas, no sobre mármol o piedras, sino en los corazones de todos los hombres, incluso en el del esclavo que los olvida y el del tirano que los niega.  Es decir, sustituir los vicios y las ridiculeces de la Monarquía por las virtudes y cualidades de la República. Queremos, en una palabra, realizar los deseos de la naturaleza, cumplir los destinos de la humanidad, mantener las promesas de la filosofía, absolver a la providencia del largo reinado del crimen y de la tiranía. Fundar una república es un pollo impresionante.»

[Maximilien Robespierre, «Acerca de los principios de moral política que deben conducir a la Convención Nacional», discurso del 5 de febrero de 1794, en Bernat Muniesa, El discurso jacobino en la Revolución francesa, Barcelona, 1987, págs. 89-80/ Declaraciones de Antonio Baños, diputado electo al Parlamento de Cataluña por las CUP, recogidas en Alex Gubern, «Los aliados de Mas, dispuestos a “montar un pollo político”», ABC, 17 de octubre de 2015]

 

EL RECORTE DE LA NOVELA. De la serie «RECORTES», Nº 107. Por Pablo Romero Gabella

 

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Laocoonte y sus hijos

(Detalle)

Yeso de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa

[Foto: Lorenzo del Término (Lisboa, 2015]

 

«En un ensayo titulado Tal vez soñar (1996), Franzen subraya la irrelevancia de la novela en el contexto de la cultura actual. En la era del entretenimiento, sometida al imperio de la imagen, los novelistas llevan todas las de perder. Buscando la manera de dar la vuelta a la situación, dio con una fórmula paradójica. “La única manera de avanzar es retroceder”, concluyó. La solución de los males de la novela contemporánea está en volver a los modelos insuperables de Tolstoi o Dickens. Conforme se adentra en el siglo XXI, su estilo va regresando al XIX. El narrador es el único ser totalmente libre de este mundo, el único que goza de un libre albedrío sin recortes que ejerce a voluntad.»

[Eduardo Lago, «Franzen, ¿el gran novelista americano?» y Santiago Roncagliolo, «El provocador jubilado», ambos en Babelia, 10 de octubre de 2015/ Mario Vargas Llosa, La tentación de lo imposible, Barcelona, 2005, pág. 122]

 

«DELENDUM EST LIMONATO?» Por Pablo Romero Gabella

 

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13/06/2015

[Foto: Guadaíra-Información]

 

   El caso de ACM avanza con la imputación de tres trabajadores de dicha empresa municipal, que acerca el brazo flamígero de la ciega e imparcial Justicia al equipo de gobierno socialista. La reacción de nuestros gobernantes municipales no es otra que la de seguir el guión del caso ERE: la culpa de es de los de abajo, de los “mandaos”, que actuaron por su cuenta sin seguir directriz alguna del alcalde ni de sus delegados.  Responde a una patología del PSOE-A que debe ser tenida en cuenta: la negación de las responsabilidades políticas. El camino lo marcaron Viera, Zarrías, Griñán y Chaves. Se dijo en un principio que el caso ERE era cosa de “cuatro golfos”; ahora se dice que fue “una gran estafa”. La gran estafa andaluza, podemos afirmar. ACM se debió cerrar hace ya años, como pedía en su programa electoral de 2011 UPyD de Alcalá. El tiempo les dio la razón, porque no mucho después, ACM fue clausurada, eso sí en falso, por Gutiérrez Limones y sus trabajadores reubicados en otra parte de la constelación orgánica del mundo paralelo del Limonato.

   Pero la maquinaria propagandística del Limonato (con ello me refiero a una forma de gobernar, no a lo personal) ha respondido con unos grandes vinilos publicitarios en los autobuses urbanos: “Hemos llegado lejos, ahora queremos llegar alto”. Toda una declaración de intenciones…que bien podría  ser la línea de trabajo de la Fiscalía. Delendum est Limonato?

