Posts from abril 2013.
ALFABETO. Por José Manuel Colubi Falcó
Estrellas de palo
Pictograma de Marina Rodríguez Arcos
(madera sobre papel)
Mucho hablamos y escribimos los humanos acerca de los grandes inventos y de su repercusión en la vida: rueda, máquina de vapor, ferrocarril, automóvil, avión, informática… En nuestras listas siempre hay olvidados, sí, pero uno lo es siempre: el alfabeto. ¿Acaso fue intrascendente su invención? ¿Cabe imaginar una sociedad sin un sistema de escritura? ¿Qué decir del progreso científico sin el alfabeto?
Siglos, y no pocos, antes de que los griegos llegaran al Mediterráneo, egipcios y babilonios ya tenían su escritura: jeroglífica, pictográfica, ideográfica… El pictograma o ideograma representa un objeto (un pez, por ejemplo) o idea, mas este sistema, fácil en apariencia, exige un número infinito de signos que sólo pocos, muy pocos, llegan a conocer; el resto, analfabetos (sic). Y casi lo mismo hay que decir de los silabarios (cada signo, una sílaba), aunque éstos están ya muy cerca del alfabeto.
Así hasta que los griegos, clientes de los fenicios, les toman en préstamo, hacia 875 a. C., quizás en Rodas, su escritura. Es un hecho que el alfabeto (nombre formado sobre las dos primeras letras, alfa y beta) procede de un alfabeto (según la primera, ‘aleph) fenicio: lo atestiguan la tradición (Herodoto llamaba letras fenicias a las griegas), la forma, el nombre (alfa, de ‘aleph; beta, de bêth, etc.) y el orden de las letras y la dirección de la escritura (primero de derecha a izquierda, como en las inscripciones semitas; luego fu boustrophedón, como gira el buey cuando ara: de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y así sucesivamente; y, por último, de izquierda a derecha). Por otra parte, como no había en el alefato signos para las vocales, los griegos recurrieron a algunos de ellos para representarlas, con lo cual pasaron a la escritura de sonidos simples, alfabética. Y no contentos con esto, legaron a Occidente su hallazgo; a mediados del siglo VIII a. C., lo llevaron a Cumas, al N. de Nápoles, desde donde pasó a los etruscos y, luego, a los romanos, quienes nos lo transmitieron con alguna modificación.
¡Con sólo veinticuatro signos los griegos eran capaces de representar todos los objetos, todos los conceptos, ideas, etc.; del pasado, del presente y del futuro y transmitirlos! ¡Signos al alcance de todos! Mas… ¿ha desaparecido el analfabetismo? No, por desgracia, pero no por culpa del alfabeto.
COLOQUIOS (215): «FEIJÓO QUIERE PEDIR PERDÓN». Gabi Mendoza Ugalde
—¿Pedir perdón? ¿A quién?
—Mujer, se entiende que a España.
—¿España? Es una marca ¿no?
—Bueno, pues a los restos de los náufragos españoles tras la tragedia de la llamada Transición.
—¿Pedir perdón? ¡Tanto pedir después del latrocinio! No, no es suficiente: Hay que devolver ¿no?
—Claro, pero la pasta del PP (y de Botín) está en los bancos suizos.
—Pues echémoslos a Suiza y sólo dejémosles entrar con el dinero para devolver.
—Es lo único que podríamos reconocer como perdonable.
«¿QUÉ COLOR?» POR NICOLÁS GUILLÉN (1902-1989). HOMENAJE DE «CARMINA» A MARTÍN LUTERO KING (1929-1968) EN EL 45º ANIVERSARIO DE SU ASESINATO
Martin L. King con el presidente Johnson al fondo de la imagen, en 1966
[Foto: Yoichi R. Okamoto, White House Press Office (WHPO)]
Su piel era negra, pero con el alma purí-
sima como la nieve blanca…
EVTUCHENKO (según el cable), ante
el asesinato de Lutero King.
Qué alma tan blanca, dicen,
la de aquel noble pastor.
Su piel tan negra, dicen,
su piel tan negra de color,
era por dentro nieve,
azucena,
leche fresca,
algodón.
Qué candor.
No había ni una mancha
en su blanquísimo interior.
(En fin, valiente hallazgo:
El negro que tenía el alma blanca,
aquel novelón.)
Pero podría decirse de otro modo:
Qué alma tan poderosa negra
la del dulcísimo pastor.
Qué alta pasión negra
ardía en su ancho corazón.
