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LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS. De la serie «RECORTES», Nº 70. Por Pablo Romero Gabella

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(Foto: Manuel Verpi 2013)

«Los revolucionarios de una década acabaron convertidos en los burgueses de la siguiente, generando así este clima esquizofrénico de hoy en el que quienes detentan el poder pretenden ser, al mismo tiempo, el contrapoder, colapsando así toda regeneración auténtica de nuestra sociedad. Ninguna ideología, pues, ningún proyecto; solo los votos, es decir, la seguridad de la permanencia indefinida en el poder. Nunca el mejor socialismo fue seguidista; quería llegar al poder por el convencimiento ilustrado, más que a rastra de los votos emotivos de las multitudes. En algún sitio, Europa, Marx, el socialismo científico, pero aquí subsiste una creencia que cuenta con mil años.»

[Ignacio García May, «Los ochenta», en El Cultural, 19-25 abril de 2013 / Alfonso Lazo, «Sólo votos», El Mundo (Andalucía), 19 de abril de 2013/ Borís Pilniak, El año desnudo, Barcelona, 1985, pág. 97 (traducción de Pedro Mateo Merino, 1ª ed. en ruso,1922)]

RELACIONES DE REPRODUCCIÓN. De la serie «RECORTES», Nº 61. Por Pablo Romero Gabella

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Portada de una edición de Rebelión en la granja (1945) de George Orwell

«El único proyecto político del cerdo es el comunismo porque en las orgías cada cual puede intervenir cuando quiere y nadie está excluido de la fiesta. Mientras que DSK siempre me ha parecido un hombre de derechas, ese comunismo sexual al que aspira como cerdo me entusiasma. A la inversa del movimiento de reducción que caracteriza a la tradición transcendental de la filosofía clásica, él realiza de partida una extensión que excluye toda posibilidad de que la producción sea el acto de sujetos, su cogito práctico. Envuelve la posibilidad de formular un nuevo concepto filosófico de la producción en general. Podemos resumir todo lo que precede diciendo que, por un mismo movimiento, la reproducción reemplaza y transforma las cosas, pero conserva indefinidamente las relaciones. Estas relaciones son evidentemente aquellas que Marx llama relaciones sociales; son las que están dibujadas,  proyectadas en el espacio ficticio del que hablé.»

[Marcela Iacub, amante confesa de Dominique Strauss-Kahn, en Juan Manuel Bellver, «Strauss-Kahn es mitad hombre, mitad cerdo», El Mundo 22 de febrero de 2013 /L. Althusser y E. Balibar, Para leer el capital, Madrid, 2010, pág. 450 (traducción de M. Harnecker, 1ª edición francesa,1967)]

PESADILLA ESPAÑOLA. Por Rafael Rodríguez González

Me veía hablando, con argumentos sólidos y bien expuestos, ante la Asamblea General de la Organización Internacional del Trabajo. Ni Marcelino lo hubiera hecho mejor. Pero casi nadie me atendía: algunos hablaban entre sí, incluso en voz alta; otros salían, volvían para asomarse y de nuevo se iban. El embajador español se mondaba los dientes y daba cabezadas. Pocos parecían tener interés en la realidad socio-laboral de España. «¡Si no están interesados ni los propios españoles!», me dijo Hans von Einsturz, el siempre sonriente embajador alemán ante la OIT y demás organismos internacionales. «Verwechseln sie nicht die kichererbsen mit dem topf» (1), le respondí.

…………De súbito, como es normal en los sueños, víme nada menos que en el Bundestag, sentado entre los cadáveres de Adenauer y Göering. Desde la tribuna, la canciller lanzaba una de sus arengas. De pronto, sus manos se convirtieron en garras de águila vesánica, y su rostro mutó en el de la esposa del regidor del campo de Buchenwald, Ilse Koch, más conocida como «La perra de Buchenwald», famosa por su crueldad y sus sádicas orgías con los esbirros del arbeitslager. De repente, la mayor parte de los diputados se puso en pie y entonó el himno patrio:

…………Deustschland, Deutschland über alles,

…………Über alles in der Welt! (2)

En ese momento, por la megafonía se hizo una enérgica corrección: «Nein, nein!», y enseguida sonó una variante del himno:

…………Das Kapital, das Kapital über alles,

…………Über alles in der Welt!

Había invitados. Todos llevaban trajes de verdugos medievales con detalles bufonescos. Los reconocí, como Arguiñano, en un plis-plas: Rajoy, el portugués Passos, el griego Samaras, el irlandés Kenny, Mario Draghi, de Guindos, Monti, Montoro —tan achispado y jocoso como siempre—, Almunia y otros grandes hombres. También alcancé a ver, entre bambalinas, a Felipe González, Aznar y Duran i Lleida, vestidos de color Maastricht chillón. Las caras de todos estos héroes de la Humanidad se transmutaban continuamente: aparecían en ellas el general Pétain, Oliveira Salazar, el noruego Quisling, el croata Pavelic, el belga Degrelle, el griego Rallis, el francés Laval, Victor Manuel III, Serrano Súñer, Muñoz Grandes y otros colaboracionistas y epígonos del III Reich. Todos se esforzaban por seguir el canto del himno, pero sólo acertaban a repetir «Das Kapital, Das Kapital!», como si estuvieran pregonando el libro de Carlos Marx (¡qué horror!). La Merkel les silenció con sólo mirarlos. «Was wir tun! Das sind diejenigen die haber» (3), pude leer en sus labios. Se lo decía, a micrófono cerrado, al tal Einsturz, que también es secretario personal de esta nueva «capitana» a lo Ilse Koch. Concluí que herr Einsturz (4) está en todas partes.

…………Al final del sueño me vi trasladado, junto a cientos de miles de criaturas, al campo de Buchenwald, donde trabajábamos hasta caer al suelo, sin sueld0, sin medicinas y sin esperanza de pensión, «custodiados» por esos seres de rostros mudables y entrañas imperturbables. Curiosamente, Buchenwald tenía un perímetro de 7526 kilómetros, igual que España. Por la megafonía no paraban de aleccionarnos para justificar la situación. Yo fui uno de los primeros en morir, después de arrancar un altavoz y lanzarme sobre los esbirros. Mejor morir de un tiro que de hambre y humillación.

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1)     «No confunda los garbanzos con la olla».

2)     «Alemania, Alemania por sobre todo, por sobre todo en el mundo».

3) «¿Qué le vamos a hacer? Estos son los que tenemos».

4)     Eiensturz: derrumbamiento, ruina.

DE IMPUESTOS Y REYES: ALCALÁ DE GUADAÍRA Y EL EMPRÉSTITO FORZOSO DE 1865. Por Pablo Romero Gabella* 2012

A toda mi familia, y desde hace dos años aún más

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«Créalo don Mariano:

todos los gobiernos son peores

si no dan curso al dinero

para que corra de mano en mano.»

Benito Pérez Galdós, O´Donnell

(Episodios Nacionales, 4ª serie, 5)

Madrid, 1904

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«Hegel dice en alguna parte

que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal

aparecen dos veces.

Pero se olvidó de agregar:

una vez como tragedia y la otra como farsa».

Karl Marx,

El 18 brumario de Luis Bonaparte, 1869

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Isabel II
1830-1904
Federico Madrazo y Kuntz
1815-1894

…………Una velada en el teatro

Esta historia que les paso a relatar deberán ustedes decidir, queridos lectores, qué de tragedia o qué de farsa tiene respecto a nuestra actual circunstancia patria . Pero además de esto, nuestro relato contiene mucho déficit público, poco crédito, latrocinios reales, crisis de gobierno, algaradas en la Puerta del Sol, campañas mediáticas, muertes y también el enfoque micro: el alcalareño, por supuesto.

…………Comenzamos en el Teatro del Circo de Madrid el 30 de enero de 1865. Esa fecha, donde para muchos comenzó el español género de la revista, se estrenaba 1864 y 1865. Revista cómico-lírico-fantástica, obra del alcalareño D. José María Gutiérrez de Alba y con música de D. Emilio Arrieta.  En ella se glosaban los temas del momento en un tono sarcástico y cómico de la mano del viejo año 64 y de su jovencísimo hijo 65. En la Escena XI aparecen ante padre e hijo un grupo de hombres gordos y otro de flacos. Lo que sigue es una particular dialéctica castiza que comienzan los gordos: «nosotros somos/ los que benéficos/ salvando vamos/la situación./ Sin nuestra ayuda,/ sin nuestro crédito,/ no prosperará (nuestra nación).» A esto responden los flacos: «Nosotros somos/ los pobres cándidos./que seducidos/ por la ambición/ soltando, ilusos/ nuestro metálico,/con él perdimos/ nuestra ilusión.»

…………La obra se estrenaba, con éxito, cuando el país estaba inmerso  en la polémica provocada por la presentación en el Congreso de los Diputados , el 19 de enero, de un proyecto de empréstito forzoso de 600 millones de reales para los contribuyentes de más de 400 reales anuales. En la España del momento no se sabía muy bien quiénes eran los gordos o los flacos, si el Estado o los ciudadanos.

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…………La edad del pasteleo

Nuestra historia se enmarca dentro del período final del reinado de Isabel II (1844-1868), años marcados por la política del pasteleo entre los espadones  del partido moderado (Narváez) y la Unión Liberal (O`Donnell). Entre 1865 y 1868 triunfaba el liberalismo oligárquico (lo que dejaba fuera a gran parte de la población) y su política consistía en el «juego de regates cortos en torno a un poder cada vez más frágil… La contradanza que bailaron Narváez y O`Donnell  en torno a la reina fue un ejemplo mayor y más acabado de la miseria de aquel prolongado crepúsculo» (Isabel Burdiel, Isabel II. Una biografía, Madrid, 2010, p. 739). El año 1865 comenzaba con otro gobierno más del general moderado Narváez, que se formó el 16 de septiembre de 1864, y que intentaba aglutinar desesperadamente a las facciones del moderantismo, dando entrada en el Ministerio de la Gobernación  a González Bravo,  líder del sector duro y cercano a la Corte. La situación económica era alarmante ya que el ciclo de crecimiento comenzado en 1855 estaba en decadencia en gran medida debido al final de la burbuja ferroviaria inflada por el capital foráneo  y que tras diez años llegaba a su fin. Esto se demostró en 1864 con una serie de quiebras bancarias encabezadas por la francesa Sociedad General de Crédito. La contracción de la inversión extranjera trajo como consecuencia la desaceleración de la producción industrial y el retraimiento de los inversiones locales. Esto venía acompañado de un desbocado déficit público —¿les recuerda esto algo?— que no podía colocar sus títulos de deuda en los mercados europeos —¿cuál sería la prima de riesgo?—. El déficit se encontraba en torno al 30% (¡!), y esto era debido a razones tanto coyunturales como estructurales. Respecto a las primeras nos referimos al endeudamiento que se produjo durante el Gobierno Largo de O`Donnell (1859-1863) debido a las aventuras coloniales en Marruecos, México, Santo Domingo y la Conchinchina. En cuanto a las primeras nos encontramos con que la Hacienda pública adolecía del grave problema del escaso poder recaudatorio o, lo que es lo mismo, el elevado fraude fiscal existente. En 1845 los moderados intentaron organizar el sistema fiscal de la mano del ministro Alejandro Mon. Así, además de crear el Presupuesto del Gobierno que debía ser aprobado por las Cortes, unificaba el intricado catálogo de impuestos en dos grandes bloques: los directos (territorial o agrario, industrial y sobre las hipotecas) y los indirectos, siendo estos los que más afectaban a las clases populares, especialmente los odiados consumos que grababan los productos de primera necesidad. En el periodo de 1865-1869 el déficit público (diferencia ingresos-gastos) era de 155 millones. Del apartado de ingresos el 74% procedían de los impuestos indirectos, es decir, las fortunas más modestas o bajas eran las que sostenían en gran medida al Estado —¿les suena?—. Y en ese contexto llegó la propuesta del ministro de Hacienda, el marqués de Barzanallana, de obligar a todo contribuyente de más de 400 reales anuales a prestar dinero al Estado. Las consecuencias no fueron ni mucho menos las esperadas, al contrario, gran parte de la opinión pública, y no solo la oposición progresista y demócrata , se levantó contra tal medida y los periódicos comenzaron a recibir cartas de protesta de sus lectores.