 

LA SANIDAD PÚBLICA: ÚLTIMO CUARTETO. Por Pablo Romero Gabella

 

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La visita al hospital

Luis Jiménez Aranda

1845-1928

 

En el comienzo eran dos: el médico y el paciente. Más adelante por aquello, que algunos seguimos llamando progreso, fueron uniéndose otros integrantes: primero el Estado y más adelante el complejo empresarial-farmacéutico. De dúo a cuarteto. La música comenzaba a sonar bien: sanidad pública «desde la cuna hasta la tumba», en palabras de uno de los creadores del Sistema Nacional de Salud Británico en 1945 (Ken Loach le ha dedicado un interesante documental —al que le sobra la soflama final del «empoderamiento»— titulado El espíritu del 45).

   En la España de la farsa democrática del turnismo de principios del siglo XX, se creó el Instituto Nacional de Previsión (INP). No era más que un remedo del ensayo del Estado del Bienestar que idearía Bismarck en la Alemania del II Reich. Eso sí, un sistema del bienestar con casco prusiano.

   En este sentido (y seguimos con señores que usan gorra de plato) en la España del Franquismo se fue urdiendo un cuasi sistema de seguridad social y de sanidad pública de carácter mutualista, que tuvo su mayor expansión en los años del desarrollismo final (y del landismo)  de los años 70. El médico del seguro sería su paradigma.

   La democracia que inauguró Suárez trajo el comienzo de un verdadero Sistema Nacional de Sanidad (SNS) y de los órganos e instituciones sociales públicas que regulaban unos ámbitos antes ignotos a la acción pública en nuestra nación: la asistencia y seguridad sociales. Nacía el Instituto Nacional de Salud (INSALUD).

   El desarrollo del Estado autonómico en las dos décadas finales del siglo XX conllevaría la descentralización de la aún púber sanidad pública española. De este modo fueron naciendo los 17 sistemas de sanidad públicos, los cuales hoy, por desgracia, padecemos (por cierto, buen nombre para un nuevo partido, sindicato o asociación). En esto estábamos cuando llegó la Gran Crisis de 2008. El Estado del Bienestar, que en otros países llevaba funcionando 50 años y en España apenas tres décadas, fue cuestionado muy seriamente por dudarse de su sostenibilidad financiera. Ya ni en la cuna y ni en la tumba. Los españoles nos vimos metidos en el vórtice autonómico y en el de las privatizaciones cada vez que pedíamos un número para nuestro médico, el del seguro. Del cuarteto hemos pasado, de nuevo, al dúo (en forma de copago, forma fina de decir a escote) o de un trío, según se mire el color autonómico que se padezca. Y contra ese mal no hay medicina que valga.

 

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«DE MEDICIS ET PROFESSORIBUS». Por José Manuel Colubi Falcó

¿GALENO, O PODENCO?. Suave diatriba de un (im)paciente dolido. Por Rafael Rodríguez González (2009)

 

EL «TIC» DE MARIANO. Por Pablo Romero Gabella

 

Emilio Castelar y Ripoll

1832-1899

Joaquín Sorolla y Bastida

1863-1923

 

Es cosa común referirse a Emilio Castelar como el mejor orador que pisó la Carrera de San Jerónimo. Tal fue así en su famoso discurso del 2 de enero de 1874 ante las Cortes de la I República. En dicho momento ponía a disposición del legislativo su cargo de Presidente de la República, que durante varios meses había sido investido, por las mismas Cortes, de poderes dictatoriales debido a la situación de caos en la cual vivía España. Como si fuera un Cincinato decimonónico dijo a sus señorías:  «Lo necesario, lo urgente es crear lo estable…, llamar a la eficacia a todos los partidos liberales a su seno, desposeerse del egoísmo que acompaña al poder para tornar la expansión infinita que ha menester la democracia, atraer a todas las clases, demostrando a unas que en ella el progreso es seguro, aunque pacífico, y a otras que en ella la necesidad de la conservación se impone con la más incontrastable de las fuerzas, con las fuerzas de toda la sociedad». Cuán diferentes son estas palabras a las de otro gran orador parlamentario, según palabras de Francisco Umbral, que disfrutando de la mayor mayoría absoluta de las posibles le dice al líder de la oposición: «No vuelva usted aquí a hacer y decir nada. Ha sido patético». El presidente Mariano Rajoy no ha podido evitar que el tic le haya salido, ese tic autoritario y que mira desde las alturas a los contrarios, que de adversarios pasan a ser enemigos, a los cuales se les niega el pan y la sal. Mariano se ha podemizado, ha adquirido ese tono eclesial (de Iglesias, me refiero) que nos recuerda a todo lo peor que se ha parido en la Carrera de San Jerónimo y cercanías.

