VIDA Y POÉTICA
«Nada sabemos de esta poetisa, una de las pocas escritoras españolas anteriores al Renacimiento. La palabra perdices (además de ser un posible símbolo erótico) establece con perdiendo un juego que refuerza el significado último de la pieza. La prisión también tiene un doble significado, real y simbólico: la autora, pese a que ello implica privación de libertad, desea estar cautivada, esto es, enamorada, eróticamente presa.»
[FRANCISCO RICO.
Mil Años de Poesía Española.
Editorial Planeta, S.A. Barcelona, 1997]
A UNAS PERDICES VIVAS
De estas aves su nación
es cantar con alegría,
y de veras en prisión
siento yo grave pasión,
sin sentir nadie la mía.
Ellas lloran que se vieron
sin temor de ser cativas,
y a quien eran más esquivas
esos mismos las prendieron.
Sus nombres mi vida son,
que va perdiendo alegría,
y de vellas en prisión
siento yo grave pasión,
sin sentir nadie la mía.