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MÁS POEMAS DE GLORIA FUERTES QUE OLGA DUARTE RECITÓ EN LA LIBRERÍA ‘TÉRMINO’. Homenajes de «CARMINA » a la poeta Gloria Fuertes (1917-1998) en el año del centenario de su nacimiento

 
 

GLORIA FUERTES (ARCHIVO ABC)
Gloria Fuertes
(Fuente: Archivo ABC)

 
 

NOTA AUTOBIOGRÁFICA

 

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
a los catorce me pilló la guerra;
a los quince me murió mi madre,
—se fue cuando más falta me hacía—.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias,
por entonces empecé con los amores
—no digo nombres—
gracias a eso, pude sobrellevar mi jueventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
—me detuvieron a mitad del camino—.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta
—pero Dios y el botones saben que no lo soy—.
Escribo por las noches y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
—estoy más sola que yo misma—.
He publicado versos en todos los calendarios,
Escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

 

[GLORIA FUERTES. Obras incompletas.

Editorial Ediciones Cátedra, S.A.

Madrid 1980. Págs. 23 y 24]

 

PACIFISTA DE VERDAD

(una que quiere llegar)

 

No matemos al vecino
invitémosle a tocino.
No levantad barricadas
besad a vuestras amadas.
No pensad en los difuntos,
¡dormid juntos!

 

[Obras incompletas.

Pág. 222]

 

PIENSO MESA Y DIGO SILLA

 

Pienso mesa y digo silla,
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.
La trilla lo dice todo;
y el mendigo en el alero,
el pez vuela por la sala,
el toro sopla en el ruedo.
Entre Santander y Asturias
pasa un río, pasa un ciervo,
pasa un rebaño de santas,
pasa un peso.
Entre mi sangre y el llanto
hay un puente muy pequeño,
y por él no pasa nada,
lo que pasa es que te quiero.

 

[Obras incompletas.

Pág. 133]

 

SUMA

 

Vivimos de la muerte.
Morimos de la vida.
Tenemos un padrastro,
tenemos una herida.
Tenemos la verbena,
tenemos cataclismos,
y nunca somos dueños
ni de nosotros mismos.

Tenemos lluvia artificial,
risa artificial,
vitamina artificial,

__________________

Total: sólo tenemos tristeza natural.

 

[Obras incompletas.

Pág. 174]

 

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MÁS POEMAS DE GLORIA FUERTES QUE REYES BERNAL RECITÓ EN LA LIBRERÍA ‘TÉRMINO’. Homenajes de «CARMINA » a la poeta Gloria Fuertes (1917-1998) en el año del centenario de su nacimiento

HOMENAJE A GLORIA FUERTES (1917-1998) EN LA LIBRERÍA «TÉRMINO». Fue en Alcalá de Guadaíra, un jueves 29 de junio de 2017 por Olga Duarte, José Antonio Francés, Reyes Bernal y Lauro Gandul

PACIFISTA DE VERDAD. UN POEMA DE GLORIA FUERTES. Homenaje (2017-1) en «CARMINA» a una poeta universal en el año del Centenario de su nacimiento (1917-1998)

EL CAMELLO. Por Gloria Fuertes

 
 

MÁS POEMAS DE GLORIA FUERTES QUE REYES BERNAL RECITÓ EN LA LIBRERÍA ‘TÉRMINO’. Homenajes de «CARMINA » a la poeta Gloria Fuertes (1917-1998) en el año del centenario de su nacimiento

 
 

Gloria Fuertes

Gloria Fuertes

 
 

EL NIÑO SOMALÍ

(Dedicado a los mayores)

 

Hoy tengo la gripe,
pero no me duele la espalda.
Hoy sólo me duele la mirada,
de ese niño somalí.
Es un niño que no tiene nada.
Niño sin juguetes, sin comida,
sin agua.
Estuve allí,
y le dije al niño somalí:
—Te traigo unos cuentos.
Y el niño me dijo con la mirada:
—Yo no estoy para cuentos
ni para nada.

Hoy yo tampoco estoy para versos
porque me duele la mirada
de ese niño de Somalia.

Es un niño que sólo tiene moscas
En los ojos y en los labios secos.
(Son de esas moscas
que sólo pican a los muertos).

 

[GLORIA FUERTES.Versos fritos.

Editorial Susaeta Ediciones, S.A.

Madrdid 1995. Pág. 40]

 
 

MI ABUELA ES UN HADA

 

Mi abuela Mariana
tiene una cana,
cana canariera.

Mi abuela Mariana
me cuenta los cuentos
siempre a su manera.

