FLAUBERT EN PYONGYANG O EL SUEÑO NUCLEAR DE LOS SIETE ENANITOS IMPERIALISTAS. De la serie «RECORTES», Nº 67. Por Pablo Romero Gabella

 

11-nieve-de-Rosenlaui

Nieve de Rosenlaui

Foto: LGV Suiza 2008

 

«El líder norcoreano, Kim Jong-un, celebró en la madrugada del viernes una reunión de urgencia con los altos generales y dijo que “estaba acostado en la casa de mi padre. Era una noche de invierno y la nieve arrojaba una claridad blanca a mi cuarto. De repente, la nieve se derritió y las hierbas y los árboles adquirieron un color rojizo y chamuscado, como si un incendio hubiese iluminado mis ventanas; oí ruidos de pasos; alguien subía las escaleras; un aire cálido, un vapor fétido llegaban hasta mi. Mi puerta se abrió sola. Eran muchos, quizás siete u ocho, no tuve tiempo de contarlos. Eran pequeños o grandes, cubiertos de barbas negras y ásperas; no llevaban armas, pero todos tenían una hoja de acero entre los dientes, y formaron un semicírculo alrededor de mi cama; sus dientes comenzaron a castañear. Era horrible. Ha llegado el momento de saldar cuentas con los imperialistas de EEUU”. Acto seguido, dio orden a las unidades de misiles que se colocaran en posición.»

[J. Reinoso y Eva Saiz, «Estado de guerra en Pyongyang», El País, 31 de marzo de 2013 / G. Flaubert, Memorias de un loco, Barcelona, 1990, págs.. 29 y 30, traducción de Christianne Scheurer y Aglae Masini (1ª ed. 1900, escrita con 17 años en 1838)]

 

Post a comment.