Ramón María Narváez
1800-1868
Vicente López Portaña
1772-1850

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…………Carta de unos desconocidos

Una de esas cartas fue la que publicó el periódico madrileño La Libertad el 5 de febrero. La firmaban «vecinos y contribuyentes de Alcalá de Guadaíra» que «honrándose con el nombre de españoles (…) si vieran en el sacrificio que se les exige un remoto bienestar de ella, con gusto sacrificarían cuanto poseen por conseguirlo». ¿Quiénes eran? No aparece ningún nombre, pero la pista la ofrece el periódico al cual escriben, ya que se autotitulaba como «periódico moderado». Era una de las cabeceras a las que la oposición demócrata-progresista denominaba como «subvencionados», porque eran progubernamentales. No obstante los periódicos de aquella época no eran tan sectarios como podríamos pensar en nuestros días, ya que este periódico aunque moderado, se oponía a la orientación dura del Gobierno Narváez, y especialmente de González Bravo, convertido en el hombre fuerte del momento. Es tanto así que en su editorial del 1 de febrero decía que el problema del empréstito era «una cuestión de humanidad». Por tanto, podemos pensar que nuestros alcalareños podrían encuadrarse dentro del moderantismo. Sobre este grupo socio-político apenas sabemos algo en Alcalá, no más de los nombres de sus figuras más destacadas como Fernando Lasso de la Vega (proveniente de Sevilla y líder del moderantismo a mitad de siglo) o Isidoro Díaz y Cos (alcalde liberal-conservador al final del reinado de Isabel II y  durante la Restauración). Queda mucho por estudiar, si lo comparamos con el sector progresista-demócrata de Cabello de la Vega y de los Gutiérrez de Alba. Pero podemos establecer que las diferencias entre progresistas y moderados no parecían tan evidentes en el plano de lo social, ya que se nutrían de la mediana y pequeña burguesía donde los  panaderos tenía un importante papel debido a su éxito en el mercado sevillano (en 1864 los asilos municipales para mendigos utilizan en exclusiva el pan alcalareño).  En la carta de nuestros desconocidos alcalareños encontramos un especial interés por la industria, más que por el campo. Sobre el campo señalaban que los males se centraban en «la escasez de las cosechas anteriores y lo costoso de las  labores a causa de la falta de brazos» y que por tanto «tienen a la clase labradora por demás esquilmada».  El punto de vista sobre los problemas del campo vienen desde una óptica de propietarios (clase labradora), señalando uno de los tópicos del momento por parte de los propietarios: la falta de mano de obra campesina. Sin embargo señalan que la que sería arruinada con esta medida sería la industria. Y parten de una idea: el subdesarrollo de la industria en España. Así decían que «como en la mayor parte de las provincias de España, la industria se ejerce en tan pequeña escala que el capital en ella invertido equivale al tanto o cuanto más al duplo de la contribución que en un año se satisface». Por tanto concluyen que «tan pequeño capital, claro es que no da garantía al prestamista para exigir sobre él cantidad alguna, ventaja que reporta por de pronto el dueño de la propiedad inmueble». Y a continuación pasan a hacer un ejercicio contable muy burgués: «Éste, sin embargo, cuando la encuentra tiene que abonar el 15 y el 20 por 100, que unido a los gastos de la fianza y los demás indispensables al negocio, no baja del 25». Si los gastos para satisfacer al Gobierno son del 25%, y la deuda pública supone un interés para el contribuyente del 6% —y si tiene el valor de «luchar en las oficinas encargadas de abonarles»— se infiere que «resultar debe un perjuicio del 19 por 100 a los que pidan  y encuentren prestado para prestar al gobierno (…) nada diremos de aquéllos que no importando su capital el tanto que se les exige, tienen que entregarlo en el espacio de siete meses, sin encontrar quien les preste un céntimo». A resultas, para prestar al gobierno había que pedir prestado, y eso quien pudiera. Gutiérrez de Alba no encontraba mejor metáfora de la situación económica del país en su sátira que la de los gordos y los flacos.

…………Para los contribuyentes alcalareños, esta medida, más que beneficiar al Estado supondría que «daríamos uno, dos y más pasos hacia su completa y quizás próxima ruina». Y terminaban diciendo que «medios tiene el gobierno de S.M. con que hacer desaparecer la apurada situación en que el Tesoro se encuentra, sin privar al país de los veneros de su riqueza.  La Cámara los conoce, como los conoce el gobierno por ello». En este razonamiento, tan familiar hoy a nuestros oídos,  no sabemos a qué medios aludían para acabar con el déficit aunque creemos que algún papel pudiera corresponder a la Corona.

Emilio Castelar y Ripoll
1832-1899
Joaquín Sorolla y Bastida
1863-1923

.…………Monarquía rasgada

Junto a la exposición de nuestros alcalareños salieron a la luz de las imprentas muchísimas más, uniendo a sectores críticos del moderantismo con progresistas y demócratas, donde estacaba la afilada prosa de su líder Castelar desde su tribuna en La Democracia, y que lograron al final tumbar el proyecto y hacer caer el 20 de febrero al ministro de Hacienda (que curiosamente, o no, volvería a hacerlo en el último gobierno de Isabel II). Sin embargo, el Gobierno de Narváez intentó una salida al fracaso de su política con un golpe de efecto, que diríamos hoy mediático. El mismo día que dimitía el ministro de Hacienda, presentaba un proyecto de Enajenación del Patrimonio Real para así aliviar el problema del déficit. El Presidente del  Gobierno diría con entusiasmo que la Reina había tenía un «rasgo de la inagotable munificencia» real y exclamaba «¡Cuán feliz es la nación que tiene una Reina, tan grande, tan generosa, tan patriótica!». No obstante la reacción no se hizo esperar, cinco días después, el 25 de febrero, Castelar publicó en La Democracia uno de los más famosos artículos de la historia de nuestro país, titulado «El rasgo», donde se ponía en solfa la pretendida generosidad regia ya que de las ventas de los bienes reales el 75% pasaría al Estado y el 25% a la reina. Castelar defendía que no era tal la generosidad, sino un verdadero latrocinio de las arcas del Estado ya que la reina convertiría en bienes personales el 25% de los bienes públicos. Este artículo provocó tal conmoción, que las consecuencias no se hicieron esperar. La oposición cargó las tintas contra la supuesta generosidad de la Reina ya que además de no enajenar sus joyas ni los principales palacios (propiedad privada de los reyes) hacía un buen negocio. Era por así decirlo una gran desamortizadora en su propio beneficio, tal como Teresita, la cortesana,  protagonista del Episodio Nacional de Galdós que cubría esa etapa. El Gobierno pidió que Castelar fuera expulsado de su puesto como profesor de Historia en la Universidad de Madrid.  Esto provocaría la caída del rector y las iras del alumnado que organizaría manifestaciones y actos de desagravio ante las autoridades. A esto respondería el Ministro de Gobernación, González Bravo, con lo siguiente ante el pleno del Congreso:  «Si se acude al terreno de la fuerza se opondrá la fuerza, al hierro se opondrá el hierro ¡y desgraciado del que caiga!». Y así las cosas, en la noche del 10 de abril de 1865, la célebre noche de San Daniel, la manifestación de estudiantes en la Puerta del Sol terminaría en algarada, y con ella los disparos de las fuerzas del orden que ocasionaron 9 muertes. Cientos de estudiantes acabaron detenidos. Tan maltrecho quedo el gobierno que el 21 de junio dimitió y pasó, como no podía ser de otro modo, a manos de O`Donnell. Se cerraba en falso un problema que a la larga acarrearía el final de la Monarquía, ya azotada en años anteriores por los escándalos de corrupción y nepotismo de la reina madre María Cristina de Borbón y su segundo marido, el Duque de Riánsares. Como bien dice la principal biógrafa de Isabel II, Isabel Burdiel, estos hechos sirvieron para «enturbiar más la imagen de la reina escandalosa, lasciva y reaccionaria».

…………En Alcalá al finalizar el año de 1865, se conformaría el Comité del Partido Demócrata, presidido por Cabello de la Vega. Los antes monárquicos-progresistas ahora pasaban a conformar  la opción democrática y republicana que a partir de la Revolución de 1868 y hasta 1873 gobernaría Alcalá de Guadaíra. A buen seguro, los acontecimientos que hemos narrado habrían jugado un papel destacado en este cambio.

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(*) Pablo Romero Gabella es profesor de Historia

del Instituto de Enseñanza Secundaria Vía Verde

de Puerto Serrano (Cádiz)

AIREANDO LOS TRAPOS SUCIOS ESPAÑOLES (*). Por George Orwell 1903-1950 (Traductor del inglés al español, Manuel Sánchez Rosa)

Manifestantes en la Puerta del Sol
1936
(Fuente: FOTOS Y VÍDEOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA)

Es posible que la Guerra Civil española haya producido una cosecha de mentiras más rica que cualquier otro evento desde la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918, pero sinceramente dudo, a pesar de todas esas hecatombes de monjas que han sido violadas y crucificadas ante los ojos de los reporteros de Daily Mail, que hayan sido los periódicos pro-fascistas los que han hecho el mayor daño. Son los periódicos de izquierdas, el News Chronicle y el Daily Worker, con sus sutilísimos métodos de distorsión, los que han evitado que el público británico captase la verdadera naturaleza de la lucha.

Falangistas desfilando en San Sebastián
1936
(Fuente: FOTOS Y VÍDEOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA)

…………El hecho que estas publicaciones han oscurecido tan cuidadosamente es que el Gobierno Español (incluido el semi-autónomo gobierno catalán) está más temeroso de la revolución que de los fascistas. En este momento es casi seguro que la guerra terminará con algún tipo de acuerdo, y no hay la más mínima razón para dudar que el Gobierno, que dejó caer a Bilbao sin mover un dedo, desea salir totalmente victorioso; pero tampoco cabe duda sobre la meticulosidad con la que está aplastando a sus propios revolucionarios. Por algún tiempo ya pasado, un reinado del terror -supresión forzosa de partidos políticos, una sofocante censura de la prensa, espionaje incesante y encarcelamiento en masa sin juicio-ha estado en marcha. Cuando salí de Barcelona a finales de junio las cárceles estaban repletas; de hecho, las verdaderas cárceles llevaban bastante tiempo desbordadas y a los presos los estaban apiñando en tiendas vacías y cualquier otro descargadero que se pudiese encontrar para ellos. Pero el asunto a tener en cuenta es que la gente que ahora se encuentra en prisión no es fascista sino revolucionaria; no está allí porque sus opiniones estén muy a la derecha, sino porque están muy a la izquierda. Y los responsables de meterlos allí son los terribles revolucionarios ante cuyo simple nombre Garvin (**)  tiembla en sus botas: los Comunistas.

…………Mientras tanto, la guerra contra Franco continúa, pero, excepto por los desgraciados en las trincheras de la línea de fuego, nadie en el Gobierno de España piensa que sea una guerra real. La verdadera batalla es entre revolución y contra-revolución; entre los trabajadores que tratan en vano de mantener un trozo de lo que ganaron en 1936, y el bloque liberal-comunista que tan exitosamente se lo están arrebatando. Es una desgracia que tan poca gente en Inglaterra se haya percatado del hecho de que el Comunismo es ahora una fuerza contra-revolucionaria; que los comunistas de todas partes están aliados con el reformismo burgués y usan la totalidad de su poderosa maquinaria para aplastar o desacreditar a cualquier partido que muestre signos de tendencias revolucionarias. De ahí el grotesco espectáculo de comunistas atacados como perversos rojos por los intelectuales de la derecha que en esencia están de acuerdo con ellos. El señor Wyndham Lewis, por ejemplo, debería amar a los comunistas, al menos por un tiempo. En España la alianza Comunista-Liberal ha salido casi completamente victoriosa. No queda nada sustancial de todo lo que los obreros españoles consiguieron en 1936, excepto por unas pocas granjas colectivas y cierta cantidad de tierra de la que se apoderaron los campesinos el año pasado. Y presumiblemente, incluso los campesinos serán sacrificados más adelante, cuando no haya ninguna necesidad de aplacarlos. Para ver cómo surgió la situación actual es necesario mirar hacia atrás, a los orígenes de la Guerra Civil.

