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Once sílabas por verso (endecasílabos). Cuatro estrofas. Dos cuartetos y dos tercetos. Un soneto. De Boscán y Garcilaso a nuestro Tomás: Mi soneto y yo. Más de soneto que de yo, diría yo, en catorce versos. Quién quiera sustituir las oes, las 154 oes, puede hacerlo, si es responsable, si es capaz y si tiene arte.
Gracias Tomás V. B. de parte de tu amigo y discípulo Lauro.
Posted by L. on mayo 18th, 2012.
Le ha salido redondo
Posted by R.R.G. on mayo 19th, 2012.
Pues yo además, lo que veo, y de manera pristina, son las previsiones de las macromagnitudes de la economía española después de aplicar todas las políticas restrictivas del Gobierno.
A.L.
Posted by A.L. on mayo 19th, 2012.
Futuras sílabas de palabras que sustituirán lo que ustedes ven como ceros, que para mí son oes, pero que no está nada mal que al R.R.G. le lleve a la geometría (a lo redondo) y a A.L. a la economía. También es un dibujo, sin duda un caligrama. Y un juego… Verán, que me gusta, y que puede dar mucho para decir…
Posted by L on mayo 19th, 2012.
Este enigma es mayor que el de la creación del Mundo en seis días. ¿Se le habrán olvidado a Tomás las haches y los signos de admiración, de modo que, de lo contrario, el poooooooema hubiera resultado una sucesión versificada de ¡Oh!, dado que la vida de cada uno es algo que siempre nos causa admiración, sea en sentido positivo o en el contrario? Otra posibilidad es que el diablo O, repudiado por Luzbel, y expulsado por tanto de su séquito, se haya adueñado de los dedos de Tomás (de su cerebro no lo lograría ese diablejo: eso sería privativo del propio Luzbel).
Posted by R.R.G. on mayo 19th, 2012.
¡Que se nos apropie siempre del cerebro la bella luz de la vida! Por cierto, que no pueden ser ceros lo que vemos en el soneto. O tal vez las oes sin hache o los ceros no sean una nada, sino una fontana.
Posted by L on mayo 19th, 2012.