Yo la quiero mucho,
yo la quiero tanto…
Me ducha, me peina
y me lleva al campo.

Me enseña canciones,
me ayuda a estudiar,
dice poesías,
solemos jugar.

Luego por la noche,
mi abuela me vela,
un cuento me cuenta
y cuando me duermo,
apaga la vela,
Mariana mi abuela.

Mi abuela Mariana,
de paja el sombrero,
el traje de pana,
mi abuela Mariana,
no parece abuela
que parece un hada.

 

[Versos fritos. Pág. 35]

 
 

TODOS CONTRA LA CONTAMINACIÓN

 

Que los hombres no manchen los ríos.
Que los hombres no manchen el mar.
Que los niños no maltraten los árboles.
Que los hombres no ensucien la ciudad.
(No quererse es lo que más contamina,
sobre el barco o bajo la mina).

Que los tigres no tengan garras,
que los países no tengan guerras.

Que los niños no maten pájaros,
que los gatos no maten ratones,
y, sobre todo, que los hombres
no maten hombres.

 

[Versos fritos. Pág. 73]

 
 

VERSOS SERIOS

 

Cuando la memoria se muere,
nace el olvido.
Cuando el árbol se muere,
nace el papel.
Cuando la paz se muere,
nace la guerra.
Todo esto nace
porque el hombre lo hace.

Cuando la noche se muere,
nace el día.
Cuando la tristeza se muere,
nace la alegría.
Cuando la Luna se muere,
nace el Sol.
Todo esto nace
porque lo hace Dios.

 

[Versos fritos. Pág. 115]

 

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HOMENAJE A GLORIA FUERTES (1917-1998) EN LA LIBRERÍA «TÉRMINO». Fue en Alcalá de Guadaíra, un jueves 29 de junio de 2017 por Olga Duarte, José Antonio Francés, Reyes Bernal y Lauro Gandul

PACIFISTA DE VERDAD. UN POEMA DE GLORIA FUERTES. Homenaje (2017-1) en «CARMINA» a una poeta universal en el año del Centenario de su nacimiento (1917-1998)

EL CAMELLO. Por Gloria Fuertes

 
 

HOMENAJE A GLORIA FUERTES (1917-1998) EN LA LIBRERÍA «TÉRMINO». Fue en Alcalá de Guadaíra, un jueves 29 de junio de 2017 por Olga Duarte, José Antonio Francés, Reyes Bernal y Lauro Gandul

(Vídeo: Alberto Mallado)

 

ORACIÓN

 

Que estás en la tierra Padre nuestro,
que te siento en la púa del pino,
en el torso azul del obrero,
en la niña que borda curvada
la espalda mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
en el surco,
en el huerto,
en la mina,
en el puerto,
en el cine,
en el vino,
en la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
donde tienes tu gloria y tu infierno
y tu limbo que está en los cafés
donde los burgueses beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la escuela de gratis,
y en el verdulero,
y en el que pasa hambre,
y en el poeta, —¡nunca en el usurero!—
Padre nuestro que estás en la tierra,
en un banco del Prado leyendo,
eres ese Viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
en el cigarro, en el beso,
en la espiga, en el pecho
de todos los que son buenos.
Padre que habitas en cualquier sitio.
Dios que penetras en cualquier hueco,
tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos,
los que luego te hemos de ver,
donde sea, o ahí en el cielo.

 

[Obras incompletas.
Editorial Ediciones Cátedra, S.A.
Madrid 1980.
Págs. 47 y 48]

 

NIÑOS DE SOMALIA

 

Yo como
Tú comes
Él come
Nosotros comemos
Vosotros coméis
¡Ellos no!

 

[1996]

 

LA SIRENITA QUE QUISO IR AL “COLE”

 

La sirenita saltando por la arena,
llegó a la escuela de la playa.

Niños, libros, mapas y pizarras.

La sirenita apoyó su cara en el cristal,
la maestra la invitó a pasar.

La sirenita asustada voló hacia el mar, sola,
y se escondió en la ola.

Con algas y con algo,
se hizo un vestido largo largo
—para que le tapara la cola
y los pies que nos tenía—.

Saltando por la arena,
tocando dos conchas castañuelas,
la sirenita entró en la escuela.

—La “nueva” anda muy rara
—dijeron sus compañeras—.

—¡Cómo no voy a andar rara
si soy una sirena!

 

[Versos fritos.
Editorial Susaeta Ediciones, S.A.
Madrdid 1995. Pág. 60]

 

CUANDO TE NOMBRAN

 

Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira,
que media docena de letras digan tanto.

Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo me asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.

Mi locura sería,
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverse loco y repetir tu nombre.

Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
—Siempre dice lo mismo—, dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
—los jueces y los santos no van a entender nada—
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.

 

[Obras incompletas.
Págs. 187 y 188]

 

Gloria Fuertes (años 40)

En vespa cargada de libros
para repartir entre los niños
de los pueblos de Madrid

(años 40)

 

A MODO DE MANIFIESTO CON FUNDAMENTO EN LA OBRA DE LA POETA GLORIA FUERTES

 

Por Lauro Gandul Verdún
(Junio de 2017)

 

Ahora sí encontramos las librerías llenas de títulos de nuestra autora. Aunque casi siempre sólo aquella parte —importante, por supuesto— de su literatura incardinable en la llamada literatura infantil o para niños. No es mucho lo que tenemos de Gloria Fuertes (1917-1998) en nuestras bibliotecas. Lo decimos por nosotros mismos: en los anaqueles de nuestras estanterías es insólito encontrar un número suficiente de libros, de los muchos que dejó escritos, a la altura literaria de una autora como ella cuya obra poética constituye una de las más importantes del siglo XX español. Y esa ignorancia de su verdadera significación literaria choca con el amplio ámbito en el que la protagonista es precisamente Gloria Fuertes en el imaginario de los españoles de los últimos cincuenta años: ¿quién no sabe tararear en el recuerdo la melodía de Un globo, dos globos, tres globos?, ¿quién ha olvidado a aquella oronda señora, de pelo corto y canosa, feota pero con una franca y cordial sonrisa perennemente en su ancha cara de cuya boca salía una voz grave y algo rota, y a la que veíamos frecuentemente en la televisión en blanco y negro, o en color, de los años setenta y ochenta?

   Pero hemos tenido la suerte de que una antología o compilación de sus libros de poesía haya caído en nuestras manos. Un solo libro, aunque con la fortuna de comprobar que quizá sea su obra mayor. Tenemos su libro, titulado Obras incompletas en una edición de la propia autora, que era la sexta que Ediciones Cátedra, S.A. de Madrid publicaba, siendo ésta en 1980 y que es a la que se corresponde nuestro ejemplar del libro. Gloria Fuertes es autora de la selección de sus textos y del prólogo que titula «Medio siglo de poesía de Gloria Fuertes o vida de mi obra». De éste vamos a extraer tres fragmentos:

   «En los primeros años de nuestra postguerra, al palparnos vivos a pesar y todavía, necesitábamos gritar —como todo superviviente— que estábamos aquí, que nos llamábamos así, que sentíamos de aquella manera. Por aquel entonces, sin ponernos de acuerdo, Blas de Otero, Celaya, Hierro, Alcántara —y tantos nombres que añadirán a esta relación los estudiosos—, escribíamos poemas declarando incluso nuestra filiación, dirección y profesión para llamar la atención a los transeúntes que luego iban o no a pasear por nuestras páginas.»

   «Fui surrealista, sin haber leído a ningún surrealista; después, aposta, «postista» —la única mujer que pertenecía al efímero grupo de Carlos Edmundo de Ory, Chicharro y Sernesi. La postista que irremediablemente iba para modista, modista de un importante taller (mi madre se encargó de ello), modista o niñera, se reveló por primera vez; yo no quería servir a nadie, si acaso a todos.»

   «El primer poeta que conocí, fue en vivo, no en libro, y era Gabriel Celaya —debido a que me pisó el Premio Fémina de Poesía—. Gabriel y yo fuimos finalistas, yo quedé segundona. Celaya, en 1934 (¿), era alto y rubio como la cerveza, parecía un príncipe —lo que son las cosas…»

   Con estas coordenadas se nos antoja una breve investigación.  Sabemos que los cordobeses de Cántico dieron páginas en sus Hojas de poesía a los poetas de España, y del resto del mundo, mientras estuvo viva la revista desde 1947 a 1957.  Buscamos en todos sus números y, si bien comprobamos que a Otero (1916-1979), Celaya (1911-1991) y Ory (1923-2010) sí se les publicaron poemas en Cántico, ninguno se publica de Gloria Fuertes durante los diez años de existencia de aquella excelsa revista de poesía.