Franco y Yagüe
Sevilla
1936
(Fuente: FOTOS Y VÍDEOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA)

.………..El intento de Franco de hacerse con el poder se diferenció de los de Hitler y Mussolini en que fue una insurrección militar, comparable a una invasión extranjera, por lo que no tuvo un apoyo masivo, aunque desde entonces Franco ha intentado conseguirlo. Sus principales partidarios, aparte de ciertas secciones de los grandes negocios, fueron la aristocracia terrateniente y la enorme Iglesia parasitaria. Obviamente una insurrección de este tipo consigue formar en su contra a varias fuerzas que no están de acuerdo en ningún otro aspecto. El campesino y el obrero odian el feudalismo y el clericalismo, pero también lo hace el burgués liberal, que no se opone en absoluto a una versión más moderna de fascismo; al menos mientras no se le llame Fascismo. El burgués liberal es genuinamente liberal hasta el punto en el que se acaban sus intereses. Representa al grado de progreso que implica la frase «la carrière ouverte aux talents»(***) . Porque claramente no tiene la posibilidad de desarrollo en una sociedad feudal en la que el obrero y el campesino son demasiado pobres para comprar mercancías, donde la industria está agobiada por el peso de enormes impuestos que pagan atuendos de obispos, y donde cada trabajo lucrativo se da por norma general al amigo del hijo ilegítimo del duque. De ahí que, ante un reaccionario descarado como Franco, consigues durante un tiempo una situación en la que el obrero y el burgués -en la realidad enemigos mortales- luchen hombro con hombro. Esta dificultosa alianza se conoce como el Frente Popular (o, en la prensa comunista, para darle un falso atractivo democrático, el Frente del Pueblo). Es una combinación con tanta vitalidad y tanto derecho a existir como un cerdo con dos cabezas o cualquier otra monstruosidad de Barnum and Bailey.

Entierro de Durruti
Barcelona
1936
(Fuente: FOTOS Y VÍDEOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA)

…………En cualquier situación de emergencia grave, la contradicción que implica el Frente Popular está destinada a hacerse patente. Ya que incluso cuando el obrero y el burgués luchan juntos contra el Fascismo, no lo hacen por las mismas cosas: el burgués lucha por democracia burguesa, es decir, Capitalismo. El obrero, en la medida que comprende el asunto, por Socialismo. Y en los primeros días de la revolución los obreros españoles comprendieron el asunto estupendamente. En las áreas donde el Fascismo fue derrotado no se contentaron con expulsar a las tropas rebeldes de los pueblos, también aprovecharon la oportunidad de apropiarse de la tierra y fábricas y de establecer los principios poco definidos de un gobierno obrero mediante comités locales, milicias obreras, fuerzas policiales, etcétera, etcétera. Sin embargo, cometieron el error (quizás porque la mayoría de los revolucionarios activos eran anarquistas con la desconfianza de todos los parlamentos) de dejar al Gobierno Republicano con el control simbólico. Y, a pesar de varios cambios en la administración, cada subsecuente Gobierno había sido del mismo carácter burgués-reformista. Al principio, parecía no importar porque el Gobierno, especialmente en Cataluña, casi no tenía poder y los burgueses tenían que mantenerse apartados o incluso (todavía ocurría cuando llegué a España en diciembre) disfrazarse de obreros. Más tarde, cuando el poder se escapó de las manos de los anarquistas a las manos de los comunistas y socialistas de derechas, el Gobierno pudo reafirmarse, los burgueses salieron de su escondite y reapareció la vieja división de la sociedad en ricos y pobres, sin muchas modificaciones. De ahí en adelante cada movimiento, excepto algunos dictados por emergencia militar, se dirigía a deshacer el trabajo de los primeros meses de la revolución. De todas los ejemplos que podría elegir, citaré sólo uno, la desintegración de las viejas milicias obreras, que estaban organizadas en un sistema genuinamente democrático con oficiales y reclutas recibiendo la misma paga y mezclándose en términos de igualdad completa, y la sustitución por el Ejercito Popular (de nuevo, en la jerga Comunista: Ejercito del Pueblo), modelado todo lo posible como un ejercito burgués, con una privilegiada casta de oficiales, diferencias inmensas de paga, etc., etc. No hace falta decir que esto se anuncia como una necesidad militar, y casi es seguro que se encamina a la eficiencia militar, al menos por un breve periodo. Pero el indudable propósito del cambio fue darle un golpe a la igualdad. En cada aspecto se ha seguido la misma política, con el resultado de que tan solo un año después del estallido de la guerra y la revolución el panorama es en efecto un Estado burgués ordinario, con, además, un reinado de terror para preservar el status quo.

…………Probablemente, este proceso podría no haber llegado tan lejos si la lucha se hubiera producido sin intromisión extranjera. Pero la debilidad militar del Gobierno lo hizo imposible. Ante los mercenarios franceses tuvieron que girarse hacia Rusia para solicitar su ayuda, y aunque la cantidad de armas suministradas por Rusia se ha exagerado enormemente (en mis primeros tres meses en España sólo vi una arma rusa, una ametralladora solitaria), el mero hecho de su llegada puso a los Comunistas en el poder. Para comenzar, los aviones y armas rusos, y las buenas cualidades de las Brigadas Internacionales (no necesariamente comunistas pero bajo control comunista), elevaron inmensamente el prestigio Comunista. Pero, aún más importante, como Rusia y México eran los únicos países que abiertamente suministraban armas, los rusos pudieron no solo conseguir el dinero por sus armas, sino aprovecharse de los términos de su venta también. Dicho rápidamente, los términos fueron: «Aplastad la revolución o no obtendréis más armas». La razón que habitualmente se da para justificar la actitud de Rusia es que si Rusia figuraba como instigadora de la revolución, el pacto Franco-Soviético (y la deseada alianza con Gran Bretaña) estaría en peligro. También podría ser que el espectáculo de una verdadera revolución en España pudiese alzar ecos no deseados en Rusia. Los Comunistas, por supuesto, niegan que se haya ejercido presión directa alguna por el Gobierno Ruso. Pero esto, incluso si es verdad, no importa demasiado, ya que se asume que los Partidos Comunistas de todos los países llevan a cabo la política Rusa. Y es seguro que el Partido Comunista Español, junto con los Socialistas de derechas a los que controlan, y la prensa Comunista del mundo entero han usado toda su inmensa y siempre creciente influencia para apoyar el lado contra-revolucionario.

…………En la primera mitad de este artículo sugerí que la verdadera lucha en España, por el lado del Gobierno, ha sido entre revolución y contra-revolución; que el Gobierno, aunque lo suficientemente preocupado para evitar ser derrotado por Franco, ha estado incluso más preocupado por deshacer los cambios revolucionarios que acompañaron al estallido de la guerra.

…………Cualquier Comunista rechazaría esta sugerencia como errónea o interesadamente deshonesta. Te diría que no tiene sentido hablar del Gobierno español aplastando a la revolución porque la revolución nunca ha ocurrido, y que nuestra tarea por el momento es vencer al Fascismo y defender la Democracia. Y en este respecto es de vital importancia ver cómo funciona exactamente la propaganda Comunista antirrevolucionaria. Es un error pensar que esto no tiene relevancia en Inglaterra, donde el Partido Comunista es pequeño y débil en comparación. Veremos su relevancia muy rápidamente si Inglaterra entra en alianza con la U.R.S.S., o quizás incluso antes, ya que la influencia del Partido Comunista está destinada a aumentar –está aumentando visiblemente- cuanto más y más se dé cuenta la clase capitalista de que el Comunismo de nuestros días está jugando a su juego.

…………En líneas generales, la propaganda Comunista depende de aterrorizar a la gente con los (realmente ciertos) horrores del Fascismo. También incluye fingir –no en esas palabras, pero por implicación- que el Fascismo no tiene nada que ver con el capitalismo. El Fascismo es tan solo alguna forma de vileza sin sentido, una aberración, sadismo de masa, el tipo de cosa que ocurriría si de repente soltaras a un psiquiátrico completo de maniacos homicidas. Presenta al Fascismo de esta forma y podrás movilizar la opinión pública contra él, al menos por un tiempo, sin provocar movimiento revolucionario alguno. Puedes oponerte al Fascismo mediante Democracia burguesa, que viene a ser capitalismo. Pero mientras tienes que librarte de la molesta persona que señala que el Fascismo y la democracia burguesa son Tararí y Tarará (****). Al principio lo haces llamándolo visionario inverosímil. Le dices que está confundiendo el asunto, que está dividiendo a las fuerzas antifascistas, que éste no es el momento de frases revolucionarias que siembren el odio, que por el momento tenemos que luchar contra el
Fascismo sin preguntar muy precisamente por qué estamos luchando. Más tarde, si todavía se niega a callarse, cambias de tono y lo llamas traidor. Más exactamente, lo llamas un trotskista.

Trotksky
1879-1940

…………¿Y qué es un trotskista? Esta temible palabra –en estos momentos en España te pueden meter en la cárcel y mantenerte allí indefinidamente, sin juicio, por el mero rumor de que eres un trotskista- está empezando a circular ahora en Inglaterra. Con el tiempo sabremos más de ella. La palabra trotskista (o trotsky-fascista) se usa habitualmente para designar a un fascista disfrazado que aparenta ser un ultra-revolucionario con el propósito de dividir a las fuerzas de izquierdas. Pero basa su curioso poder en el hecho de que significa tres cosas distintas: Puede significar alguien que, como Trotsky, deseaba la revolución mundial; o un miembro de la organización de la que Trotsky es líder (el único uso legítimo de la palabra); o el ya mencionado fascista disfrazado. Los tres significados se pueden encajar uno dentro del otro según se desee. El significado nº 1 puede llevar con él el del nº 2, y el nº 2 casi siempre lleva en sí el nº 3. De ahí que: «Se ha escuchado a X hablar favorablemente de la revolución mundial, por lo que es un trotskista, luego es un fascista». En España, y hasta cierto punto incluso en Inglaterra, cualquiera que profese el socialismo revolucionario (es decir, que profese las cosas que el Partido Comunista profesaba hasta hace unos años) está bajo sospecha de ser un trotskista a sueldo de Franco o Hitler.

…………La acusación es muy sutil, porque en cualquier caso, a menos que alguien supiese lo contrario, podría ser cierta. Un espía fascista probablemente se disfrazaría de revolucionario. En España, cualquiera cuyas opiniones estén a la izquierda de las del Partido Comunista resultará ser, tarde o temprano, un trotskista o, al menos, un traidor. Al comienzo de la guerra, el P.O.U.M. (Partido Obrero de Unificación Marxista), un partido comunista de la oposición que grosso modo se corresponde con el I.L.P. inglés (Partido Laborista Independiente) , era un partido aceptado y aportó un ministro al gobierno catalán. Más tarde, fue expulsado del gobierno; a continuación se denunció que era trotskista, y luego fue suprimido, metiendo en la cárcel a cualquier miembro que la policía pudiera agarrar.

…………Hasta hace unos meses, se describía a los anarco-sindicalistas como trabajadores leales junto a los comunistas. Entonces se los hizo desaparecer del Gobierno, entonces resultó que no trabajaban tan lealmente, ahora están en proceso de convertirse en traidores. Después llegará el turno de los Socialistas de izquierda. Caballero, el ex presidente Socialista de izquierda, hasta mayo de 1937 ídolo de la prensa Comunista, está ya en la más absoluta oscuridad, un trotskista y enemigo del pueblo. Y así continúa el juego. El final lógico es un régimen en el que cualquier partido de la oposición y periódico sea suprimido y cualquier disidente de importancia esté en la cárcel. Por supuesto, un régimen así será Fascismo. No será lo mismo que el fascismo que Franco impondría, será mejor que el fascismo de Franco hasta el punto de que merezca la pena luchar por él, pero será Fascismo. Solo que, al estar bajo el mando de Comunistas y Liberales, tendrá un nombre distinto.

…………Mientras tanto, ¿puede ganarse la guerra? La influencia Comunista ha sido en contra del caos revolucionario y, por tanto, con la excepción de la ayuda Rusa, ha tendido a crear una mayor eficiencia militar. Si los Anarquistas salvaron el Gobierno de agosto a octubre de 1936, los Comunistas lo han salvado de octubre en adelante. Pero al organizar la defensa han conseguido matar el entusiasmo (dentro de España, no fuera). Han hecho posible un ejercito de reclutas militarizados, pero también lo han hecho necesario. Es significante que tan pronto como en enero de este año, el reclutamiento voluntario había cesado en la práctica. Un ejército revolucionario puede a veces ganar por su entusiasmo, pero un ejército de reclutas tiene que ganar por las armas, y no sería lo normal que el Gobierno tuviese una gran superioridad de armas, a menos que Francia interviniera o a menos que Alemania e Italia decidieran escaparse con las colonias españolas y dejaran a Franco en la estacada. En general, parece que lo más probable sería un estancamiento.