 
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DE IMPUESTOS Y REYES: ALCALÁ DE GUADAÍRA Y EL EMPRÉSTITO FORZOSO DE 1865. Por Pablo Romero Gabella 2012

 

«TODOS LOS DEMÁS TAMBIEN»: EL CHAV-ISMO O LA POLITICA CHANDALERA. Por Pablo Romero Gabella

 

pompasdejabón M. Verpi (Granada 2013)

Como pompas de jabón

[Foto: Manuel Verpi . Granada 2013]

 

Yo te prometí hacer deporte 

pero era una mentira 

para robarte un tal vez

Andrés Calamaro

[Fragmento de «Todos los demás también»

del disco Honestidad brutal, 1999]

 

El joven historiador británico Owen Jones en su libro Chavs. La demonización de la clase obrera (2011, publicada en España por la Editorial Capitán Swing, Madrid, 2012), ponía en la centralidad de su análisis social a los «chavs». Un término que podríamos asimilar a nuestros «canis» sureños y que algunos engloban dentro del mundo «nini». Jóvenes de extrarradio (aunque también es significativa su rama rural) fácilmente reconocibles por su pelo corto, pendientes de brillantes, sus «oros», tatuajes y sobre todo, por su ropa deportiva, especialmente por sus «chándales» ( a ser posible blancos como los trajes de novias antiguas). Fueron la tropa de choque de las revueltas en los extrarradios parisinos y londinenses de hace unos años. Una especie de «lumpenproletariat» postmoderno, si nos ponemos un poco marxistas. Esta estética «chav» asociada a la sempiterna gorra deportiva de raigambre yankee ha alcanzado su institucionalización en la Venezuela chavista.

   En las elecciones de 2013 los candidatos a la presidencia (el chavista y luego vencedor: Maduro y el opositor Capriles) compitieron con ferocidad  por llevar el chándal donde se viera desde cien kilómetros, al menos, la bandera venezolana. Se trataba de demostrar «quién es más venezolano», o más bien, para demostrar quién era el más cercano al «pueblo», al sacrosanto pueblo. Por ello inundaron las pantallas con la exuberancia caribeña de sus atuendos en una guerra cromática que parecía anunciar el fin y, a la vez, la continuación de la lucha de clases. Porque de lo que se trataba con esta «política chandalera» era desterrar la idea de que la confrontación política era entre ricos y pobres, entre «bienvestidos» y «chandaleros». Parece que la herencia del «socialismo del siglo XXI» de Hugo Chaves, Cristo Redentor de los pobres y líder de la revolución bolivariana,  va a ser la instauración del chándal como prenda nacional. Realmente es sorprendente que no fuera exhibido en su lecho funerario con su chándal y su boina roja. Sin embargo, en España, a sus admiradores de PODEMOS no los hemos visto mucho por la labor de vestir chándal: ni Iglesias, ni Monedero y ni siquiera el púber Errejón ha aparecido con tal guisa.

