«Se dice que los políticos no se preocupan del resto del país. Esto, que es verdad, es, sin embargo, injusto, porque parece atribuir exclusivamente a los políticos pareja despreocupación. Y ¿qué acontece dentro de ese resto no político de la nación? ¿Es que el militar se preocupa del industrial, del intelectual, del agricultor, del obrero? Y lo mismo debe decirse respecto a las demás clases sociales. Vive cada gremio herméticamente cerrado dentro de sí mismo. No siente la menor curiosidad por lo que acaece en el recinto a los demás. Ideas, emociones valores creados dentro de un núcleo profesional o de una clase no trascienden lo más mínimo a las restantes. ¡Que se jodan!»
[José Ortega y Gasset, España invertebrada, Madrid, 1994, págs. 54-55 (1ª ed. 1922) / Expresión de la diputada Andrea Fabra recogida por todos los medios durante el Pleno del Congreso del 11 de julio de 2012]
«Tomados en su conjunto, los españoles viven como espectadores, contemplando de lejos y con poco interés la policía que hace sobre ellos un grupo reducido de gestores gratuitos. España es el (casi) náufrago. Quién puede salvarlo comprando su deuda a mansalva, el BCE, no quiere. Quien querría, el fondo de rescate, aún no puede. La tempestad (el mercado de la deuda) arrecia y la prima de riesgo se dispara. De modo que el náufrago bracea, se desespera, grita: se juega la vida, evitar el segundo rescate formal, quizá algo peor. El disgusto genérico del país es tan incontestable como su abulia. Un aplazamiento de la solución –o del comienzo de algo que conduzca a la solución- se acepta siempre como una prórroga al deber de ocuparse y preocuparse».
[Dionisio Ridruejo, Escrito en España, Buenos Aires, 1964, pág. 31 (1ª ed. 1962) / Xavier Vidal-Folch, «Hay un último salvavidas», El País,26 de julio de 2012]
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(*) Portada del periódico Libération del 23 de julio de 2012.
…………El 30 de octubre de 2010 en la Sala UNDERGROUND de Alcalá de Guadaíra presentábamos otro experimento poético-visual-musical titulado LA RECONSTRUCCIÓN DE RUMANÍA dirigido por Xopi sobre textos de «CARMINA» y música del Grupo MALEGRO.
…………Ofrecemos, otra vez, en esta revista la publicación de dos vídeos de Xopi sobre aquella acción:
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LA RECONSTRUCCIÓN DE RUMANÍA (Making Off)
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LA RECONSTRUCCIÓN DE RUMANÍA (el acto de 30 de octubre de 2010)
«Lo que no entendía es que, a fuerza de comprar, de no pagar, de pedir dinero prestado, de firmar pagarés y de renovar esos mismos pagarés, lo que había conseguido es que el tal Lheureux, al final, se hiciera a costa suya con un capitulito que ansiaba recuperar para seguir con sus especulaciones. La titular del juzgado número 1 de esta localidad, Olga Martín, considera probado que el demandante “no fue debidamente informado de las características de riesgo alto y posible liquidez que presentaba el producto en cuestión.”»
[«Una juez obliga a Novagalicia a devolver el dinero de una preferente», El País, 16 de julio de 2012 /. Flaubert, Madame Bovary, tercera parte, VI, 1857 (traducción de Juan Bravo Castillo, 2001), pag. 383]
—Los lacayos son fieles a sus capos incluso muchos años después de que éstos hubieran sido condenados por el Tribunal Supremo por prevaricación y cohecho.
—Son auténticos insumisos institucionales y a sí mismos se ven como demócratas auténticos.
—¡Pobre democracia!
—Sí. Son tantos que parece que nunca podremos librarnos ni de su totalitarismo ni de su ignorancia.
Vicente Núñez (1926-2002) en su poema «Plaza octogonal» nos ofrece claves para la comprensión del concepto de plaza como espacio privilegiado, donde la arquitectura delimita su contorno, único apto para un dintorno destinado a espacio público, al ámbito donde la opinión pública, donde tratar «de asuntos ipagrenses» (gentilicio de Ipagro, nombre romano de Aguilar de la Frontera), asuntos de cives. El poema tiene cinco partes. Elegimos la dos últimas:
«Literales, las jambas,
siempre sumisas a severos
dictámenes, aportan
nueva maraña de sentidos.
Qué flanquean: lo oscuro,
los mil dinteles de la ya inminente
transformación rudimentaria,
la presencia de signos
no suscitados desde los albores
del compás y el escoplo.
Penetrabilidad de las edades
en el recinto mágico.»
…………Para el poeta la plaza existe porque sus pilares siempre se han rendido a lo áspero del juicio inveterado para poder sostener el dintel y el arco, pero a la vez «aportan nueva maraña de sentidos». La plaza es un «recinto mágico» donde cabe el tiempo del mundo, donde los siglos han venido penetrando. Las edades han sido traídas por los llegados a ella a tratar de los asuntos que les concernían, cuestiones de la ciudad, o a juzgar o a ser juzgado, o a ejercer la reclamación contra el otro, o a premiarlo, y trajeron también la transformación sin solución de continuidad.
,,,,,,,,,,,,El espacio de la plaza es el hueco imprescindible para que la ciudad sea ciudad, un vacío donde la ciudad tiene su cimiento tangible e intangible, donde la arquitectura constituye por naturaleza un hecho urbanístico porque tiene como función alojar la vida civil, o la del mercado, la del dar o el recibir, la del logos porque la arquitectura comprende el albor y el crepúsculo, y, en medio, el bullicio del mediodía que se ofrece dispuesto para que el ser humano, el aristotélico zoon politikón o el romano cives, permitan «la presencia de signos/ no suscitados desde los albores/ del compás y el escoplo».
…………Continuidad inveterada e invención continua del espacio público, no obstante los severos dictámenes a los que siempre han de ser sumisas las jambas, el poeta allí puede llegar desnudo y pide ser abrazado:
«Abrázame ahora mismo.
Vuelvo desnudo con un cesto de uvas
al lagar de tus padres.
No me preguntes nada.
Bajo los parasoles del mercado,
la mañana se abría
de codicia y sandalias.
Extiéndeme o exhíbeme
como un tul. En Corinto,
solían los ladrilleros
hablarme sin reparos
de asuntos ipagrenses.
Vengo a vender mi cuerpo.»