El día que no pasó nada en ninguna parte
1989
1
—El periodista español de ABC, Jesús Lillo, no comprende que Tsipras visite al gran Theodorakis. Compara este encuentro entre el Jefe del Gobierno griego y el compositor y ex Ministro de Cultura con una eventual visita que Rajoy hiciera al cantaor José Menese.
—No es un periodista sino un lacayo.
—Sobre todo es un inculto.
2
—Antes los periodistas lo eran porque escribían como escritores. Y ahora no saben ni escribir como escribientes.
—Transcriben y transcriben y si cometen faltas gramaticales, lo peor es que ni se dan cuenta. Incluso llaman erratas a su ambiciosa ignorancia.
—¡Qué osados!
3
—Los periódicos ya han despedido a sus últimos periodistas.
—¿A todos?
—Sí, no han dejado ni uno solo.
—¿Entonces a quién llamamos hoy periodista?
—¡Ah…!
Supongo que no incluiréis al maltratado y detenido en el ¿último? desahucio de Madrid, demolición incluida, ni a vuestros amigos de La Voz de Alcalá. Por cierto, al juez que autorizó la operación yo lo metería en una jaula y lo pasearía por todas las ciudades de España
Posted by El llanero acompañado on marzo 3rd, 2015.
Para toda regla hay excepciones, querido Llanero. Los de La Voz siguen la palabra del pueblo: son,simplemente, escritores. Y por supuesto, dentro de las excepciones, otros… El problema es que son casi ninguno comparado con ese taponamiento del logos que, obviamente, consiguen los herederos de Botín, de Bush o de Obama, de Merkel o Endesa, o, qué sé yo qué y quiénes.
Gabi Mendoza Ugalde
Posted by Gabi M. U. on marzo 8th, 2015.