   Podemos pensar que esta lucha simbólica es una versión tropicalizada del pensamiento orteguiano expuesto en «El origen deportivo del Estado». Un texto publicado en 1966 que decía: «la actividad deportiva como la primaria y creadora, como la más elevada, seria e importante en la vida, y la actividad laboriosa como derivada de aquélla, como su mera decantación y precipitado. Es más, vida propiamente hablando es sólo la de cariz deportivo, lo otro es relativamente mecanización y mero funcionamiento.» No obstante, dudo que tanto Maduro como Capriles partieran de las ideas de nuestro filósofo, más bien se inspiran en la tradición contracultural que nació a finales de los 60 en los campus norteamericanos y que se extendió por Europa Occidental a partir de mayo del 68. La contracultura (fase superior del infantilismo consumista del izquierdismo, si nos ponemos leninistas) enemiga del uniforme como símbolo de opresión capitalista y reaccionaria acabaría sucumbiendo al influjo de la uniformización de la moda cool que comenzó en el uniforme maoísta (hoy representada en la moda retro comunista-monárquica norcoreana), pasando por las guayaberas cubanas, las camisetas del Che Guevara (que todo buen «progre» debe tener como fondo de armario para las «manifas») y terminando en el chandalarerismo de la fase terminal de castrismo que recogió Hugo Chaves en sus periódicas peregrinaciones a La Habana. Los filósofos canadienses Joseph Heath y Andrew Potter en su obra Rebelarse vende. El negocio de la contracultura (2004, publicada en España por Taurus en 2005) ponían de manifiesto las contradicciones de la «pseudorebeldía contracultural» al decir que «paradójicamente, el uniforme es tan democrático como elitista, ya que simultáneamente revela y oculta un determinados estatus. Al resto del mundo le comunica el estatus de una persona dentro de un determinado grupo, pero dentro de dicho grupo suprime todas las indicaciones externas de estatus o posesión».

   Y ya que estamos en la previa a las elecciones andaluzas, esto me recuerda al cambio de indumentaria del líder sureño del PP, Javier Arenas, en las últimas campañas electorales andaluzas, cuando desterró la estética pija de la camisa de manga larga (a lo sumo remangada en sus puños cuando se superara los 40º) por la camisa de manga corta (o «pesquera», como decía mi abuelo). Arenas intentaba de alguna manera hacer lo mismo que Capriles: ganar la batalla simbólica, en ese caso con la camisa de manga corta (que dicho sea de paso es mucho más cómoda para los calores andaluces) patrimonio del sindicalista, del obrero o del maestro progre. Sobra decir que no le surtió los resultados esperados. ¿Hará lo mismo su sucesor Juanma Moreno (Bonilla)?

 

LA «CASTA» YA VIENE DE GALDÓS. De la serie «RECORTES», Nº 106. Por Pablo Romero Gabella

 

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[Foto: LGV (Buenos Aires, 2006]

 

«Los políticos se constituirán en casta, dividiéndose hipócritas en dos bandos igualmente dinásticos e igualmente estériles, sin otro móvil que tejer y destejer la jerga de sus provechos particulares en el telar burocrático. No harán nada fecundo; no crearán una Nación; no suavizarán el malestar de las clases proletarias. Fomentarán la artillería antes que las escuelas; las pompas regias antes de que la vías comerciales y los menesteres de la pequeña y grande industria. Y por último acabarán por poner la enseñanza, la riqueza, el poder civil, y hasta la independencia nacional, en manos de lo que llamáis vuestra Santa madre Iglesia. La casta es tal porque no representa los intereses de la mayoría, sino los intereses económicos de una minoría de privilegiados.  La brecha que separa a representantes y representados crece con cada caso en el que un privilegiado que exige sacrificios a los ciudadanos, es descubierto ganando dinero de forma ilegal o socialmente ilegítima.»

[Benito Pérez Galdós, Cánovas (Episodios Nacionales), Pamplona, 2008, pág. 382, 1ª edición en 1912/ Pablo Iglesias, Disputar la democracia. Política para tiempos de crisis, Madrid, 2014, págs. 155 y 157]

 

BENDITOS «APÓSTATAS». De la serie «RECORTES», Nº 105. Por Pablo Romero Gabella

 

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Xopi

2010

 

«En enero de 1985, Mahmud Mohamed Taha, un intelectual que pretendía revisar algunos puntos del dogma del Islam, fue ahorcado públicamente. Preconizaba una “segunda misión del Islam” basada en los versículos más antiguos del Corán, revelados al Profeta en La Meca. Los consideraba como “un llamamiento a la responsabilidad y a la libertad”, en oposición a los versículos más recientes, revelados en Medina, relacionados con las contingencias de la época, en el momento en que el Profeta fundó un Estado. Esta interpretación fue considerada hereje por los ulemas tradicionales, por lo que fue acusado de apostasía.