   De Ínsula,  Revista Bibliográfica de Ciencias y Letras,  fundada en Madrid en 1946 y que continúa viva, hemos consultado un poco al azar diez años, desde 1982 a 1992, un período de tiempo lo suficientemente largo como para que nuestra autora pudiera ser leída en alguna de sus páginas. Nos hemos puesto a buscar. De 1982 a 1988 nada. Al encontrar en los números 510 y 511 de 1989 sendos espacios especiales dedicados al postismo en la sección que la revista titula «El estado de la cuestión», supusimos que íbamos a encontrar textos de Gloria Fuertes, o al menos alguna referencia. Nada de nada. Como si no existiera. Hemos sabido que hay un número de la revista de 1969 donde José Luis Cano, uno de los principales responsables de Ínsula, dedica un artículo a la poeta de Madrid, a cuyo texto no hemos tenido acceso. No sólo es ignorada completamente cuando se trata del postismo, sino que tampoco existe en los ensayos sobre las generaciones de posguerra, ni en los que tratan la obra de los autores de la poesía arraigada ni en los que se ocupan de los poetas del desarraigo, ni cuando se ocupan del movimiento de la  poesía social, o sobre la generación del medio siglo.

   No obstante, ella sí está con los poetas mencionados y con los movimientos aludidos. Y si se predica que para el grupo de los postistas ya existía una tradición española en la literatura de Valle-Inclán o de Ramón Gómez de la Serna, o en las viñetas de La codorniz, en el dadaísmo de Tristán Tzara, o en el  surrealismo, o en el teatro del absurdo. En la poesía de Gloria Fuertes logra alto vuelo la greguería ramoniana en cordial y amorosa bandada. Onomatopeyas, aliteraciones, dobles sentidos, ambigüedades… Ciertamente una parte importante de la obra de nuestra autora encaja en esa tradición que además bebe de la popular en sentido estricto y que se anuda a las vanguardias, tan característica de la poesía del siglo XX (Lorca, Alberti, p.e.), y que sirve también para comprender con otras lecturas la importante parte de su obra más conocida dentro de la literatura infantil o para niños. Esas otras lecturas como poeta neorrealista, o surrealista, o postista, o poeta social, o del socialismo cristiano, o sencillamente cristiana, tantas veces, debería ensombrecer la etiqueta infantil. Fácilmente se comprueba que el adjetivo en este caso, no da vida, sino que mata (aunque sea muy útil para los mercadotécnicos e incluso a ella hubo de haberle reportado justos haberes), y que nos lleva a que su poesía infantil sea sencillamente poesía.

   Poesía transgresora la escrita por Gloria Fuertes, poesía de lo pequeño, reiteración de lo vital, lo cotidiano, lo divino, lo reivindicativo… Si bien, dentro de los postistas tal vez fuera la que menos se dedicó a los juegos de palabras sólo por jugar. Esta actitud estética supone un conjunto de recursos formales cuyo fin precisamente es acoger en sus poemas una vocación transformativa de la realidad social. Así se hace vocera en su poesía del dolor que le provocaban los débiles, los niños indefensos, los mendigos, los hambrientos, los parados, los mineros, y tantos de los que nadie se acuerda. Fue por tanto una auténtica poeta del movimiento que se denominó de la poesía social. Poesía social de la auténtica, de aquella escrita para «la inmensa mayoría» como la que quiso escribir Blas de Otero. Una poesía para nada pura, ni minoritaria. Una poesía como aquella a la que Gabriel Celaya  aspiraba cuando proclamaba que «la poesía no es un fin en sí, sino un instrumento para transformar el mundo.» A Gloria Fuertes lo que le interesó de la literatura era la emoción de sus contenidos, su potencia comunicativa, los recursos que en ella estaban para reflejar la situación y circunstancia del hombre del tiempo en que le tocó vivir. E incluso no dudó en escribir padrenuestros y oraciones por los pobres de este mundo.

 

Gloria Fuertes (años 90)

 

LA POBRE CABRA
(Homenaje a Gloria Fuertes)

 

Por José Antonio Francés

 

La cabra no es que esté como una cabra
es sólo que confunde las palabras.

En vez de ropa se puso la sopa,
en vez de capa se puso la copa.

La pobre con las letras se hace un lío,
por eso a veces no dice ni pío.

A la pobre jaca la llamó vaca,
¡y eso que la jaca estaba muy flaca!

En vez de una tila se hizo una tela,
y se quitó una suela y no la muela.

Pobrecilla, no tiene mucho tino
pues se durmió en el vino y no el pino…

Pino, pena, pana, rana, ¡atenta…!
Cambias una letra y cambia la cuenta.

¡Menudo lío se forma la cabra!
Uf… ¡Se parecen tanto las palabras!

Y se parecen tanto, tinto y tonto
que la cabra se confunde muy pronto.