Qué pensamientos puros negros
su grávido cerebro alimentó.
Qué negro amor,
tan repartido
sin color.
¿Por qué no,
por qué no iba a tener el alma negra
aquel heroico pastor?
Negra como el carbón.
(La rueda dentada, 1972)
[Nicolás Guillén, Sóngoro cosongo y otros poemas
(Selección del autor).
Alianza Editorial, S.A. Págs. 45 y 46. Madrid, 1991]
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TRES POEMAS DE NICOLÁS GUILLÉN TOMADOS AL AZAR *, EN EL 110º ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO. Homenaje de «CARMINA» al poeta cubano (1902-1989)
LÚGUBRE HORIZONTE. Por Rafael Rodríguez González
Cartel de Rafael Luna (1988)
Bajo el Gobierno títere del mariscal Pétain y su primer ministro Laval se quiso promulgar en Francia una reforma de la Constitución para dotar a dichos prendas de plenos poderes, aunque la propia Constitución prohibía que se la modificara bajo presión del enemigo, que en ese caso era nada menos que el ocupante nazi. Al final no se llevó a cabo: no hubo necesidad de tal formulismo, porque ¿y si se deja de considerar enemigo al enemigo? Aquí, ni eso hizo falta: se modificó la Constitución en 2011 por acuerdo de Laval y Pétain, digo de Zapatero y Rajoy. Y con la indispensable firma de Juan Carlos I, el rey elegido por todos los españoles, como todo el mundo sabe.
Fue la culminación, aunque puede haber más capítulos, siempre peores, para ir de cabeza a cumplir lo que nos dicta el IV Reich, que para eso se suscribió, sin ninguna información ni consulta a la población española (y creo que de ningún otro país) el tratado de Maastricht, y del mismo modo la entrada, inmersión o zambullida en el euro; o sea, la renuncia a los restos de autonomía de que podían gozar los países europeos entre sí y en el entramado mundial. En ambos momentos, cuando Maastricht (1993), y cuando el euro (2002), España estaba como cuando el referéndum de 1986 sobre la permanencia en la OTAN —baldón del que no nos libraremos jamás por culpa del trinomio ignorancia+cobardía+chantaje—, es decir, contenta de que los sapientísimos gobernantes de uno y otro redil nos condujeran por el camino que convenía y sigue conviniendo a los más poderosos. Y por ahí seguimos yendo: al yugo, a la ruina, al sometimiento, a la vergüenza.
Mientras tanto, y además, asistimos al espectáculo del destape de varios casos de corrupción que excede de la que podríamos llamar «normal», es decir, de la no contemplada en las leyes. Ya se sabe, o debiera saberse, que las leyes no saben/ no contestan sobre la corrupción consustancial que recorre todo el entramado del Sistema hasta el más pequeño cartílago. Corrupción sistemática es, además y consiguientemente, la que corroe millones de caletres que consideran natural todo lo que pasa (aunque no les guste), como si un supuesto orden dispuesto por algún dios o por la propia naturaleza de los humanos fuese lo que hay que mantener por los siglos de los siglos (que nos queden, y no serán muchos).
En fin, un panorama aterrador, a qué negarlo. Creo que más negro de lo que nos puede parecer a primera vista. Pero sí, hay mareas: la verde, la azul, la blanca… Todas muy justas, pero también muy «justitas». Hasta que no se junten en un justo y justiciero tsunami aquí no hay nada que hacer. Ni aquí ni en ningún sitio.
¡Ah!, no puedo dejar de recordarles una frase del Papa Bergoglio, dirigida, creo yo, a los ricos y a los ultracodiciosos: «El sudario no tiene bolsillos». No lo ha descubierto él, pero por lo menos coincide con la sabiduría popular: «P’allá nadie se lleva ná».
FLAUBERT EN PYONGYANG O EL SUEÑO NUCLEAR DE LOS SIETE ENANITOS IMPERIALISTAS. De la serie «RECORTES», Nº 67. Por Pablo Romero Gabella
Nieve de Rosenlaui
Foto: LGV Suiza 2008
«El líder norcoreano, Kim Jong-un, celebró en la madrugada del viernes una reunión de urgencia con los altos generales y dijo que “estaba acostado en la casa de mi padre. Era una noche de invierno y la nieve arrojaba una claridad blanca a mi cuarto. De repente, la nieve se derritió y las hierbas y los árboles adquirieron un color rojizo y chamuscado, como si un incendio hubiese iluminado mis ventanas; oí ruidos de pasos; alguien subía las escaleras; un aire cálido, un vapor fétido llegaban hasta mi. Mi puerta se abrió sola. Eran muchos, quizás siete u ocho, no tuve tiempo de contarlos. Eran pequeños o grandes, cubiertos de barbas negras y ásperas; no llevaban armas, pero todos tenían una hoja de acero entre los dientes, y formaron un semicírculo alrededor de mi cama; sus dientes comenzaron a castañear. Era horrible. Ha llegado el momento de saldar cuentas con los imperialistas de EEUU”. Acto seguido, dio orden a las unidades de misiles que se colocaran en posición.»
