Flor en Gandul
—Derivadas de aquellas otras que al principio del XVI plantase Luis Hurtado de Mendoza, crecen flores de azafrán silvestre aquí también llamadas de no merendar, que en noviembre, son mecidas por un viento húmedo y frío. Código que sólo ahora nosotros comenzamos a descifrar.
Tejido o texto. A unos pequeños pétalos, en el camino de la Calera, la brisa anuncia el un
iverso.
—Sólo a lo pequeño puede allegar lo grande.
Juntarlo en nosotros mismos habría de ser nuestro fin principal (ya sabemos que los sentidos de una sola acción son infinitos, y los sinsentidos también).
Qué pequeños ante el mar o las montañas, o el viento o la lluvia, o los bosques…, sólo unos ojos que miran con un gran ánimo de ver. Qué inmenso puede ser lo más diminuto.
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«TRAS EL NAUFRAGIO DE “DIÁLOGOS”»