Napoleón ante la Esfinge
Jean-Léon Gérôme
(1867-1868)
«El estreno global de la última entrega (primera de la trilogía anunciada por Disney) de La guerra de las galaxias, la mayor y más rentable franquicia de la ciencia-ficción desde la Epopeya de Gilgamesh (III Milenio antes de Cristo). Sabedor de este hecho, el señor Gilgamesh expuso la cuestión ante los ancianos de su ciudad y les solicitó su consejo:
—No nos sometamos la casa de Kish. Me sorprende cómo la ciencia-ficción actual tiende a ser muy inquietante y especulativa desde el punto de vista formal, pero acompañada de una narrativa muy retrógrada. ¡Ataquémosla con la armas!»
[Manuel Rodríguez Rivero, «Algunas propuestas para evadirnos», Babelia (El País), 26 de diciembre de 2015, pág. 15 /Extracto adaptado de Gilgamesh y el Agga de Kish en Federico Lara Peinado, Leyendas de la Antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantáticos, Madrid, 2002, pág. 147/Marina Núñez, artista, en entrevista de Javier Díaz-Guardiola en ABC Cultural, 26 de diciembre de 2015, pág. 25]
Posted by Carmina at 7:52 am on diciembre 31st, 2015.
Categories: Pablo Romero Gabella, Recortes.
Árboles portugueses desde la carretera hacia España
[Foto: ODP, Portugal 6 de diciembre de 2015]
El texto que traduzco está contenido en un manuscrito del siglo XIII, conservado en la Biblioteca Nacional de París; lo he tomado, prestado, de la edición de los Evangelios Apócrifos que hizo para los lectores de habla española D. Aurelio de Santos Otero, publicada en la Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid MCMLXIII, donde aparece bajo el título Libro sobre la infancia del Salvador, páginas 366-372. Según el editor, «no parece sino una compilación medieval de leyendas apócrifas…» Son, pues, unas cuantas fábulas más que hay que añadir a una abundante tradición popular sobre la vida de Jesus. Constituye el parágrafo 5 de la obra y está escrito en latín.
He aquí mi versión al español:
«Cierto día, en hora matutina, cuando el rocío todavía templaba los rayos del sol, [he aquí que] iban ascendiendo María y José desde las partes de Tiro y de Sidón en dirección a Nazaret, y como María fuera incómoda por el sol ascendente, fatigada, se sentó en la tierra. Y dijo a José: “Va subiendo [el calor] por el que me veo agobiada, y yo ¿qué puedo hacer? No hay a la vista una sombra por la que pueda ser protegida.” Y con las manos extendidas al cielo comenzó a orar diciendo: “¡Oh virtud del Altísimo!, según el verbo jocundo que una vez oí enviado por Ti, cúbreme con tu sombra, se llene mi vida de alma y dame tu refrigerio.” Y Jesús, por su parte, como hubiera oído estas voces, llenóse de alegría por las palabras, y una rama seca que en su mano tenía a modo de báculo la clavó en la tierra y dijo imperiosamente: “Da inmediatamente una sombra gratísima a mi madre.” E inmediatamente la vara aquella comenzó a crecer hasta convertirse en un árbol denso y ramoso que les dio un dulce refrigerio mientras descansaban.»
Posted by Carmina at 1:46 pm on diciembre 28th, 2015.
Categories: Literatura sacra, Prosa, «LA VOZ DE ALCALÁ» en «CARMINA», «MITOS E HISTORIAS» POR JOSÉ MANUEL COLUBI FALCÓ.
Posted by Carmina at 4:07 am on diciembre 25th, 2015.
Categories: Fotografía, Portugal.