(Foto: Manuel Verpi 2014)
«En la Semana Santa y siento decirlo y constatarlo todo está sacado de quicio y de canon. De medida. Todo es ya desmedido. La Semana Santa la han tomado las masas, los okupas de las sillas de los chinos. Sillas de los chinos contra sillas de la Carrera Oficial. La demagogia está servida: lucha de clases en Semana Santa. Así nunca se ha visto las cofradías en Sevilla, apalancados. La bulla era otra cosa. Ahora en muchos sitios, no es ni siquiera bulla: es sencillamente gentuza. Que se ha inventado una Semana Santa incómoda, agresiva, soez, donde no hay forma de ver cofradías sin sobresaltos, sin angustias. Pero la fiesta sobrevivirá y volverá a sus cauces porque esta oscilación de frivolidad oportunista es parte de su propia condición totalizadora. En plena eclosión de nimiedad posmoderna subsiste el núcleo cenital de recogimiento, delicadeza, piedad, sentimiento y elegancia, y ese fondo sustancial permanecerá cuando sobrevenga el reflujo de las tendencias desnaturalizadoras. Nacida del fondo de los siglos, si alguna propiedad intrínseca tiene la Semana Santa es su capacidad para sobreponerse a las modas.»
[Antonio Burgos, «Okupas de Kofradías»/ Ignacio Camacho, «Juego de tronos», ambos en la misma página de ABC Sevilla, 18 de abril de 2014]