…………¿Y la intención del Gobierno es realmente ganar? No pretende perder, es cierto. Por otro lado, una victoria rotunda, con Franco a la fuga y los alemanes e italianos repelidos hacia el mar, traería consigo difíciles problemas, algunos de ellos demasiado obvios como para mencionarlos. No hay pruebas reales y uno sólo puede juzgar por los eventos, pero sospecho que a lo que el Gobierno está jugando es a alcanzar un compromiso que dejaría la situación de guerra esencialmente en su existencia. Todas las profecías son erróneas, así que está también lo será, pero aprovecharé la oportunidad y diré que aunque la guerra finalizara pronto o se prolongara años, acabará con España dividida, o bien por fronteras reales o bien por zonas económicas. Por supuesto, un compromiso así podría ser proclamado como una victoria por cualquiera de los bandos, o por ambos.

…………Todo lo que he dicho en este artículo se consideraría banal en España, o incluso en Francia. Sin embargo en Inglaterra, a pesar de que el interés en la guerra española ha aumentado, hay muy poca gente que haya escuchado alguna vez acerca de la enorme lucha que está ocurriendo tras las líneas del Gobierno. Por supuesto, esto no ocurre por accidente. Ha habido una conspiración bastante deliberada (podría dar ejemplos concretos) para evitar que se comprenda la situación española. La gente que debería conocerla mejor, se ha inclinado hacia el engaño alegando que si cuentas la verdad sobre España ésta se utilizará como propaganda Fascista.

…………Es fácil ver a dónde lleva una cobardía tal. Si se le hubiese ofrecido al público británico una versión veraz de la guerra española, éste habría tenido la oportunidad de aprender qué es el Fascismo y cómo se puede combatir. En realidad, la versión del News Chronicle del Fascismo como un tipo de manía homicida característica del Coronel Blimps murmullando en el vacío económico se ha establecido con más firmeza que nunca antes. Y así estamos un paso más cerca de la gran guerra contra el Fascismo (comparar con contra el militarismo de 1914) que permitirá al Fascismo, en su variedad británica, deslizarse sobre nuestros cuellos en su primera semana.

George Orwell
1903-1950

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* Artículo publicado en el periódico británico «New English Weekly» (29 de julio y 2 de septiembre de 1937).

** Garvin era un periodista inglés.

*** «la carrera abierta a los talentos» .

**** Tararí y Tarará son personajes de Alicia en el país de las maravillas. Gemelos en apariencia, pero de personalidades distintas.

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CON CIENCIA OBRERA. De la serie «RECORTES», Nº 11. Por Pablo Romero Gabella

Il Quarto Stato
Giuseppe Pellizza da Volpedo
1868-1907

«La huelga general paralizó la industria y la construcción, pero se sintió bastante menos en el comercio y los servicios. La propia CEOE reconoció ayer que la huelga tuvo más incidencia en el norte de España, que reúne a las comunidades autónomas más industrializadas. Del mismo modo, el conjunto de talleres o de fábricas en que encuentra aplicada una misma técnica independientemente de las reparticiones de propiedad constituye lo que Marx llama “experiencia práctica en gran escala”. Este “obrero colectivo” es ahora un individuo completamente diferente de aquel que formaba la unidad característica del trabajo artesanal-manufacturero. “Para ser productivo ya no es necesario que uno mismo ponga manos a la obra; basta ser un órgano del trabajador colectivo o llenar un función cualquiera. La determinación primitiva del trabajo productivo nacida de la naturaleza misma siempre es verdadera en relación al trabajador colectivo considerado como una sola persona, pero ya no se aplica a cada uno de sus miembros tomados por separado”. Eso sí, ningún fabricante se lamentó de estos resultados. O bien los paros estaban ya programados o bien les ha permitido ganar un día de ajuste en su producción, muy condicionada por una demanda a la baja en Europa»

[El Mundo, 26 de marzo de 2012, págs. 1 y 7/ L. Althusser y E. Balibar, Para leer el capital, Madrid, 2010, págs. 404-405 (traducción de M. Harnecker, 1ª edición francesa,1967)]

COLOQUIOS (138). Gabi Mendoza Ugalde

– Debemos enseñar a transformar la realidad.

– ¿No es cambiante de suyo?

– Tú, siempre, tan inmovilista.

– ¡Que nos enseñen a transformarnos y, luego, ya se verá lo que ocurre con la realidad!

– …

FENOMENOLOGÍA Y ASESINATO. De la serie «RECORTES», Nº 8. Por Pablo Romero Gabella

Louis Althusser
1918-1990

«El filósofo arrodillado ante ella se inclina sobre su cuerpo, le da un masaje en el cuello en silencio. Pero esta vez apoyó los dos pulgares en el hueco de la carne que bordea en el alto esternón y los llevó hacia la zona más dura encima de las orejas. Es libre de la cosa por haberla elaborado y trabajado. Se estremece en todo su ser en la angustia aterrada ante la muerte, materializada en el Amo en forma de amenaza. El rostro de su mujer está inmóvil y sereno, con los ojos abiertos mirando el techo. Y de pronto, al filósofo le invade el terror, los ojos de Hélène están fijos y su lengua reposa entre sus dientes y sus labios. Ha estrangulado a su mujer. El error es, para Hegel, un momento de la verdad: constituye su fijación dogmática, que debe siempre fecundarse con la conciencia escéptica. Refutar es desarrollar la verdad que todo error encierra. El hecho de que el filósofo marxista de guardia estrangulara a su mujer fue tomado como el símbolo de la violencia de una doctrina que ya estaba a punto de perecer a manos de la nueva filosofía.

…………»El espíritu hundido en sus heridas revolucionarias inicia su recorrido por la moralidad: Kant, Fichte, el Alma Bella (Novalis). Se esboza un orden post-revolucionario protagonizado por una conciencia activa que pronuncia un lenguaje conciliador, que sabe pedir perdón y que espera, en reciprocidad, ser perdonado.»

[Eugenio Trías, “Espiral reflexiva”, en ABC Cultural nº1034 /Manuel Vicent, “No todos los filósofos matan a su mujer”, en Babelia nº1058, ambos publicados el 3 de marzo de 2012]

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«RECORTES», Nº 1 LA DEUDA: UN CLÁSICO
«RECORTES», Nº 2  ¡QUÉ IDEA, «MA QUALE IDEA»!
«RECORTES», Nº 3 DOS RATAS EN «EAST COOKER»
«RECORTES», Nº 4 E.R.E. (EXPEDIENTE DE REGENERACIÓN ÉTICA)
«RECORTES», Nº 5 EL EMBARGO PERPETUO
«RECORTES», Nº 6 ¡NO ME CUENTES HISTORIA!
«RECORTES», Nº 7 HIKIKOMORI: EL IMPERIO DEL SINSENTIDO

BIENVENIDOS AL MUNDO D.M. (DESPUÉS DEL MURICIDIO): LOS ESTADOS FALLIDOS Y LA CRISIS FINANCIERA DE POSTGUERRA. Por Pablo Romero Gabella (2010)

De izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo: Pol Pot, Mobutu Sese Seko, Mengistu Haile Mariam, Mapa hecho con cráneos de las víctimas del régimen de Pol Pot en Camboya, Nueva York, Combatientes de la guerra entre 1954 y 1975 (Laos), el Muro de Berlín en Bethaniendamm (1986), los Balcanes, Thomas Hobbes, Mao Zedong, Océano Índico, Sudamérica, Asia, África, Francis Fukuyama, Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, Montañas de Kabul y Luis Edgar Devia Silva alias Raúl Reyes (líder de las FARC). (Fuente de las imágenes: Wikipedia)

Mientras vivimos en la resaca del muricidio de Berlín sufrimos sus efectos históricos colaterales en España: marineros apresados por piratas somalíes en el Índico, cooperantes rehenes de terroristas islámicos en el Sahel y soldados  que mueren en Agfanistán.   Con la caída del muro comenzó un nuevo mundo, el de la sociedad del riesgo según U. Beck. Durante la Guerra Fría (1945-1991) vivíamos seguros de saber dónde estábamos y a quién o quiénes nos enfrentábamos. Los dos mundos, el capitalista y el comunista, se miraban de reojo pero también se relacionaban como si jugaran una gélida partida de mus. El fin del bloque comunista significó el fin de estas seguridades, pero no el fin de la Historia que profetizara el efímero Fukuyama. La Historia renació de forma inesperada y brutal en los Balcanes, en Asia Central, Somalia, Irán, Oriente Medio y Nueva York.

En este nuevo escenario de riesgo global, uno de sus elementos esenciales son los llamados estados fallidos, geografías donde la ley, el orden, el Estado de Derecho en suma, no existen. El único estado que existe en estos lugares es  algo parecido al estado de naturaleza al que se refería Thomas Hobbes,  donde la fuerza  es la ley.  Lugares donde la vida es pobre, solitaria, desagradable, brutal y corta.

Pero volvamos al mundo a.m. (antes del muro). Bajo el paraguas de los bloques en la Guerra Fría existieron regímenes dictatoriales y guerrillas subversivas de un signo y de otro.  En África, por ejemplo, existieron dictaduras apoyadas por los EEUU y sus aliados como el Zaire de Mobutu y también dictaduras marxistas tan terribles como la de Mengistu  en Etiopía.  Por otro lado, los soviéticos armaron diversas guerrillas marxistas por todo el continente africano: Angola, Mozambique, Congo,…,  mientras que occidentales en comandita con el régimen surafricano del apartheid, ayudaban a la guerrilla de UNITA que luchaba contra el gobierno comunista angoleño. En América, el bloque capitalista apoyó a dictaduras como la de Pinochet en Chile y a la guerrilla de la contra nicaragüense que intentaba derrocar al régimen sandinista; mientras  los soviéticos surtían de petróleo y misiles al régimen castrista y daban cobertura a diversos grupos guerrilleros como las FARC colombianas.  Y en Asia, toda una mitología contemporánea nació de la guerra del Vietnam, donde un gobierno corrupto (Vietnam del Sur) que era apoyado por los EEUU, acabaría derrotado por la guerrilla comunista del Vietcong, apoyada por la URSS y la China de Mao. Un caso contrario fue Laos, donde los norteamericanos financiaron una guerrilla antimarxista (el ejército secreto) frente a un gobierno comunista, la cual, al acabar el conflicto, sería cruelmente abandonada a su suerte. Camboya fue la suma de los horrores de la aquella Guerra Fría asiática, ya que ante la formación de un gobierno militar pronorteamericano, se formó una guerrilla maoísta, los infames jemeres rojos de Pol Pot, que ocuparían el poder en 1975, e instaurarían un régimen de terror que supuso el exterminio de dos millones camboyanos.

En resumen, un mundo de seguridades según la teoría del efecto dominó que pontificaba que si un país amigo caía en manos del bloque enemigo toda su zona geoestratégica corría riesgo de infección.  Guerrillas y gobiernos afines tenían líneas de crédito de ambas superpotencias con el objetivo que amagar y amargar al adversario sine die. Así las cosas en 1989, cuando cayó el muro de Berlín, dichas líneas de crédito desaparecieron entrando en crisis hipotecaria todo un sistema de poder y subversión en el llamado Tercer Mundo. Para muchos politólogos ésta, la pérdida de la financiación externa, es una de las razones principales de las atroces guerras civiles de la postguerra fría, donde los bandos se lanzan al pillaje, a la búsqueda del botín de los recursos naturales para sobrevivir: diamantes en Sierra Leona, coltán en el Congo, petróleo en Sudán, cocaína en Colombia y en Perú, opio en Afganistán… En Somalia acabarían optando por la piratería como fuente de ingresos, una vez que sus caladeros acabaran esquilmados por las flotas pesqueras del Primer Mundo, que aprovechando el desgobierno del país desde 1991 (Año 2 d.m.), actuaron con impunidad corsaria.

En resumen, la crisis financiera ya comenzó para muchos antes de que quebrara Lehman Brothers.

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EL MURO DE BERLÍN NO SE CAYÓ, SE DERRUMBÓ A MAZAZOS. Antonio Luis Albás

CERVANTES Y ALCALÁ DE GUADAÍRA. Por Rafael Rodríguez González (Septiembre de 2009).

