UNA BATALLA CHINA
Separados por la colina ondulante,
dos ejércitos enmascarados
lanzan interminables aleluyas de combate.
El jefe, en su tienda de campaña,
interpreta las ancestrales furias de su pueblo.
El otro, fijándose en la línea del río,
ve su sombra en otro cuerpo, desconociéndose.
Las músicas creciendo con la sangre
precipitan la marcha hacia la muerte.
Los dos ejércitos, como envueltos por las nubes,
se adormecen borrando los escarceos temporales.
Los dos jefes se han quedado como petrificados.
Después cuentan las sombras que huyeron del cuerpo,
cuentan los cuerpos que huyeron por el río.
Uno de los ejércitos logró mantener
unida su sombra con su cuerpo,
su cuerpo con la fugacidad del río.
El otro fue vencido por un inmenso desierto somnoliento.
Su jefe rinde su espada con orgullo.
J.L.L.
Posiblemente, uno de los mejores poemas de amor que he leído.
Gabi
Posted by Gabi on julio 26th, 2013.
Cómo sabes, 1,33 segundos.
A.L.
Posted by A.L. on julio 26th, 2013.
Gabi, o uno de los mejores de cualquier pugna dialéctica. Lección para una victoria del amor como el que no se separa de sí para ser del otro, o para un vencimiento en forma de amoroso desierto.
LGV
Posted by LGV on julio 29th, 2013.
Maravillosa composición, el poema y las imágenes…
Posted by moi on agosto 1st, 2013.