Y se parecen tanto, tonto y tinto
que hablar es andar por un laberinto.

Nata, gata, rata, bata, ¡qué lata!
¡Cuando abre la boca, mete la pata!

Nota, gota, rota, bota… ¡Atiende…!
¡Cambias una letra y nadie te entiende!

 
_________________________
 

PACIFISTA DE VERDAD. UN POEMA DE GLORIA FUERTES. Homenaje (2017-1) en «CARMINA» a una poeta universal en el año del Centenario de su nacimiento (1917-1998)

EL CAMELLO. Por Gloria Fuertes

 

EN LA LIBRERÍA ‘TÉRMINO’ LA REVISTA «CARMINA» CON «CRÓNICA DE PARÍS»: LECTURA DE POEMAS CON SAXO. Por Lauro Gandul Verdún y César Herrera Serrada (Alcalá, 18 de mayo de 2017)

 

(Vídeo: Alberto Mallado)

 

14

 

Yo no quiero morir en París
Pero estos muertos son divinos
Cortázar
Tzara
Morrison
Ionesco
Asturias
Chopin…

 

15

 

A quien no conozco de ti deseo
A tu desconocida amo
A la que tú eres para otros
Labios
A esa quiero yo besar
Muy lentamente
Sin conocerla de nada
Sin saber nada que pese
Sobre mi pulso
Sin saber nada de nada
Ni de nadie
Olvidado de mí
De todo
Y sólo amar
Y todo para amar
Y nada para nadie.

 

[Lauro Gandul Verdún. Crónica de París (2ª edición).
Ed. Padilla Libros Editores & Libreros. Sevilla 2017.
Págs. 43-45]

 

«CRÓNICA DE PARÍS/CHRONIQUE DE PARIS» EN LA LIBRERÍA «TÉRMINO»: LECTURA DE POEMAS CON SAXO. Por Lauro Gandul Verdún y César Herrera Serrada (Alcalá, 18 de mayo de 2017)

 

CRÓNICA DE PARÍS (PORTADA)

 
 

(Vídeo: Alberto Mallado)

 

18

 

Como veo el humo disiparse
París en el aire
Desaparece
Y yo
Al mismo tiempo

Oh calles
Que ya descifré
Oh signos como lugares
Oh ciudad mía
Fría
Fría
Fría

Oh bella
Sin emociones

Como un día gris
O como la noche en los bulevares
El murmullo de la gente
En el metro
Y su pasar por las galerías
O su silencio
Otras veces

Oh gentes que encuentro
Y también amo

Colores
Huesos
Miradas
Sombreros
Abrigos
Oh diversidad

Oh carnes

Oh piel

Leo
Para
Escribir

Veo
Como leo

Huelo
Como leo

La sopa es un libro
Las librerías pequeñas parecen restaurantes
Donde como páginas
Sorbo la espuma de las páginas
Y fumo

Al fin fumo

Una ceguera deslumbrante
Me abre un mundo
Claramente al fin

Y otra vez París se me conforma
Dentro y fuera del cuerpo
Hecho mente
Alma
Para al punto
Como ya sabemos
Reiterar su inexistencia inmortal

Y yo me voy como si llorara
Hacia el cielo
Que por encima de las buhardillas
Quiere atraerme
Y convertirme en un ángel.

 

[Lauro Gandul Verdún. Crónica de París (2ª edición).
Ed. Padilla Libros Editores & Libreros. Sevilla 2017.
Págs. 51-53]

 
_____________________
 
TEXTO: EPÍLOGO AL LIBRO CRÓNICA DE PARÍS DE LAURO GANDUL VERDÚN. Antonio Luis Albás y de Langa, 2008. Ilustración Xopi. Traducción Manuel Núñez Barral

SERIE DE DIBUJOS ORIGINALES PARA UN LIBRO DE POEMAS DE L.G.V., TITULADO «CRÓNICA DE PARÍS». Xopi (2008)

PRESENTACIÓN DE «CRÓNICA DE PARÍS»-Serie Libretos de CARMINA nº 3 (de Lauro Gandul Verdún). Dos fotografías de Enrique Sánchez Díaz (Pizzería Chao-Chao, Alcalá de Guadaíra, 14-6-2009)

«CARMINA» PRESENTA «CRÓNICA DE PARÍS/CHRONIQUE DE PARIS». Poemas de Lauro Gandul Verdún, traducidos al francés por Manuel Núñez Barral

«CRÓNICA DE PARÍS». Poema de Lauro Gandul Verdún (1999) con dibujo de Zsolt Tibor