D. Quijote. Foto: ODP Alcalá de Guadaíra, 2009

CERVANTES Y ALCALÁ DE GUADAÍRA

Contribución al rescate y resolución de una deuda

Pieza discursiva dirigida a los pobladores de los términos de Alcalá de Guadaíra y Mairena del Alcor, y a quienes gustaren de intervenir en el asunto de que se trata

Pedestal de la escultura alcalareña de D. Quijote

Ruego se me dispense si el tono de las consideraciones que someto a juicio de cuantas personas tengan la gentileza de examinarlas llega a parecer excesivamente personal. Si así fuera no crean que tal apariencia corresponde a que en ellas se albergue aspiración alguna en ese plano, sino que tal exceso será debido exclusivamente a que el planteamiento que presento no ha podido ser elaborado contando con el consejo y la revisión de personas que, sin ningún lugar a dudas, desde diversos ámbitos del conocimiento y de la relevancia social habrían realizado justas y enriquecedoras aportaciones, de tal manera y hasta el punto de que el texto que en este momento leen sería muy diferente, ni que decir tiene que en el sentido de contar con una fundamentación mucho mejor cimentada y en el de exponerse todo de una manera incomparablemente más clara, a la vez que culta, y más amena y agradable. Cabe, no obstante, no ya una innecesaria epitima, sino la satisfacción de que, con toda seguridad, dichas personas, y aunque en ello no quepa demandarles obligatoriedad alguna, desde ahora contribuirán a que el asunto que nos ocupa alcance el desarrollo y la presteza que en mi modesta pero afirmada opinión requiere.

Es el caso que en Alcalá, desde la institución municipal y desde cualquier otra instancia agrupadora de iniciativas y voluntades, nunca se ha dedicado la atención merecida a los mejores escritores que, no nacidos en ella, la han destacado en alguna de sus obras.

sender[1]
Escritor español nacido en Chalamera, Huesca,

el 3 de febrero de 1901,

y muerto en San Diego, California, Estados Unidos,

el 16 de enero de 1982.

(Fuente: Wikipedia)

Así sucede, entre otros, con Ramón J. Sender, que hizo que en Alcalá transcurriera gran parte de su celebrada y peculiarísima novela “La Tesis de Nancy”. Cierto es que en el barrio aledaño al instituto Cristóbal de Monroy una calle se halla honrada con el nombre de tan eximio aragonés, pero también lo es que poco o nada más se ha hecho o venido haciendo para extender y profundizar el conocimiento de la obra de don Ramón, al que debemos agradecer, además de su hacer literario al completo, el que nuestro pueblo ocupe, “in aeternum”, un lugar relevante en la literatura universal. Desconozco el tratamiento que se le habrá dado en Cartagena, ciudad histórica donde las haya y en la que tiene lugar la acción de “Mr. Witt en el Cantón”, al autor de obras tan inmarcesibles como “Los laureles de Anselmo” y “Carolus Rex”. No se trata de realizar parangón de ningún tipo, ni de plantearse una emulación simplemente imitadora de lo que de bien se haya hecho en otros lugares, pero sí de tener presente que no debiéramos quedar atrás respecto de otras villas y ciudades en esto de los justos reconocimientos.

Si tratamos de otra gran figura de la literatura, la de Max Aub, mejor será que nos abstengamos de calificar la actitud mostrada en nuestro pueblo hacia quien, aunque en forma más breve pero no menos intensa que Sender, también ha hecho llegar Alcalá de Guadaíra a muchos lectores de todo el mundo. Ni una calle siquiera sirve de recuerdo para el inconmensurable autor de retratos al fresco tan notables como “La calle de Valverde” y “Los pies por delante”, como también del elegante vapuleo a la verborrea presuntuosa y atónica que es “La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco”. En el libro segundo de los seis que componen su monumental obra “El laberinto mágico”, titulado “Campo abierto”, aparece el barbero Néstor Ramírez, de Alcalá de Guadaíra, cuando en las horas previas a la defensa de Madrid en Noviembre de 1936, el alcalareño se dispone a participar en tan crucial y prolongada lucha frente al temible ataque del poderoso enemigo (veáse “Campo abierto”, pág. 336 de la edición de 1983 de Alfaguara).

Permítaseme aprovechar esta oportunidad para hacer notar la importancia que “El laberinto mágico” debiera adquirir en estos tiempos en que tan traído y llevado es lo que se ha dado en llamar memoria histórica. Apoyémonos, para mejor explicarnos, en algunas de las afirmaciones que en el marco de la conferencia titulada “Intríngulis coincidentes en la epistemología de las ciencias apostémicas y epiyectivas” realizó el célebre especialista en harmalina, doctor en Capciosología y eminente criptólogo Sergi Visus Masveo (dicha conferencia fue ofrecida el 12 de junio de 2008 en la Universidad de Sevilla, ante un numeroso y entusiasta público):

“Lo que se viene denominando ‘memoria histórica’ debiera ser, fundamentalmente, conocimiento, mejor cuanto más profundo, serio y cierto, procurando evitar convertirlo en un feriante o romeriego aireamiento de esqueletos, e igualmente en una retahíla de anécdotas y sucesos que, resultando aislados por adquirir de prestado e impropiamente un protagonismo desmesurado, nada aportan al saber verdaderamente histórico, convirtiéndose, en cambio y todo lo más, en un revival mostrenco y limitativo, además de elemento diversionista de las esencialidades del verdadero asunto”.

Por su parte, y refiriéndose a la citada obra en una de las tantas ocasiones en que lo hizo, el gran historiador Manuel Peñón de Lasa aseguraba que:

“…de pocas obras literarias como ‘El laberinto mágico’ habrá podido el lector obtener tan vasto espacio cognoscitivo y abarcador de hechos tan penetrantes, estando imbricados en ellos los más variados sentimientos, inmunes a cualquier anestésico, (…) en ese espacio se hallan admirablemente expuestos, con una rigurosidad extrema, los principales senderos y vericuetos del laberinto de la guerra de España, prólogo que fue de la segunda guerra mundial, de la que también tornóse epílogo durante muchos años”.

Max Aub Mohrenwitz

(París, 2 de junio de 1903 – Ciudad de México, 22 de julio de 1972).

Fuente: Wikipedia.

Sin embargo, las indiscutidas excelencias literarias de esta obra de Max Aub no han bastado para poder ocupar el lugar cimero que le corresponde en la literatura relacionada con la contienda de 1936-39; eso ha sido así porque, sencillamente, la magnífica literatura de Aub no enmascara, vela ni deja al margen ni una sola de las condiciones en que se desarrolló la guerra ni en las que encontró su final. Todo ello tratado, por supuesto, muy literariamente, pero con lo “tuáutem”: la rigurosidad. Sin que rigurosidad equivalga en este caso a juicio sumarísimo de tal o cual actitud o comportamiento. “El laberinto mágico” es, como todo lo verdadero, molesto para algunos. Tanto en el plano político como en el literario. Resultó serlo cuando se fue publicando entre 1943 y 1968 y lo sigue siendo ahora precisamente para muchos que andan pendejeando, en un sentido o en otro, y hasta sin ningún sentido, con lo de la memoria histórica.

Retrato atribuido a Juan de Jáuregui (c. 1600).Retrato atribuido a Juan de Jáuregui (1600)

Fuente W.

Puedo asegurarles que en lo que resta de este escrito no encontrarán ya ninguna otra digresión (o al menos tan extensa) como la que a propósito de “El laberinto mágico” nos ha ocupado. Abordemos por fin nuestra deuda, más verdaderamente histórica que otras, con Miguel de Cervantes Saavedra. Como todo el mundo sabe, en nuestra ciudad ostentan (y eso sí que es ostentar) el apellido de don Miguel un colegio y una plaza. Recuérdese que también se proveyó de tan excelso nombre una sala de cine, tristemente desaparecida y gratísimamente recordada (primer refugio público canicular en Alcalá dotado de aire acondicionado). Cualquiera diría, y no sin razón, que nada de extraordinario hay, ni en el sentido de abundancia ni en el de escasez, en que esos elementos urbanos, ahora dos y antes tres, se honren llamándose “de Cervantes”: más o menos es el mismo número que en otras poblaciones. Lejos de mi intención, pues, el sugerir que el pago de la deuda que tenemos contraída con Cervantes sea saldada, o quiérase hacerlo, poniendo su nombre a más elementos urbanos, inmuebles por lo común. En el modo entraremos después, y hasta en la disquisición de si tal deuda puede o no ser saldada. De lo que se trata ahora es de dejar sentado y bien sentado en qué consiste la deuda.

Pero primero he de afirmar que no me tengo en el mérito de haber descubierto la existencia de la deuda, ni el motivo de ella, sino sólo en la satisfacción de señalarla, contribuyendo así, respetuosamente, a sacudir las conciencias e invitarlas a la atención del asunto. Y no es porque algunas de esas conciencias, las mejores, fuesen ajenas a la cuestión o la tuviesen en tan poco que se desinteresaran, no, sino que por fuerza han de ocuparse en cuestiones más perentorias, de todo punto inaplazables y cuyo tratamiento no es asequible al común de las gentes, por lo que, y esto hay que reconocer que también sucede a los mejor dotados, no han caído en la cuenta de que al menos una parte del poco tiempo libre que poseyeran pudieran dedicarlo a tratar el asunto de la deuda que con don Miguel tiene Alcalá. Como ya dije al principio, no debe caber duda de que desde ahora, y tras el presente alegato, esas personas dedicarán cuanto tiempo puedan a la dilucidación a que aspiramos, repito que no porque a ello estén obligadas ni nadie así lo pretenda, sino que la dedicación brotará naturalmente de su ser, como de todo el mundo sale espontáneo e irreprimible el impulso de ayudar al desvalido, al indefenso, al amenazado, al pusilánime. Al igual que anteriormente, les aseguro a los pacientes lectores que extremaré todos los cuidados para evitar más reiteraciones, que si se producen es debido a mi falta de habilidad narrativa y de exposición, cosas que llevan a quien las padece a excederse en el afán de claridad, hasta el punto de, en algunos casos, contribuir, paradójicamente, a su contraria, la obscuridad.

3 GandulAldea de Gandul bajo la luz de la luna llena

(Foto LGV)

Nada se sabe de si Cervantes visitó Alcalá, fuese en ocasión suelta o de forma hilada. Ni siquiera quienes fueron sus contemporáneos y más tenaces biógrafos, Pedro Antonio de Alcorcón, Benito Pérez de Dos y Mariano José de Parra, nos muestran indicios de relación localizable entre Cervantes y Alcalá. Pero de ningún modo hay que excluir que existiera, dado que la proximidad de Sevilla a Alcalá y las obligaciones profesionales de don Miguel muy probablemente le llevaran a poner en Alcalá sus pies (a los que entonces habrían de haberse puesto y ahora debiéramos ponernos sus habitantes). Pero de que conocía algunas de las excelencias de Alcalá y sus poblaciones aledañas no hay duda alguna: su pluma dejó constancia indeleble y eterna de la más principal de esas virtudes, seguramente porque imborrable fue también la huella que en su paladar dejó.