[J. Reinoso y Eva Saiz, «Estado de guerra en Pyongyang», El País, 31 de marzo de 2013 / G. Flaubert, Memorias de un loco, Barcelona, 1990, págs.. 29 y 30, traducción de Christianne Scheurer y Aglae Masini (1ª ed. 1900, escrita con 17 años en 1838)]
LA BÁÑEZ, ESE CILICIO*. Por Parco Lacónico
Foto: LGV 2008
La Báñez, por tercera o cuarta vez (y las que quedan) ha anunciado, feliz y contenta, que la reforma de las pensiones producirá un ahorro de casi cinco mil millones de euros. Es decir, que está feliz y contenta, la muy ministra, de que a los pensionistas de España se les roben, por lo menos, cinco mil millones de euros para destinarlos a los bancos alemanes y franceses vía bancos españoles. Con razón dijo uno el otro día: «Mejores alimañas se cazan en el campo». Pero es que en internet me topé con unas afirmaciones de la susodicha, hechas a finales de 2012. «Hay señales esperanzadoras». La reforma laboral «está ayudando a muchas empresas a superar la crisis, gracias a una mayor flexibilidad interna». «No es optimismo vano, eso se consigue gracias a los empresarios y a los trabajadores que apuestan por el autoempleo, y cuando un Gobierno no elude hacer las reformas necesarias». Consideraba, y considera la ministra, «que el empleo no se crea sino con proyectos que “den confianza”». «Tenemos futuro y vamos a salir fortalecidos de la crisis [¿quiénes?]». Y precisó que «ello no se producirá por un optimismo antropológico [¡conoce esa palabra!], sino porque tenemos confianza en nosotros mismos». Y tan fresca, la muy ministra.
A la gobernadora civil de Madrid, Cristina Cifuentes, hay que agradecerle sus afirmaciones sobre la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, porque así quedan más claras las ideíllas que albergan los ministros, sus delegados y todos los sicofantes que pululan en televisiones, radios y periódicos.
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(*)
Si quiere leer más del escritor Parco Lacónico en «CARMINA» pinche en su nombre
UNA FOTO DEL “PAJINETA” POR JOSÉ ANTONIO GARCÍA CORDERO (2013) CON «POEMA A LA JUDEA» DE LAURO GANDUL VERDÚN (2003)
1
ALGO está ocurriendo
Cuando suenan el calamillo y el tambor
Es el revoleo
El revoleo que convierte la bandera en viento
Vieja música llena de tiempo
Vieja música toda misterio
Llenan de sueños el pecho de un niño
El calamillo y el tambor
Y el viento.
2
MÍTICO
El abanderao
Revolea la bandera
Silencio
Sólo suena el viento sin tiempo
El abanderao no va soltar esa bandera
Todos sin aliento
Encantados
Silencio
Mientras el calamillo y el tambor…
3
NADIE se atreve
Con ese pajineta todo inocencia
Arrodillado sobre la bandera tirá
Recogiendo monedas
Para todos los pajinetas
Del ancho mundo de los niños pajinetas.
4
LA lleva
La exhibe con lo que sabe de solemnidad
La sentencia
Que él no dictó
La lleva
Para que lo sepan todos
¿Dónde está?
Él sí que no lo sabe.
5
SI le buscan
Esta mañana
¿Cómo no le ven?
Si al fondo del templo
Ya soporta todas las lágrimas
No le ven
Y le buscan
Estos judíos de Alcalá
Revuela la bandera
Aun delante del Rey
No le ven
Aun delante de él
No se inmutan
Porque no saben
No saben
Sus sandalias
Aún muchas calles habrán de pisar
El Rey les espera
Lo encontrarán
Sí
Lo prenderán
Lo coronarán de espinas
Para reír
Aunque él ya sepa que todas las lágrimas
Serán suyas
Por ser suyas todas las lágrimas del mundo
Le detendrán
Los que lo buscan todo un día por las calles.