DISCIPLINA ESPARTANA. Por José Manuel Colubi Falcó

Caesar van Everdingen - Licurgo demuestra los beneficios de la educación - h1660

Licurgo legisla en Esparta

Caesar van Everdingen

1616/17-1678

Frente al ideal ateniense, Esparta representa la visión totalitaria del Estado. No era, propiamente, una ciudad, sino un campamento en el que un ejército —el conjunto de los ciudadanos, que sólo podían ser soldados— se adiestraba para mantener el orden constituido ante cualquier amenaza. Y con toda lógica, pues desde antiguo es verdad incontrovertible que todo gobierno se mantiene sólo si persevera en el uso de los mismos medios que le dieron el poder. Y de ahí su disciplina férrea frente a gentes cruelmente sojuzgadas.

            Recién nacido un niño, el anciano de la tribu decidía sobre su vida: si de complexión débil, era despeñado desde la cumbre del Taigeto; si no, se le declaraba apto para el servicio. Hasta los siete años vivía con la madre, y a partir de esa edad ingresaba en un batallón y hacía vida de cuartel: entrenamiento deportivo hasta los doce, en que ya era sometido a la agogá, disciplina rigurosa que comprendía ejercicios físicos duros, pobre vestido, alimentación deficiente, abstinencias diversas, y descanso escaso sobre lecho de juncos y sin cubierta. Anualmente se sometía a la diamastígosis ante el altar de Ártemis Orthia, flagelación que el muchacho había de soportar sin queja. El objetivo perseguido era claro: endurecerlo, física y anímicamente, para vencer toda suerte de adversidades. No obstante, se fomentaba también entre los jóvenes la astucia para que resolvieran sus problemas; por ejemplo, los de alimentación mediante el robo, impune siempre que no fuesen sorprendidos; si no, sufrían pena de flagelación. A los diecinueve años se les consideraba soldados —y lo serían hasta los sesenta—, a los veinticuatro combatían —la guerra fue mal endémico entre los griegos— en primera línea, y a los treinta ingresaban en la Asamblea y podían vivir en sus casas, pero con la obligación de ir a comer la sopa negra a diario con los conmilitones. El rapto era la forma sólita de contraer matrimonio, que se mantenía secreto y sólo se hacía público cuando sobrevenía el embarazo.

            Lo que entendemos —o entendíamos— por enseñanza era secundario; allí se fomentaba sólo la parquedad verbal, el laconismo, el aprendizaje memorístico de los poemas homéricos, los cantos de marchas militares y de guerra…

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BULIS Y ESPERQUIS. Por José Manuel Colubi Falcó

ESPARTA. Por José Manuel Colubi Falcó

One comment.

  1. Muchísimas gracias D. José Manuel.

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