Bien cierto es, y en este término podrán producirse alegaciones a lo que en definitiva estamos procurando, que en la su obra en que se ha de reconocer nuestra deuda no dejó escrita Cervantes la palabra Alcalá. Esa su obra es nada menos que una de las más celebradas de entre las doce que conforman las Novelas Ejemplares: “Rinconete y Cortadillo”. Pero el “pero” que seguramente alguien pondrá ante la ausencia de la palabra Alcalá en la novela en la que basamos la justificación de la deuda que tenemos con Cervantes no es el que más deba preocuparnos. No. Conociendo este nuestro pueblo, esta nuestra ciudad, estos nuestros convecinos, conociendo, en suma, el cotarro alcalareño, va brotando ante mi vista, y llenando mis oídos, lo que a muchos de los que aún siguen en la lectura de esto que no llega a ser ni esbozo de pre-manifiesto también les estará ya sonando. Me refiero, sí, a las quejas, a las insinuaciones, a las alusiones y sospechas que en cualquier sentido se formularán de inmediato acerca de la relación que “pretendemos” entre Alcalá y “Rinconete y Cortadillo”.

alcalá 1965
Alcalá 1965 (vista del Castillo)

Fuente “La voz de Alcalá”

Por eso tengo que asegurar, con toda la seriedad y ceremonia de que soy capaz, que ni por asomo, ni de lejos ni de cerca, ni por activa ni por pasiva, ni porque sí ni porque no, ni por arte del cuento de la buena pipa ni por el de las siete cabras, ni atrás ni delante, ni arriba ni abajo, ni de lado ni de frente ni de costado, debe parecer que en la Alcalá actual haya algo equiparable a lo que en hechos y personajes aparece en la novela de Cervantes. He de rectificar: ni en la Alcalá de hoy ni en la de ninguna otra época, reciente o remota. Porque ¿es que a personajes como Rinconete y Cortadillo, a los ladrones especialistas en diversas mañas y de variada jerarquía que eran Monipodio, Ganchuelo, Chiquiznaque, Maniferro, Silbatillo, el Renegado, Centopiés, Tagarete, Cabrillas, Repolido, Corcovado, Desmochado y el Narigueta pueden encontrárseles, ahora o en tiempos pasados, quienes se les asemejen en cualquier ámbito o reducto de la sociedad alcalareña? ¿Es que alguien puede afirmar que hay entre nosotros, o que los hubo, elementos parecidos al Tordillo y al Cernícalo, que en la novela son corchetes con graduación y mando?. (No sé si el nombre oficial de aquel cuerpo era el de “Corchetería Local”). ¿Cabe alguna comparación con aquella Sevilla que en sus carnes sufrió Cervantes, en la que imperaban la lenidad y la corrupción, mientras las personas decentes y laboriosas padecían la apretujante presión que de forma simultánea ejercían los de arriba y una parte de los de abajo? (De entonces viene el juego infantil, ya perdido, similar al del pídola, o “piola”, cuyo canto previo comenzaba así: “Hez arriba, hez abajo, vaya la hez al…”. La diferencia con el de “piola” es que el salto se producia no sobre un congénere sino sobre un cerdo, teniéndose que mantener el chaval el mayor tiempo posible sobre el gorrino). ¿Pueblan acaso nuestras calles, oficinas públicas o comerciales, centros de salud y de enseñanza, de gobierno o de hacer postura, mujeres de la catadura de la Pipota, la Escalanta, la Gananciosa y la Cariharta, que estaban más rodadas y habíanse rozado por más púas que las bolas de un billar romano? ¿Puede alguien, ni siquiera haciendo el esfuerzo más hercúleo que imaginarse pueda, señalar algún edificio, establecimiento o conjunto de éstos que concuerde en algo, siquiera sea aproximadamente, con la prisión que en Sevilla habitó Cervantes?, aquella que:

“…se convirtió en centro del crimen; [la cárcel] tiene cuatro tabernas, dos tiendas, un pabellón de mujeres y acceso libre para los visitantes: desde la propia prisión se mueven las redes de delincuentes que reciben en ella sus beneficios…”

(véase el prólogo de Francisco Alonso a su edición de las “Novelas ejemplares”, Edaf, 1990). La respuesta a tantas preguntas es sólo una: NO.

sevilla (mayo 2009)
Para la especulación de Giraldas

Sevilla, 2009

Foto LGV

 

Mas he de insistir porque sé de lo arraigada que están entre los alcalareños, sean de sedimento sean de riada, la mordacidad y la predisposición a comparar cualquier cosa con lo que a bien les venga, pronta e irreflexivamente, valiéndose de la sola apariencia e incluso sin la existencia objetiva de ésta. Y como conozco de qué manera se las gastan mis paisanos he de encontrar las palabras justas y las expresiones más adecuadas para que lo que quiero decir, que no es sino la verdad, sea comprendido sin dificultad hasta por el menos advertido de mis convecinos.

Imaginemos que la vida de esta ciudad se ve concentrada, por arte de benévola magia, en dos conventos, uno de frailes y otro de monjas. Si al de frailes vamos, estad bien seguros de que no encontraréis en él al hermano Apaño, ni quien responda al nombre de fray Cohecho. Al padre Derroche no se le conoce, tampoco a fray Cómplice, ni nunca jamás se ha logrado ver por aquí al hermano Dejadez. Otro que pasó de largo, sin entrar en el convento, fue un padre que dijeron venido de lejos, tal vez de las misiones con las que se está hermanado en Indonesia, el hermano Nuncaharto. Con fray Nicaso pasa lo que con el hermano Prometo: su existencia es tan vaga como lo son sus nombres; lo mismo hay que decir de fray Cochambre, del hermano Inmobilis y del padre Pegamiento. Al padre Rastrero no lo verán por más que busquen por los suelos. En la cocina del convento no hallarán al hermano Nepotismo, ni a fray Chantaje: ningún maleante juega en esta casa con las cosas de comer, mucho más si son ajenas.

En el convento de monjas no creáis que habréis de toparos con Sor Latrocinio, ni con la hermana Colocación, esa que algún malo, en un ataque visionario, querría relacionar con el también inexistente fray Enchufe. Sor Lentitud de las Obras es desconocida en este convento, e igual ocurre con la que, si alguna vez viviese y aquí viniese, al entregarse a la vida contemplativa tomaría, volcada totalmente al amor fraterno, que no al propio, el seráfico nombre de Sor Adjudicación Negociada. Si alguien pregunta por Sor Poltrona o por la madre Sor Suplicio de la Ocultación nadie le podrá dar norte de ellas; lo mismo sucederá si se inquiere por Sor Demora del Pago, desconocida por estos pagos. Sor Sobrante no aparece por ninguna parte. No está ni llegará la madre Sor María del Cargo Eterno. Y no se llamen a engaño con la novicia a la que, de existir, llamarían Sor Engañosa Apariencia. Y no es que Sor Tardanza se tarde, es que no ha venido ni vendrá. Lo mismo que las hermanas Sor Estampita del Timo y Sor Trilera, que estarán en cualquier sitio menos aquí.

Ya una vez fuera de centros de tanto recogimiento, veremos que no se pasean por nuestras calles Lenocinio ni sus íntimos Ninguneo, Urbanido y Desastroso. Si estará y ha estado libre de gente mala e inútil este pueblo, que enseguida comprobaremos que nadie que responda al nombre de Prevarico, Siso o Apando, tampoco al de Asténico, Extravío o Domeñado, ha optado nunca al sacrificado cargo de concejal. Al de alcalde, a qué decir.

10 ladrillosConstrucción de futuro e hipotecas

(Alcalá, 2008)

Foto LGV

Deséchese de una vez y por todas, por tanto, toda sospecha o volitiva malevolencia acerca de cualquier conexión, forzosamente imaginaria, entre la Alcalá de ahora o de cuando fuese con la Sevilla que Cervantes hace aparecer ante nosotros en “Rinconete y Cortadillo” y en otras de sus obras. Nada de lo malo, perverso o deleznable que hallamos en la novela puede extrapolarse a Alcalá. ¿Cómo si no habríamos de hablar de deuda con Cervantes? ¿Mantendríamos débito con quien diera pie a la calumnia, aunque fuese involuntariamente, al ser inducido a la maledicencia por una canallescamente inventada similitud? Entraríamos así en un terreno quijotesco en el peor sentido del término, que no cervantino.

Lejos de tan infames e infamantes propósitos, imaginemos a Cervantes paseando por nuestra villa (porque a cada paso estoy más convencido de que la conoció directamente), donde, con la aguda mirada y la inteligencia abarcadora que le caracterizaban, observaría, entre otras cosas tan propias, el trabajo de los molineros, la pesca en el Guadaíra, el trajinar de las mozas en los caudalosos lavaderos, el ir y venir de los hornieros… Veámoslo mirando con atención al castillo, el mismo que entonces se alzaba majestuoso y solo, libre de todo cerco, de toda cincha, de todo cilicio martirizador y deformante, cobijando bajo y dentro de sí nada más que las cuevas que ya habitaban, además de gitanos expulsados de Triana, gentes desposeídas y fugitivos de otros dominios y señoríos, lejanos o limítrofes. Cervantes y el río, Cervantes y los molinos, Cervantes y las huertas; Cervantes, después de cruzar el río, en animada charla con la vieja del puente. Cervantes en la Retama, bebiendo de la mejor agua que de la Tierra ha manado, aquella que por medio del acueducto llegaba a Sevilla para que al menos la que era el centro (o el desagüe) del Imperio español recibiese algo cristalino, sano y puro. Un acueducto, aquél, que fue construido cuando Julio César desempeñaba en Hispalis un cargo muy parecido al de alcalde (1). Por entonces, un rapsoda llamado José Cuevas del Río (Alcalá de Guadaíra, 1581- Mindanao, 1613), componía versos en los que predominaba un pesimismo que, vistas las cosas desde una perspectiva actual, no puede verse sustentado por base lógica alguna, salvo que tal cualidad le concedamos al proverbial catastrofismo local, que, como vemos, de muy lejos viene. Las extrañas y arrítmicas rimas que siguen son buena muestra de lo que decimos, compuestas por José en un tono que, si no supiéramos que se trataba de algo consustancial al Ser alcalareño, parecería causado por un rapto de melancólica belicosidad. (Que sepamos de José Cuevas del Río lo debemos a un hallazgo, según él fortuito, del profesor Visus Masveo).

El río Guadaíra por la azuda del molino de Benarosa

Foto LGV, 2009

De un río y un castillo toma el nombre la patria mía.

Torres de albero áureo y de argénteas aguas la ría.

Molinos que dan harinas que hasta Ocius amasara,

fauna, colinas y plantas que el Parnaso reclamara

a la vez que de sí el Edén manifiesta su autoría.

Pero un mal sueño avísame y alerta de que un peor día,

del castillo con engaños la envidiosa Mácula expulsaría

a la que de antiguo cuida de Alcalá y sus moradores,

la hija de Probo y Delebra, la confiada Primores.

¿Será esto el comienzo de una época de horrores?

¿Podrá el ponzoñoso Císcanos corromper las aguas de la ría

y acabar de tan pútrida manera con tanta y clara alegría?

Barbos y anguilas, ¿dejarán en nuestro río de apacentarse?

Carpas, cangrejos y albures, ¿tendrán con qué alimentarse?

Sin hipéricos ni caléndulas, ¿cómo habrá Alcalá de perfumarse?

Alguien en sueños veo que de un árbol la raíz explora y cuida,

mas sucede que a la vez la densa copa agrede, y así es caída.

Vencidas por extraños poderes que el vanidoso Urdicio envía,

¿veránse sin sus prístinas almenas las murallas algún día,

reducidas a tapiales que dejaren Alcalá desasistida?

Mas si desgracias tales se cernieren sobre la que es mi vida,

en hafiz de mi pueblo investido, mi espada en miles convertida,

desbocado el corazón, cercana de mí la epiplejía,

de tajos ciertos segaré la vida de cada ruin arpía

que destruir quiera lo que Munifio diéranos en regalía.

7 Rafael BarriosTorre del Homenaje del castillo de Alcalá de Guadaíra

Foto Rafael Barrios, 2008

Aquí se interrumpe el manuscrito hallado por Visus Masveo, aunque no obstante el profesor conserva fragmentos de otras composiciones de Cuevas del Río (2). A fe mía que de hafiz no sabemos cómo a José le iría, mas de poeta… quién lo diría. Que sobre poetas y escritores de aquella época y sus cualidades proféticas o premonitorias nada digan las crónicas no tendría que ser motivo de extrañeza, opine lo que opine nuestro admirado profesor.

“Pero”, podrá decirnos a estas alturas algún lector, “en Rinconete y Cortadillo no encuentro el castillo, ni el río, ni el agua ni los pescados, y no digamos la vieja del puente”. Diránlo sin yerro, salvo en uno de los mentados elementos, tan líquido y esencialísimo a los efectos de la raíz más primigenia de la deuda. Zambullámonos en las palabras que Cervantes nos concedió y por las que tanto le debemos:

“… Ida la vieja se sentaron todos alrededor de la estera, y la Gananciosa tendió la sábana por manteles. Y lo primero que sacó de la cesta fue un grande haz de rábanos y hasta dos docenas de naranjas y limones, y luego una cazuela grande, llena de tajadas de bacalao frito, manifestó luego medio queso de Flandes, y una olla de famosas aceitunas, y un plato de camarones, y gran cantidad de cangrejos con su llamativo de alcaparrones ahogados en pimientos, y tres hogazas blanquísimas de Gandul. Serían los del almuerzo hasta catorce…”.

