A DIOS ROGANDO Y CON EL KALÁSHNIKOV DISPARANDO. De la serie «RECORTES», Nº 31. Por Pablo Romero Gabella

.

.

«La de Siria, como lo fue antes la de Libia, es una guerra que se hace en chanclas, con Kaláshnikov al hombro, Alá en los cánticos y grandes dosis de coraje.  “Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten, pero no seáis los agresores, Dios no ama a los agresores. ¡Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os expulsaron! Si os combaten matadlos: ésa es la recompensa de los infieles. Matadlos hasta que la idolatría no exista y esté en su lugar la religión de Dios”, dijo por teléfono uno de los portavoces. Creo que pueden cumplirse los peores presagios. De un lado, nadie pone objeciones al combate contra una dictadura y el anhelo de democracia; de otro lado, no obstante, al igual que ha sucedido en los países del norte de África, el riesgo de uniformización forzosa en materia religiosa es evidente.»

[Álvaro de Cózar, «El Asad se preparara para arrasar Alepo», El País, 28 de julio de 2012 / El Corán, Azora II («La Vaca»), versículos 186,187,189, Barcelona, 2003, pág. 78, traducción de Juan Vernet / Rafael Argullol, «El minarete de Damasco», El País, 28 de julio de 2012]

Post a comment.