PRODIGIOS DE LA CRUCIFIXIÓN Y RESURRECCIÓN. Por José Manuel Colubi Falcó
La resurrección
1475-1564
En los «Evangelios apócrifos» (B.A.C. nº 148), entre los de la pasión y resurrección aparece la «Anaphora» o relación que Pilato hace a César Augusto acerca de Jesús; en ella, un Pilato presa del miedo y del temblor refiere los milagros de Aquél y los prodigios que se produjeron desde su crucifixión y resurrección; he aquí algunos de los últimos:
«Al tiempo en que fue crucificado la tiniebla se posó sobre toda la tierra habitada, habiéndose obscurecido el sol a mediodía y manifestado las estrellas, en las que no aparecía resplandor; la luna, como si sangrara, abandonó su luz y el mundo de los subterráneos fue absorbido, y lo que llamaban santuario del templo no fue posible verlo a los mismos judíos a la caída de éstos y se vio una abertura en la tierra por el eco de los truenos.
»En medio de tal pánico fueron vistos unos muertos resucitados, como los mismos judíos atestiguaron, y dijeron ser Abraham, Isaac, Jacob, los doce patriarcas, Moisés y Job, los protomuertos… y muchísimos más, a quienes también yo pude ver aparecidos en cuerpo; entonaban un canto de lamento por los judíos, por el delito cometido, por su perdición y por la de su ley.
»Duró el miedo del seísmo desde la hora sexta de la parasceve hasta la nona. Y cuando llegó la tarde del primer día de los sábados prodújose un eco desde el cielo de suerte tal, que el cielo fue siete veces más portador de luz que todos los días, y a la tercia hora de la noche se vio al sol tan brillante como nunca jamás brilló, alegrando todo el firmamento. Y al igual que en invierno los relámpagos llegan repentinamente, así aparecieron unos varones excelsos por su vestidura y sobresalientes por su gloria… cuya voz se oía igual que la de un trueno enorme: “El crucificado, Jesús, resucitó; levantaos del Hades los que sois esclavos en los subterráneos del mundo de los muertos.”
»Y era la abertura de la tierra como si no hubiese fondo, sino que era tal que se veían los mismos fundamentos de la tierra, entre quienes gritaban en los cielos y paseaban en cuerpo en medio de los muertos resucitados. Y el que resucitó a todos los muertos y ató al Hades decía: “Decid a mis discípulos: Él va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis.”»