ADONIS. Por José Manuel Colubi Falcó

Luca_Giordano_Muerte de Adonis

Muerte de Adonis

Luca Giordano

1634-1705

 

«Ése se cree un adonis» es frase que he oído o leído más de una vez de boca de alguna chica o de un personaje de novela, sin que su interpretación, habida cuenta del contexto, planteara dificultades. No obstante, ¿qué es ser un adonis? El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) da la respuesta: «Joven hermoso», y añade el porqué: «Por alusión a la hermosura de Adonis, personaje mitológico». Y a continuación, dentro de la misma familia, otra entrada: Adonizarse: «Embellecerse como un adonis». Antes, en otras, Adónico, Adonio, ya nos ha remitido a Verso adónico, el último de la estrofa sáfica. Y ¿quién fue este jovencito tan hermoso y atractivo? Sobre su origen e historia hay tesis diversas (griego de Chipre o sirio), mas lo sustancias de su leyenda —con alguna variación en los personajes— es lo que sigue:

 

         Mirra (o Esmirna) es hija de un rey (Tías o Cíniras), de quien ella, por maldición de Afrodita, está enamorada; con la ayuda del aya Hipólita logra satisfacer su incestuoso deseo y yace durante once noches con aquél. Mas en la duodécima, el rey y padre suyo se da cuenta del engaño y, enfurecido, quiere matar a la hija, pero Afrodita la protege metamorfoseándola en árbol (el árbol de la mirra). De este árbol, cuya corteza se abre a los diez meses, nace un niño sumamente hermoso y atractivo, Adonis, de quien la diosa del amor queda prendada. Y encomienda su crianza, ¡grave error!, a Perséfone o Proserpina, que, enamorada también del joven, se niega a devolverlo cuando aquélla lo reclama. La contienda, por fin, es zanjada por Zeus: Adonis pasaría un tercio del año con Perséfone, otro tercio con Afrodita y el tercero con la que él quisiera (recuérdese el mito de Deméter). Y él elige a la diosa del amor, la Venus romana. Devoto de la caza y amorosamente cuidado por su divina amante, muere herido por un jabalí en una cacería, sin que la diosa, que acude a socorrerlo y se pincha un pie, pueda evitarlo. De las lágrimas de la diosa nacerán las rosas, coloreadas por la sangre causada por la espina clavada en su pie; de las gotas de sangre de Adonis, las anémonas, y del llanto de Mirra, las lágrimas de mirra, tan apreciadas por los antiguos, no en vano fue uno de los presentes que los Magos ofrecieron al recién nacido Jesús.

 

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