Posts from marzo 2015.

COLOQUIOS (277). Gabi Mendoza Ugalde

 

 El aquelarre

Francisco de Goya 

1746-1828

 

—La locutora exhaló un suspiro de alivio porque los 150 muertos no hubieran sufrido un accidente.

—Que hubieran sido asesinados fue lo mejor que ella pudo oír cuando el Fiscal comunicó al mundo que había sido un asesino quien les dio muerte a todos y, por supuesto, el criminal pudo de esta manera morirse a su gusto.

—Para la locutora lo más importante es que tras el crimen contra la vida de todas esas decenas de personas (sabiendo que tan sólo es eso: un crimen cometido por un deprimido) se podrá seguir viajando en avión sin nada que temer de la máquina.

—Consuela pensar que este asesinato colectivo, o masacre, ocurra sólo muy de vez en cuando, según las estadísticas.

—Justo eso mismo nos decía desde la pantalla, mientras no podía evitar sonreír. ¿Por qué?

—…

 

«POESÍA SACRA» EN LA IGLESIA DEL MÁRTIR SAN SEBASTIÁN DE ALCALÁ DE GUADAÍRA (*). 75 º ANIVERSARIO DE LA HERMANDAD DE LA AMARGURA

 

javierlauroelías 20032015

Javier Rodríguez, Lauro Gandul y Elías Chincoa

[Foto: ODP 20/03/2015 Iglesia de San Sebastián (Alcalá)]

[(*) PINCHAR EN LA FOTO PARA ESCUCHAR EL ACTO]

 

«Lo que empezó siendo una propuesta literaria y musical para poder ofrecer una muestra de nuestra altísima poesía española de tema sacro (declamada, cantada y musicada), va a ser dentro de unos instantes puro acto. El acto al que nuestra Hermandad de la Amargura les ha convocado esta noche y con el que queremos provocar el gozo de las palabras de los grandes poetas cuando cantan a Jesús o a María, en los siglos XVI, XVII y XX.

   Grandes poetas a los que esta noche les ponen voz Lauro Gandul, que ha preparado la antología y declamará los poemas, y Javier Rodríguez, Niño del Maúro, que ha llevado al cante los versos, bajo la dirección musical de Elías Chincoa, Niño Elías, batuta y guitarra del acto.

   Se van a declamar y cantar poemas de Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Fray Luis de León, Francisco de Aldana, Francisco de Quevedo, Juan Ramón Jiménez, Luis de Góngora, Federico García Lorca, Gerardo Diego y Lope de Vega en un orden que no es el cronológico, sino el que ha exigido la propia ejecución artística del acto.

   Elías va a interpretar Amarguras de Manuel Font de Anta en versión para guitarra compuesta por Niño Elías; el Ave María de Franz Shubert, Inspiración, también compuesta por Elías; Estudio en mi menor, de Ferdinando Carulli, Estudio en si menor de Fernando Sor y las Saetas del Silencio de Francisco de Paula Solís y, además tocará soleares, mineras, peteneras, tientos, tonás y seguirillas.

   Javier cantará por soleá, por toná y por romance,  y una saeta…»

 

[Enrique Oliver Aguilar]

 

ANTOLOGÍA DE POEMAS, PREPARADA Y DECLAMADA POR LAURO GANDUL VERDÚN,

PARA UN RECITAL DE POESÍA SACRA,

CON EL CANTE DE JAVIER RODRÍGUEZ, NIÑO DEL MAÚRO,

Y CON LA DIRECCIÓN MUSICAL Y EL ACOMPAÑAMIENTO DE LA GUITARRA DE ELÍAS CHINCOA, NIÑO ELÍAS

 

1º EL CRISTO DE VELÁZQUEZ (FRAGMENTO). Poema de Miguel de Unamuno (1864-1936)

2º ANOCHE CUANDO DORMÍA SOÑÉ, ¡BENDITA ILUSIÓN! Antonio Machado (1875-1939)

