AL PRINCIPIO NO FUE EL VERBO. De la serie «RECORTES», Nº 85. Por Pablo Romero Gabella

 

aguilar2013M.VERPI 3Hombre y humo

(Foto: Manuel Verpi)

Aguilar de la Frontera

2013

 

«Ha causado estupor que se haya conseguido parar una obra en Burgos mediante la violencia, como todos. La violencia funciona. Es responsabilidad de los violentos y de los que ceden, como el alcalde de Burgos. Y tampoco hay que avergonzarse mucho. La violencia fue el origen, y por la misma razón, ningún origen puede realizarse sin apelar a la violencia. Los primeros hechos de que da testimonio  nuestra tradición bíblica o secular han pervivido a través de los siglos con la fuerza que el pensamiento humano logra en las raras ocasiones en que produce metáforas convincentes o fábulas universalmente válidas. La fábula se expresó claramente: toda fraternidad de la que hayan sido capaces los seres humanos ha resultado del fratricidio, toda organización política que hayan podido construir los hombres tiene su origen en el crimen. Ser violentos ya hoy, para nosotros debe suponer ante todo no confundirnos con el sistema que hemos de sustituir: no respetar ninguna intangibilidad en este sistema y no creer en la acción progresiva y evolutiva desde dentro. La violencia en sí misma no tiene la capacidad de la palabra. Una glorificación o justificación de la violencia ya no es política, sino antipolítica.»

[Hannah Arendt, Sobre la revolución, Madrid, 2006, págs. 22 y 23, traducción de Pedro Bravo, 1ª edición en inglés en 1963/ Dionisio Ridruejo, «Ser revolucionarios», Arriba, 27 de abril de 1941/Manuel Jabois, «Lección práctica de Gamonal», El Mundo,  19 de enero de 2014]

2 comments.

  1. Detrás de toda lógica, en el fondo de todo bello discurso de la razón universal, de nuestros pacíficos lazos, de nuestras manifestaciones de unanimidad y solidaridades de grupo; en la base misma de la constitución de idealidades sea cultura, política, religión, arte, ciencia… siempre se ha extendido la larga sombra del sacrificio y la violencia.

    Un saludo, Gabella

    A.L.

  2. Querido AL, como dijo : Goethe en «Las afinidades electivas» la gente no ve lo que ocurre tras caer el telón de un final feliz. Un abrazo

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