8 DE MARZO DE 2017. María del Águila Barrios

 

 Lisboa es sueño

[Foto: LGV Portugal 2012]

 

Hoy es 8 de marzo y he esperado esta fecha para escribir mi particular colaboración en este periódico. Hoy es nuestro día, el de nosotras, nuestro y sólo nuestro. Lo digo porque soy mujer y tengo trabajo, pero no celebro este día porque me siento inventada, como cuando se celebra el día de los enamorados o de la madre. No hay diferencia, son distintas formas de mercadotecnia. Por cierto, ¿hay un día de los hombres trabajadores y de la lucha por su igualdad? ¡Cuánta gente está montándoselo de lo lindo a costa de las mujeres y de la tan cacareada igualdad! ¡Pero si yo no soy igual que un hombre! ¡Ni tampoco diferente! Lo mismo que no soy igual que un niño, ni tampoco diferente. Y siendo blanca, tampoco soy igual que una negra, ni diferente. Con todos coincido en que somos personas. ¿Cuándo vamos a celebrar el día de las PERSONAS? Por las personas sí procuro celebrar todos los días y celebro la vida.

   Esa obstinación por dividirnos y enfrentarnos que el poder practica. Hay que luchar por los derechos, pero de las personas, del pueblo, de los pobres que tantos somos. Hemos de amarnos, y con este verbo debiera estar dicho casi todo. Un ámbito comunitario de ternura y de proximidad. Sería la formulación que, de seguirse, haría innecesarias todas las reglamentaciones, tan interminables como incumplidas y, además, incomprensibles. Amándonos hasta el tráfico infernal parecería que lo es menos (…). 

   Bueno, empecé escribiendo sobre esta efeméride de género. Así que retomaré la idea. Algún día hasta las mujeres acabarán hartas de tanta congénere que las reivindica, hasta con violencia feminista. Yo estoy contra las injusticias, las desigualdades, las vejaciones, las humillaciones de unos contra otros, es decir, de los poderosos contra los débiles, en los momentos en que unos u otros están en tal o cual situación. Y celebraré cada vez que me encuentre con quien esté arrimando su hombro al del compañero o alargando su mano al caído. Y me entrará una alegría inmensa cada vez que la bondad tumbe a tanta estupidez.

[La voz de Alcalá, 15 al 31 de marzo de 2017, año XXV nº 449]

 
___________________
 
Si quiere leer más textos de María del Águila Barrios en «CARMINA»,  pinche en su nombre.
 

Post a comment.