A algunos de los que lean este párrafo les asaltará de inmediato, como aún me sucede a mí, el deseo de poder encontrarse junto a los catorce, sin importarles la catadura de éstos ni lo monipódico del lugar, con tal de dar cuenta del bacalao frito, de los alcaparrones y del queso de Flandes, que es cosa, la de comer con quien sea y hasta de quien sea, que hace mucha gente (y no siempre de manera episódica).

ayuntamiento de GandulAyuntamiento de Gandul

Foto LGV

“Tres hogazas blanquísimas de Gandul”. Cinco palabras que durante tantos años (en 2013 serán cuatrocientos los que se cumplan desde la primera edición de las “Novelas ejemplares”) han ido, por decirlo de algún modo, paseando a Gandul y a su pan, al pan y a Gandul, por la Tierra entera. Y salgo ahora al paso del “pero” cuya aparición anuncié antes, referido a que Cervantes nombró a Gandul y no a Alcalá. Es verdad que Gandul, de donde procedían las hogazas que fueron consumidas (¿cree alguien que pudo sobrar algo?) en el patio del rufián Monipodio era, en tiempos de Cervantes, una población que en nada dependía de Alcalá de Guadaíra en el aspecto administrativo ni de gobierno. Que entre las dos poblaciones existía una relación económica, y por tanto humana y familiar es innegable, como lo es que el señor que ejercía su dominio en Alcalá tenía en el de Gandul, como diríamos ahora, su homólogo o colega, y que ni el de Gandul rendía ante el de Alcalá ni a la inversa. Ahora bien, una vez extinto (por cierto: resulta extraño que Cervantes no hiciera mención del vino en aquel almuerzo), una vez extinto, digo, el señorío de Gandul y llegados a ser aquellos lugares ni sombra de lo que fueron, ¿no es irreprochablemente correcto que Gandul, y con ella su historia, sus bienes y su futuro, dependan de Alcalá? No me refiero sólo al aspecto administrativo, en el que lo es desde hace una enormidad de años, sino también en el de transcendencia, en el sentimental y emotivo. Por eso es que, estando Gandul a nuestro seno acogido, a nuestra protección dado y a nuestro empeño esperanzado, todo lo que en la Historia ha tenido y sido nos atañe tanto como si del pasado y del futuro del castillo se tratase (ni que decir tiene que si nos preocupamos de Gandul como lo hacemos del castillo no habrá de qué preocuparse, y no es juego de palabras). En cuanto a la meritoria tradición panadera, no debe olvidarse que ya en aquellos tiempos el pan de Alcalá era, muy justamente, tan apreciado como el de Gandul, y que, venido a menos éste, Alcalá llevó por mucho pero también fenecido tiempo un apelativo, el “de los panaderos”, que dejó el de Guadaíra impronunciado por los foráneos (de ahí que éstos nunca hayan pronunciado el nombre del río como nosotros, y ahora en el “nosotros” incluyo a los maireneros). Pero, disuelto ya ese “pero”, incidamos sobre ciertas particularidades que posee nuestra deuda con Cervantes.

d. quijote de mairena
Cervantes

(Mairena del Alcor,  busto de 1961)

Foto ODP, 2009

Es sabido que todos los alcalareños, los de un sexo y los del otro, hemos ido a Mairena muchas veces a lo largo de nuestras vidas y a lo luengo de los siglos. También lo es que no pocos alcalareños dicen haber ido o estar yendo a Mairena muchas más veces de las que son ciertas, pero es cosa ésta totalmente disculpable si tenemos en cuenta el enorme aprecio que en Alcalá se ha tenido siempre por Mairena y especialmente por ir a ella con la mayor frecuencia posible. (No deja de ser curiosa la afición de muchos alcalareños a una cierta figuración de tipo toponímico-geográfica: la expresión “Mirar para Gelves”, con sus variantes, es otro ejemplo de ello). Pues bien, gracias a tantas visitas a Mairena, todos conocemos el sobrio monumento que en una recoleta plaza de nuestra querida y admirada villa vecina el pueblo erigió en honor, honrándose él al tiempo, del Príncipe de los Ingenios. En el monolito puede leerse una frase, la única en toda la completa obra de Cervantes en que aparece Mairena. Entre la frase que podemos leer en el monumento y la que aparece en “El coloquio de los perros” hay dos leves diferencias, cosa sin importancia alguna. (Recuerdo que mi amigo Isidoro, mairenero de pro, decía al respecto: “Pa pueblo está bien”). Aquí reproducimos, lógicamente, la que el libro nos enseña:

“… y antes de que amaneciese me puse en Mairena, que es un lugar que está cuatro leguas de Sevilla”.

Quien así habla no es otro que Berganza, un perro que Cervantes alimenta en más de una de sus obras y en cuya boca pone don Miguel uno de los discursos más lúcidos, y por ende necesariamente ácidos, de toda la historia de la literatura viviente y coleadora, o sea, de la redondamente útil por los siglos de los siglos.

(No podemos por menos que tratar entre paréntesis la pretensión que en los años ochenta del pasado siglo tomó cuerpo acerca de que la mención de Cervantes a Mairena no era referida a la del Alcor, sino a la del Aljarafe. Tan absurda como malintencionada suposición es fácilmente rebatible: sólo con saber la equivalencia de la legua en el sistema métrico décimal se despeja cualquier duda sobre la Mairena nombrada en “El coloquio de los perros”. Es más, ¿es que Mairena del Aljarafe ya existía en aquellos tiempos en que la nuestra vecina ya destacaba, como siguió y sigue haciéndolo, tanto en la comarca de la que tomó apellido como en la provincia, la Andalucía toda y la España entera?).

Si los maireneros levantaron en 1961 el referido monumento y hace muy pocos años han erigido otro en el que se nos muestra a Don Quijote y a Sancho en el hecho aislado en que se las tuvieron con los molinos, conjunto éste que hay que entender como prolongación del homenaje de Mairena a Cervantes, esta vez valiéndose de una obra en la que para nada aparece esa villa, ello se debe, digo, a esas diez y nueve palabras directamente referidas a Mairena. Viene esto que ni pintado para encontrarnos con uno de los motivos argumentales más profundos para sostener que Alcalá de Guadaíra mantiene una deuda con el Prócer mucho más honda y fundamentada que la que tiene Mairena.

la tesis de nancyPortada de una edición de “La tesis de Nancy”

de Ramón J. Sender

Como en el caso de Ramón J. Sender con Alcalá en su “Tesis de Nancy”, no es ocioso preguntarse por el motivo de la referencia de Cervantes a Mairena en “El coloquio de los perros”. Y ello, lo admito, para contraponer ese motivo con el que llevó a don Miguel a situar una de las más grandes dotes de Gandul-Alcalá en el patio de Monipodio. Las diferencias son muy importantes, tanto, que podemos afirmar, sin temor a exagerar, que las alusiones a uno y otro pueblo son de muy distinto carácter. Vemos que Sender, por el bien de su novela, tenía que encontrar un pueblo cercano a Sevilla que sirviese de base a las operaciones de la yankee Nancy. Don Ramón, que de tonto no tenía ni un pelo de la perilla, enseguida encontró esa localidad. De ninguna otra como de Alcalá podía nutrirse la novela para sus elementos mejores, facilitando al autor más facetas y hasta falsetas para vestir la estancia de la norteamericana. Vemos, por tanto, y aun a despecho de todo lo que de sí aportó Alcalá a la historia de Nancy, que la elección de Alcalá obedeció a un motivo “circunstancial”. Circunstancia acertadísima y casi con seguridad irreemplazable, pero circunstancia al fin. ¿Qué ocurre con Mairena y Cervantes? Pues que estamos también ante un hecho circunstancial: cuatro leguas de Sevilla a Mairena que Cervantes hace recorrer al perro-hombre Berganza como si de un paseo por la plaza más próxima se tratase, lo que admirablemente sirve al Genio para desplegar su Arte inigualable. Sin embargo, y aunque lo que sigue no me aparte de considerar la mención-elección de Mairena como circunstancial, no podemos dejar de considerar la posibilidad de que Cervantes, sin duda conocedor de las intensas relaciones de todo tipo que existían entre Mairena y Gandul (y que siguieron existiendo hasta la total desaparición de la Gandul habitada, a mediados del siglo XX), se valiera de lo que deberíamos considerar como “doble circunstancia” para conceder a Mairena la mención que ya todos conocemos, en lo que podría ser mención indirecta o interpuesta a Gandul. Es decir, que Cervantes, en vez de hacer que Berganza fuese a Gandul, tuvo la deferencia de hacerlo llegar hasta Mairena, como si ésta un apéndice de aquél fuese. (Cervantes erraba en este punto, pero viene a demostrarse una vez más que, algunas veces, de la equivocación surge la gloria, aunque nunca es bueno arriesgarse).

d. quijote de mairena 2D. Quijote y Rocinante contra un molino de viento

y junto a ellos Sancho y su asno

(Mairena del Alcor)

Foto ODP, 2009

Por el contrario, las cinco palabras dedicadas a Gandul (“tres hogazas blanquísimas de Gandul”) constituyen la Referencia a un Bien Intrínseco, a un elemento imprescindible y destacado en sí y por sí, a considerable distancia de los aspirantes a iguales. Esas “hogazas blanquísimas” son la representación gloriosa de las materias que se funden para lograr lo Supremo, es decir, el pan: el agua, la harina, el trabajo. Nada “circunstancial”, como vemos. No es lugar de paso ni en el que simplemente se desarrolle una acción más o menos destacada, sino que es Sustancia de Vida que vida otorga y que a veces hasta la vida cuesta. No es un pan cualquiera, no es una masa de cualquier forma sobada y hecha comestible a fuerza de prisa y agónico reparto; no es un pan llamado de munición, que era el dado a los presos y hoy también a los libres, sino EL PAN, ese que al otro Pan alimentara en otros tiempos en que por los senderos y recodos de Alcalá el hijo de Dríades haría de las suyas.

Igual que nunca ha habido disputa entre Cartagena y Alcalá acerca de a cuál de ellas Sender destacó o prefirió más (aunque por dentro cada uno mantenga sus convicciones), tampoco debe haberla entre las dos hermanas de Los Alcores, por mucho que la materia que de Gandul exalta Cervantes sea, efectivamente, … harina de otro costal. Unidas por tantos e importantes lazos, Mairena y Alcalá lo están también en calidad de ciudades cervantinas. Alcalá no tiene sino que ganar si se liga aún más a Mairena, que ha escogido como lema frontispicial el de “Mairena del Alcor, villa del Conocimiento y de las Artes”, lema, cómo ignorarlo, muy del Siglo de Oro, muy del Renacimiento, e incluso de la más floreciente Antigüedad.

Aquello de la piedra disputada con El Viso, y que éste arrebató por fin a Mairena, recibiendo ésta, naturalmente, el apoyo de muchos alcalareños, rememoró, por el contrario, una época que tal vez se desarrollase “en paralelo” al Paleolítico, antes incluso de la Edad de Piedra, dentro quizás de una fase oscura y desconocida hasta por los más reputados especialistas, ya que no se tienen noticias de peleas del tipo de la librada por la posesión de la piedra entre Mairena y El Viso en ninguna de las fases evolutivas del ser humano. Se trata, segura y tangencialmente, de una enriquecedora aportación que maireneros y visueños han hecho a la ciencia antropológica, aunque ésta no podrá vestirse de largo hasta que no dé pie con bola, o con piedra, en tan intrincado episodio. Yo creo que ni Carlos Marx, de haber podido conocer estos hechos, hubiera sido capaz de dar con las verdaderas motivaciones de lo que parece escapar a cualquier análisis, incluso si realizado fuese, como haría el de Tréveris, valiéndose de la dialéctica materialista y del materialismo histórico. Tampoco creo, por tanto, que le resultara fructífero indagar acerca de a qué tipo de relaciones sociales, modo de producción y función social de la propiedad (no de la tierra, sino de la piedra), respondía la pugna por esa pieza que hoy se exhibe, como si trofeo de heroica y justa guerra fuera, en una plaza principal de El Viso del Alcor. Ni siquiera el profesor Visus Masveo, por más que ha investigado y recurrido a todas las fuentes posibles, incluida la Fuente Gorda, ha logrado vislumbrar ni una débil luz al final del túnel sobre piedra tan angular y de escándalo. Desde una óptica pseudo tomista se la ha querido vincular con la tradición de la piedra sobre la que Pedro recibió su nombramiento. No ha faltado tampoco, desde una de las sectas minoritarias, la categórica afirmación de que la piedra no preciosa más disputada de la Historia es un adelanto de la gran pedrea que caerá sobre nosotros si no nos enmendamos. (Podemos darla por segura, pues). (Por otro lado, debe saberse que quienes esperaban que Mairena, en respuesta a la vanagloria de El Viso, colocara en alguna de sus plazas, no una, sino dos piedras, han visto frustrados sus tontos deseos. Mairena ha demostrado, tras la batalla, una mesura y un saber estar que a quienes bien la conocemos no nos ha sorprendido).