   »Otra víctima fue el universitario Nasr Abu Zeid, acusado también de apóstata basándose en sus escritos. En diciembre de 1992, este profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de El Cairo, presentó sus trabajos para acceder a  una cátedra. Basándose en un informe desfavorable emitido por otro profesor, también predicador y próximo a los Hermanos Musulmanes, se le negó el cargo con el pretexto de que el autor, antiguo marxista, no podía pretender escribir sobre el Islam. Nasr Abu Zeid proponía en efecto una lectura del texto coránico que, aunque consideraba que era una creación divina, estaba formulada con un lenguaje y unos conceptos propios para que fueran comprendidos en una sociedad del siglo VII y que, por tanto, podían ser objeto de una interpretación contemporánea que no fuera literal (por ejemplo, la esclavitud). Este planteamiento fue considerado sacrílego, tanto por su contenido como porque procedía de una personalidad laica y, a pesar del apoyo de numerosos intelectuales y universitarios, fue objeto de ataques virulentos de los miembros del establishment religioso próximo a los Hermanos Musulmanes. En mayo de 1993, con el pretexto de que se le había denegado la cátedra, unos abogados islamistas presentaron una demanda exigiendo la separación del matrimonio Abu Zeid, argumentando que este último, como apóstata, no podía seguir estando casado con una musulmana. Rechazada en un primer momento por el tribunal por el hecho de que los que habían presentado la demanda no tenían ninguna fuerza legal en el asunto, ésta fue finalmente instruida en nombre de una disposición de la sharia, la hisba, que estipula que todos los musulmanes pueden “dirigir el bien y perseguir el mal”. En junio de 1995, el tribunal de apelación de El Cairo divorció de oficio (y sin su consentimiento) a la pareja, que se refugió en los Países Bajos al mes siguiente, donde sigue viviendo actualmente.

 

   »Unos piensan en el camino de la religión,

otros creen estar en la vía cierta.

Temo que un día se levante una voz:

¡oh ignorantes!, la vía no es aquélla ni ésta».

 

[Gilles Kepel, La yihad. Expansión y declive del islamismo, Barcelona, 2002, págs. 397, 599 y 600 (traducción de Marga Latorre), 1ª ed. francesa, 2000/Omar Jayam, Rubaiyat, Madrid, 2007, pág. 169, traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí, original en persa del siglo XII que se publicó íntegro por primera vez en Calcuta en 1859]

 

«JE SUIS CHARLIE HEBDO». De la serie «RECORTES», Nº 104. Por Pablo Romero Gabella

 

La libertad guiando al pueblo

Eugène Delacroix

1798-1863

 

«La libertad humana comprende primero la libertad de conciencia en el más comprensivo de sus sentidos; la libertad de pensar y sentir; la más absoluta libertad de pensamiento y sentimiento sobre todas las materias, prácticas o especulativas, científicas, morales o teológicas. La libertad de expresar y publicar las opiniones que es prácticamente inseparable de la libertad de pensamiento. En segundo lugar, la libertad humana exige libertad en nuestros gustos y en la determinación de nuestros propios fines; libertad para trazar el plan de nuestra vida aun cuando puedan pensar que nuestra conducta es loca, perversa o equivocada. No tengo hijos, ni esposa, ni coche, ni crédito. Esto puede sonar un poco pomposo, pero lo cierto es que prefiero morir de pie que vivir de rodillas. Hay que continuar hasta que el islam pueda ser tan criticado como el catolicismo».

[John Stuart Mill, Sobre la libertad, Madrid, 1997, págs. 98-99, traducción de Pablo de Azcárate (1ª edición en inglés, 1859)/Citas de Stéphane Charbonnier, “Charb”, director de la revista Charlie Hebdo y asesinado en París el 7 de enero de 2015, en El País, 8 de enero de 2015, pág. 5]

 

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HUMILDEMENTE. Poema para «Franquía» de Carmen Mioara (Madrid, 6 de marzo de 2010)