«BEL MALÍ». De la serie «RECORTES», Nº 57. Por Pablo Romero Gabella

brocante de montmatre 2009 3 bis

«De todas las guerras libradas contra el terrorismo desde finales del siglo pasado no hay ninguna que concierna tanto a Europa como la que Francia empezó a librar el viernes en Mali. Bamako, la capital de Mali, está a 1.887 kilómetros de Las Palmas, una distancia ocho veces inferior a la separa Madrid de Kabul. “Y sin embargo, Francia sola —se lamenta Mathieu Guidère autor del libro Al Qaeda o la conquista del Magreb (París, 2007) — hoy en día es el único país que combate el terrorismo y por eso corre el riesgo de pagar un alto precio.” Alude a los zarpazos del terrorismo islamista que golpeó el corazón de París en 1986 y 1995. Pero los muertos y heridos de los atentados del verano y otoño de 1995 produjeron el efecto contrario, reforzaron la determinación de las autoridades francesas de luchar contra un movimiento islamista extremista que ponía en peligro la paz social entre la juventud musulmana surgida de la emigración magrebí. Hollande desdeñó las afirmaciones que señalan que ha decidido intervenir en el Sahel para proteger las empresas que extraen materias primas baratas en la zona, entre otras el uranio de la vecina Níger que permite funcionar a las centrales nucleares galas.  “No estamos en Mali para defender a  nuestras empresas sino a nuestros ciudadanos. El toque a rebato que va a sonar no es una señal de alarma, es la carga contra los enemigos de la patria. Para vencerlos, señores, necesitamos audacia, audacia, siempre audacia y Francia se salvará.” Pero, ¿cómo traducir estos elevados objetivos en una estrategia militar práctica? Estaba enviando a su ejército al vacío.»

[Ignacio Cembrero y L. Abellán, «Francia combate en solitario en Malí», El País, 15 enero de 2013 / M. Mora y J. Naranjo, «Hollande define la misión militar en Malí como “antiterrorista y limitada”», El País, 16 enero 2013/ Gilles Kepel, La yihad. Expansión y declive del islamismo, Barcelona, 2002, pág 559 (traducción de Marga Latorre), 1ª ed. francesa, 2000 / David A. Bell, La primera guerra total. La Europa de Napoleón y el nacimiento de la guerra moderna, Madrid, 2012, páginas 156 y 172 (cita de Dantón que aparece en el pedestal de su estatura en el Saint-Germain, en París), traducción de Alvaro Santana, 1ª ed. norteamericana, 2007]

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VOLVÍ A ENTRAR EN AQUEL ‘BROCANTE’ DE MONTMATRE UN DÍA DE INVIERNO (Serie «Fragmentos»). Fotografías de Lauro Gandul Verdún. París, 2009

8 comments.

  1. Pero, ¿cómo traducir estos elevados objetivos…?. Para empezar acentuando adecuadamente los nombres. Malí será en Francia, y si ese es el caso el texto debería estar escrito en francés. Lo digo, aprovechando el Recorte, porque ahora parece que en los telediarios se trata de tildar mal en castellano territorios que ya conocíamos anteriormente, pero es sólo una mala costumbre de la LOGSE, de “temporadas” y llega hasta el Congreso. Ya en el siglo X, Abderraman III controlaba la ruta que llevaba al oro de Nigeria. De ahí entró en castellano la denominación de la zona: Mali; “Máli” acentuada en la primera, sin tilde en la segunda vocal, aunque ligeramente arrastrada la i final. De Maal: riqueza, es decir lugar rico o simplemente rico. Mali. Y eso nos lleva de nuevo a Hollande.

    Pd. Gabella, subo a Goear Bamako del delicioso Youssou N´dour que me trae muy bellos recuerdos. Lo enlazo a tu Recorte. Espero te guste.

    Un saludo.

    A.L.

  2. Gracias, A.L. Son las normas ortográficas las que invocas y a virtud de ellas ya está la tilde del “Malí” francés puesta, y quitadas la de los “Mali” en español. Supongo que Pablo estará conforme.

    Lauro

  3. Conforme en todo, en la música y en la ortografía.Gracias.

  4. L.

    Me parece muy bien que se corrijan las tildes, pero si después tú no las pones en tu coment con “francés” pierdes totalmente credibilidad. Venga que no soy Zebyllano, que estoy de coña.

    Un abrazo.

    A.L.

  5. Vaya lapsus, gracias A.L.: tilde corregida en el comentario.

    L.

  6. ¡Volvamos a los Cuadernos Rubio!

  7. Gabella, lo dificil es volver cuando nunca se estuvo. Aunque yo no recuerdo pasar del número 2, aquella vertical del Carro Romano… Después descubrí con 14 años la del 9 con la Torre del Oro. Y pensé: no me gusta, demasiado complicada para mi gusto. Así que me quedé con la 2.

    A.L.

  8. Aunque debo admitir que aquella del 2 me permitió conocer, escuchar y comprender a Vicente Núñez, y me sobró.

    Un saludo.

    A.L.

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