3º NO DESDEÑÉIS LA PALABRA. Antonio Machado (1875-1939)

4º AMOR CASI DE UN VUELO ME HA ENCUMBRADO. Fray Luis de León (1527-1591)

5º DESPUÉS QUE NOS DESCUBREN SU LUCERO. Fray Luis de León (1527-1591)

6º HERMOSA MÁS QUE EL SOL, ANTES NACIDA. Francisco de Aldana (1537-1578)

7º OH DEL INMENSO SER CONCEBIDORA. Francisco de Aldana (1537-1578)

8º POR QUÉ, HABIENDO MUCHAS MADRES MUERTO DE LÁSTIMA DE VER MUERTOS SUS HIJOS, AMANDO NUESTRA SEÑORA MÁS A SU HIJO QUE TODAS, NO MURIÓ DE LÁSTIMA. Francisco de Quevedo (1580-1645)

9º ANUNCIACIÓN. Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

10º AL NACIMIENTO DE CRISTO NUESTRO SEÑOR. Luis de Góngora y Argote (1561-1627)

11º PASO. Federico García Lorca (1898-1936)

12º LA PALMERA. Gerardo Diego (1896-1987)

13º ¡OH, CORTESÍA! ¡OH, DULCE ACOGIMIENTO! Fray Luis de León (1527-1591)

14º SEÑOR. QUE ALLÁ DE LA ESTRELLADA CUMBRE. Francisco de Aldana (1537-1578)

15º SONETO A CRISTO CRUCIFICADO. Anónimo (Hacia 1625)

16º «RIMA SACRA XVIII». Lope de Vega (1562-1635)

17º EN ESTA TABLA DE TU CRUZ DIVINA. Lope de Vega (1562-1635)

18º DULCE SEÑOR, MIS VANOS PENSAMIENTOS. Lope de Vega (1562-1635)

19º CÓMO PODRÉ, SEÑOR, QUERER QUEREROS. Lope de Vega (1562-1635)

20º EN LA MUERTE DE CRISTO, CONTRA LA DUREZA DEL CORAZÓN DEL HOMBRE. Francisco de Quevedo (1580-1645)

21º POR LOS REYES BUENOS, DE QUIEN MURMURAN MALOS VASALLOS. Francisco de Quevedo (1580-1645)

22º SAETA. Federico García Lorca (1898-1936)

23º PADRE NUESTRO [GLOSADO (DOS FRAGMENTOS)]. Francisco de Quevedo (1580-1645)

________________

TAMBIÉN PUEDEN LEER, VER Y ESCUCHAR EN «CARMINA» ESTAS OTRAS ENTRADAS:

 

«DIÁLOGOS: CUERDA Y VERSO». Sobre poemas de Lauro Gandul Verdún y músicas de Niño Elías (Llerena, 31 de mayo de 2014)

NIÑO ELÍAS Y LAURO GANDUL. Dibujo a tinta de Luis Caro, 1998

NIÑO ELÍAS, MÚSICO («Historias de vidas»). Olga Duarte Piña y Lauro Gandul Verdún, 2004

POEMA PARA GUITARRA SOLA (A NIÑO ELÍAS). Lauro Gandul Verdún (Buenos Aires, 2006)

REPORTAJE FOTOGRÁFICO DEL ACTO TITULADO «LA CEGUERA» OFRECIDO POR «CARMINA» TEXTOS PARA UNA LECTURA EN LOS ÁNGELES VIEJOS. Fotos de Enrique Sánchez Díaz (Alcalá de Guadaíra, 1 de diciembre de 2006)

ARTISTAS. «Para un cuaderno de fotografías» por Miguel Hermosín

 

EN MEMORIA DE LOS MUERTOS DE ATOCHA: RIMA LXXIII. Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836-Madrid, 1870)

 

5-Sighisoara-2005

 (Foto: ODP,  2005)

 

Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz que en un vaso
ardía en el suelo
al muro arrojaba
la sombra del lecho
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día,
y a su albor primero
con sus mil rüidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

De la casa en hombros
lleváronla al templo
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.