6.Recorrido del dólmen desde la cámara funararia
Dolmen de la Casilla, de Gandul

Foto Miguel Hermosín, 2008

Antes de proceder a la finalización de estas argumentaciones, que se habrá comprobado hemos centrado totalmente en la deuda que Alcalá mantiene con Cervantes, quiero añadir una tímida recomendación a todos cuantos en Mairena y en Alcalá valoran en su justo término la importancia del Ser cervantino de nuestras dos ciudades. Parta de donde parta su adopción, sean los mecanismos los que sean que condujeren a su puesta en marcha, aquí dejo caer la idea de constituir lo que podría denominarse el Eje Cervantino de los Alcores (ECA), constituido por Alcalá-Gandul-Mairena (o póngase a la inversa). Queda expresada, digo, y totalmente libre para ser recogida y usada con buen fin, cosa esta última que por estos lares es sobresabida, siendo ocioso decirlo. (Esto podría estar preparado para Septiembre de 2010, mes en que se cumple el IV Centenario de cuando probablemente Cervantes, una vez pasado el verano, comenzó a escribir “La historia de los trabajos de Persiles y Segismunda”).

Ataquemos ya, pues, la forma, si la hay, de saldar la Deuda. Como ya he dicho, no sustento que el nombre de Cervantes haya de darse a más inmuebles o calles de Alcalá de Guadaíra. Tampoco creo que deban tomarse en consideración las propuestas de los exaltados que, como en todo, aparecerán, y que seguramente irán dirigidas a que las construcciones y empresas que desde hace tiempo o más recientemente están enclavadas en terrenos de Gandul, e incluso a las que con toda seguridad se instalarán, se las denomine “de Cervantes”. Son esas, principal pero no únicamente, las siguientes: la cárcel de mujeres (seguro que Cervantes no querría conocer más cárceles ni de oídas), la fábrica de los llamados tanques (habiéndose destacado ésta por el cuido casi enfermizo que desde siempre ha prodigado al territorio todo de Gandul y con especial énfasis a cuantos bienes ancestrales allí tan pronto se encuentran como dejan de encontrarse), y una empresa de alto prestigio y mayor rendimiento cuyo emplazamiento ha de ser imprescindiblemente el de Gandul, ese lugar en el que parece que el pan, en las tórridas noches del extenuante verano, toma el cuerpo de los grillos gandules y canta chirriante y monótonamente para manifestar la pena del olvidado, del desplazado, del desaparecido o hecho desaparecer por los escuadrones de la muerte de la Historia, esa que, con voluntad, sin ella o contra ella es hecha por los hombres y se encarga de quitarnos de las manos lo querido para dejar sólo en la cabeza de los elegidos el recuerdo que debe pasar de mano en mano como lo hace el testigo en una carrera de relevos. (Cada vez es más raro oír el canto de esos grillos, porque ya casi ni grillos hay que pueblen Gandul; sí siguen abundando, por contra, las dañinas sabandijas cuya sola mención provoca repugnancia). ¿Podría saldar la deuda el intento de hacer de nuevo el pan como en la época de Cervantes, o, si no tan atrás, al menos como en los años cuarenta del pasado siglo? Sería intento tan romántico como vano. Todo nos falta para conseguirlo: aquélla agua, el trigo aquél, los medios de labor, el ritmo de vida. No hay que descartar que en algún caletre tan caliente como horno para bollos nazca la idea de fabricar un pan lo más aceptable posible y servirse luego para su venta de una publicidad que, engañosa, pudiera dar algún rédito aunque por poco tiempo. Porque trucos como el de llamar a una panadería “Horno San Monipodio”, u otro que sería el de rotular las furgonetas de reparto con leyendas tales como esta de “El pan de Rinconete y Cortadillo”; también el de procurar clientes con el subyugante reclamo de “En los despachos de Panificadora Gandul encontrará el mismo pan que comía Cervantes”, no creo que dieran el fruto apetecido.

7 had garbhía 2005
Foto ODP

(A este respecto, digamos que esto ya se intentó en Sevilla en el último cuarto del siglo XIX, cuando un aspirante a comerciante llamado Casiano Holgado Algaba, tan sagaz y despabilado como lo son todos los hijos de El Viso del Alcor, puso una panadería en Sevilla que tituló de esta manera: “Panadería Cervantina”. El subtítulo no era menos pretencioso que su mayor, y más que éste lo era en su falsía: “Auténtico pan fabricado por los herederos del Molino de la Mina”. Fue en 1910 cuando el catedrático Ramón Menéndez del Pilar, en el curso de sus investigaciones sobre los romances de bollos blancos, descubrió que esta panadería cesó en su actividad apenas un año después de haber abierto sus puertas. Se sabe que Casiano (3), cuya buena voluntad no cabe sino poner en duda, fue encontrado por la muerte en las inmediaciones de Carmona, en un enfrentamiento con la Guardia Civil a cuenta del robo de unas caballerías que después iba a intentar vender en la feria de Mairena. En su desquite, que no descargo, hay que alegar que él acabó dedicado a tareas parecidas a aquellas en que habían comenzado sus carreras grandes industriales panaderos, sólo que con mejor fortuna y sin que la Guardia Civil les molestara).

pan moro
Foto LGV

Tampoco me parecería adecuado que la deuda quisiérase solventar convocando un concurso de narraciones, o un certamen de teatro, u otro de artes plásticas que contuvieren elementos cervantinos y animaran, por medio del reconocimiento institucional y pecuniario, a los escolares de todas las edades a convertirse en émulos del Diestro sin Par. No sería partidario de cualquiera de estas cosas porque es sabido que en Alcalá ningún premio se deja desierto, con lo que cada año estaríamos ante un cuento, una representación o un cuadro que nos haría arrepentirnos de haber tomado la decisión, y hasta maldecir el día en que se tomó. Naturalmente, no hay que descartar que en alguna edición pudiéramos encontrarnos con alguna obra de mérito. E incluso con que algún año hubiera de quedar desierto el premio por el sencillo motivo de no haber concurrido autor alguno. En definitiva, que no hay que dejar que la deuda degenere en afrenta, como tantas veces ocurre cuando se quiere honrar la memoria de tal o cual Genio, Figura o Artífice.

¿Qué cabe hacer, entonces? Mis fuerzas se han ido agotando a la par que he ido escribiendo: Fortispio y Celérito me han abandonado. A partir de este toque de atención serán las personas a las que por dos veces ya me he referido (y entre las que puede estar usted, amigo lector) las que aportarán ideas sin duda brillantes y de lo más adecuado para que podamos mirar de frente y sin remordimientos la deuda a Cervantes debida durante cuatro siglos.

Molino de la Aceña (río Guadaíra)

Foto LGV

No me queda ya sino aportar, dando un salto de dos siglos, la transcripción de un fragmento de la obra teatral “Fantasía cervantina a orillas del Guadaíra que los pies del castillo lame, molinos mueve que alimentan a poblaciones enteras y dejan admirados a quienes sus paisajes contemplan, nunca olvidándolos”, de la que es autor Jaime Luis Cuesta Carretilla (1780-Hacienda de Maestre; 1808-Bailén), personaje éste del que tampoco teníamos noticia, debiéndose este desconocimiento al que en general tenemos del género teatral. Jaime Luis Cuesta Carretilla está considerado precursor de José Zorrita, aunque creo que en lo que se refiere a la extensión dada a los títulos de sus obras no tienen nada que ver el uno con el otro. Cuesta Carretilla, sin embargo, fue muy criticado por su contemporáneo Leandro Fernández del Moratón, dado que éste se inclinaba por el teatro en prosa y alejado del barroquismo, siendo Cuesta Carretilla el máximo exponente de ese estilo por aquellos años.

“ (…) Varios del pueblo, de noche, a la luz de una candela, se encuentran reunidos junto al molino del Arrabal. Háblanle a las alturas:

A ti, ¡Oh gran Miguel de Cervantes!

A ti que tanto debemos

Alcalá, Gandul y sus habitantes

nuestra deuda pagar queremos.

Descúbrenos tú, gran Hilante,

porque nosotros no atinamos,

cómo lograr lo que anhelamos.

d. quijote viviente madrid 2009Foto LGV

“Cervantes no puede atenderles en esos momentos, está reunido. Con él participan en la reunión Luis de Góngora, Lope Félix de Vega Carpio y Calderón de la Barca. La reunión parece tornarse bronca y desabrida dadas las diferencias, literarias y no, que existen entre los presentes. En nombre del autor de aquellas cinco palabras que trastornados tienen a los alcalareños es Monipodio quien se dirige a los arrabalados. Monipodio, que vuelto ya hombre decente ha aprendido a leer, lee, aunque agregando de su cosecha, lo que su hoy protector, don Miguel, quiere contestar a los de la candela:

Que no os entre una prisa loca.

Oídme y haced lo que os digo.

Vuestra deuda no es conmigo,

hacedlo correr de boca en boca.

El pago que queréisme dar

a vosotros mismos os lo debéis,

mas nunca saldarlo podréis,

que es trampa de no acabar.

Pasará, si es que pasa, la eternidad,

mas la deuda vivirá en vosotros,

motivo de pena y felicidad,

sin que podáis pasarla a otros.

Sólo si todas mis obras leéis

y las de otros disfrutáis

del alivio gozar podréis,

y cuando todas y cada una leáis

decid a vuestros descendientes

que ahora a ellos les toca tratar

a Cervantes y otros escribientes

que al Mundo dotan de ambiente

y el sueño del Hombre hacen brillar.

“Admirados de la parla de Monipodio, salmodian así los del pueblo:

¡Loado seas, don Miguel!

Ante ti, ya esclarecidos,

por tu pluma bendecidos,

con emoción prometemos

que como de una hija

de la deuda cuidaremos.

Inmortal es nuestro débito

y eso lo agradecemos.

Que todos los que contraigamos

sean de origen y fin tan noble como este con que bregamos

y que ojalá fuera doble.

Para ahorrarme problemas con la Sociedad General de Autores Españoles o de España y los herederos de Jaime Luis Cuesta Carretilla he de limitarme a resumir lo que ocurre en la escena siguiente: aparece un grupo de maireneros que viene a unirse a los alcalareños. Éstos acaban de oír las palabras dictadas por Cervantes y lo están festejando con las pocas viandas de que disponen. Los de Mairena, que se han retrasado porque en la cuesta del Polvorón una partida ha intentado asaltarlos, no tienen ya más que unirse a la celebración. Traen jamón, vino y queso, que ni de eso los alcalareños tenían. Como los maireneros preguntan si Cervantes se ha referido a Mairena en sus palabras monipódicamente transmitidas, los de Alcalá les aseguran que será en la próxima ocasión, si es que traen más queso y más jamón.

Fin de

CERVANTES Y ALCALÁ DE GUADAÍRA

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Notas:

Bertolt-BrechtEugen Berthold (Bertolt) Friedrich Brechter (Brecht) Han Culen

(Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956),

fue un dramaturgo y poeta alemán.

Fuente Wikipedia

(1) Las investigaciones del profesor Visus Masveo, basadas en gran parte en otras anteriores realizadas por Bertolt Brecht (ver “Los negocios del señor Julio César”), han confirmado que el mandatario romano, en connivencia con el constructor, defraudó gran parte de la cantidad destinada a financiar la obra del acueducto. (Como vemos, no hubo que esperar a los tiempos de Cervantes para asistir a ese tipo de cosas).

(2) El Instituto Cervantes se encuentra preparando la primera edición de las “Obras Fragmentarias” de José Cuevas del Río, que será publicada por la editorial “Al rescate” dentro de su colección “Poesía Desperdiciada”. En estos trabajos preparatorios se encuentra participando el profesor Visus Masveo.

(3) Según fuentes bien informadas procedentes de la Diputación Provincial, varios colectivos ciudadanos de El Viso del Alcor han concluido la elaboración de la propuesta por la que se insta al Ayuntamiento a levantar un monumento en honor de Casiano Holgado Algaba. En la propuesta se incluye la recomendación de que la estatua de Casiano ocupe un lugar al lado de La Piedra, o, mejor, que sea puesta sobre ella.