Al dar de las Ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron,
y el santo recinto
quedóse desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo:
allí la acostaron,
tapiáronle luego
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro
el sepulturero
cantando entre dientes
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto:
perdido en las sombras
yo pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.
Allí cae la lluvia
con un son eterno:
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
acaso de frío
se hielan sus huesos!…

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuelve el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu
podredumbre y cieno?
¡No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
a dejar tan tristes
tan solos los muertos!

 

[Gustavo Adolfo Béquer. Rimas.

Ed. Espasa-Calpe, S.A. Madrid, 1963.

Págs. 112 á 116]

 

LA SANIDAD PÚBLICA: ÚLTIMO CUARTETO. Por Pablo Romero Gabella

 

La_visita_al_hospital_de_Luis_Jiménez_Aranda

La visita al hospital

Luis Jiménez Aranda

1845-1928

 

En el comienzo eran dos: el médico y el paciente. Más adelante por aquello, que algunos seguimos llamando progreso, fueron uniéndose otros integrantes: primero el Estado y más adelante el complejo empresarial-farmacéutico. De dúo a cuarteto. La música comenzaba a sonar bien: sanidad pública «desde la cuna hasta la tumba», en palabras de uno de los creadores del Sistema Nacional de Salud Británico en 1945 (Ken Loach le ha dedicado un interesante documental —al que le sobra la soflama final del «empoderamiento»— titulado El espíritu del 45).

   En la España de la farsa democrática del turnismo de principios del siglo XX, se creó el Instituto Nacional de Previsión (INP). No era más que un remedo del ensayo del Estado del Bienestar que idearía Bismarck en la Alemania del II Reich. Eso sí, un sistema del bienestar con casco prusiano.

   En este sentido (y seguimos con señores que usan gorra de plato) en la España del Franquismo se fue urdiendo un cuasi sistema de seguridad social y de sanidad pública de carácter mutualista, que tuvo su mayor expansión en los años del desarrollismo final (y del landismo)  de los años 70. El médico del seguro sería su paradigma.

   La democracia que inauguró Suárez trajo el comienzo de un verdadero Sistema Nacional de Sanidad (SNS) y de los órganos e instituciones sociales públicas que regulaban unos ámbitos antes ignotos a la acción pública en nuestra nación: la asistencia y seguridad sociales. Nacía el Instituto Nacional de Salud (INSALUD).

   El desarrollo del Estado autonómico en las dos décadas finales del siglo XX conllevaría la descentralización de la aún púber sanidad pública española. De este modo fueron naciendo los 17 sistemas de sanidad públicos, los cuales hoy, por desgracia, padecemos (por cierto, buen nombre para un nuevo partido, sindicato o asociación). En esto estábamos cuando llegó la Gran Crisis de 2008. El Estado del Bienestar, que en otros países llevaba funcionando 50 años y en España apenas tres décadas, fue cuestionado muy seriamente por dudarse de su sostenibilidad financiera. Ya ni en la cuna y ni en la tumba. Los españoles nos vimos metidos en el vórtice autonómico y en el de las privatizaciones cada vez que pedíamos un número para nuestro médico, el del seguro. Del cuarteto hemos pasado, de nuevo, al dúo (en forma de copago, forma fina de decir a escote) o de un trío, según se mire el color autonómico que se padezca. Y contra ese mal no hay medicina que valga.

 

________________

«DE MEDICIS ET PROFESSORIBUS». Por José Manuel Colubi Falcó

¿GALENO, O PODENCO?. Suave diatriba de un (im)paciente dolido. Por Rafael Rodríguez González (2009)

 

COMO EL TORO HE NACIDO PARA EL LUTO. Soneto de Miguel Hernández (1910-1942)

 

toros4 2003 lgv

Triángulo con sombras en La Maestranza

(Foto: LGV Sevilla 2003)

 

   Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle por un fruto.

   Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.

   Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.

   Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.

 

[MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-1942).

El rayo que no cesa (1934-1935).

Editorial Losada, S.A. Buenos Aires, 1978.

Págs, 45 y 46]

 

toros3 2003 lgv

«la lengua en corazón tengo bañada»

(Foto: LGV Sevilla 2003)

 

_________________

 

LAS ABARCAS DESIERTAS. Cuando la víspera de los Reyes Magos, a propósito de un homenaje de «CARMINA» al poeta MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-1942)

«ME LLAMO BARRO AUNQUE MIGUEL ME LLAME» AHORA EN PAPEL

ME LLAMO BARRO AUNQUE MIGUEL ME LLAME. Centenario de un nacimiento: 1910-2010. Por Enrique Martín Ferrera (Julio de 2010)

 

EL «TIC» DE MARIANO. Por Pablo Romero Gabella

 

Emilio Castelar y Ripoll

1832-1899

Joaquín Sorolla y Bastida

1863-1923

 

Es cosa común referirse a Emilio Castelar como el mejor orador que pisó la Carrera de San Jerónimo. Tal fue así en su famoso discurso del 2 de enero de 1874 ante las Cortes de la I República. En dicho momento ponía a disposición del legislativo su cargo de Presidente de la República, que durante varios meses había sido investido, por las mismas Cortes, de poderes dictatoriales debido a la situación de caos en la cual vivía España. Como si fuera un Cincinato decimonónico dijo a sus señorías:  «Lo necesario, lo urgente es crear lo estable…, llamar a la eficacia a todos los partidos liberales a su seno, desposeerse del egoísmo que acompaña al poder para tornar la expansión infinita que ha menester la democracia, atraer a todas las clases, demostrando a unas que en ella el progreso es seguro, aunque pacífico, y a otras que en ella la necesidad de la conservación se impone con la más incontrastable de las fuerzas, con las fuerzas de toda la sociedad». Cuán diferentes son estas palabras a las de otro gran orador parlamentario, según palabras de Francisco Umbral, que disfrutando de la mayor mayoría absoluta de las posibles le dice al líder de la oposición: «No vuelva usted aquí a hacer y decir nada. Ha sido patético». El presidente Mariano Rajoy no ha podido evitar que el tic le haya salido, ese tic autoritario y que mira desde las alturas a los contrarios, que de adversarios pasan a ser enemigos, a los cuales se les niega el pan y la sal. Mariano se ha podemizado, ha adquirido ese tono eclesial (de Iglesias, me refiero) que nos recuerda a todo lo peor que se ha parido en la Carrera de San Jerónimo y cercanías.

 
________________________
 

DE IMPUESTOS Y REYES: ALCALÁ DE GUADAÍRA Y EL EMPRÉSTITO FORZOSO DE 1865. Por Pablo Romero Gabella 2012

 

COLOQUIOS (276): «TRILOGÍA AL PERIODISTA ACTUAL». Gabi Mendoza Ugalde

 

eldíaquenopasónadaenningunaparteFAFI1989

El día que no pasó nada en ninguna parte

Rafael Luna

1989

 

1

—El periodista español de ABC, Jesús Lillo, no comprende que Tsipras visite al gran Theodorakis. Compara este encuentro entre el Jefe del Gobierno griego y el compositor y ex Ministro de Cultura con una eventual visita que Rajoy hiciera al cantaor José Menese.

—No es un periodista sino un lacayo.

—Sobre todo es un inculto.

 

2

—Antes los periodistas lo eran porque escribían como escritores. Y ahora no saben ni escribir como escribientes.

—Transcriben y transcriben y si cometen faltas gramaticales, lo peor es que ni se dan cuenta. Incluso llaman erratas a su ambiciosa ignorancia.

—¡Qué osados!

 

3

—Los periódicos ya han despedido a sus últimos periodistas.

—¿A todos?

—Sí, no han dejado ni uno solo.

—¿Entonces a quién llamamos hoy periodista?

—¡Ah…!