COLOQUIOS (139). Gabi Mendoza Ugalde

 

El Gobierno insta a las autonomías a reducir el sueldo de políticos un 30%…  Que no, que es broma; sube las tasas universitarias un 65%

– Al final, todos terminaremos siendo políticos, o camareros. 

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8 comments.

  1. A ver, un Señor que ha trabajado en tres empresas, la última Lehman Brothers, ¿qué puesto ocupó, qué trayectoria?, ¿qué publicaciones, que desconozco?. ¿Y ese tío dirige la economía española?.

    Recorta la I+D+i, y ahora la educación. ¿No hay un económetra, o un estructuralista económico en su gabinete con visión a medio plazo que no aplique la cuenta la abuela a un Estado?. ¡Por favor!.

    Buen post Gabi.

    A.L.

  2. Con ello se pretende ahorrar 3.000 millones de e. y recuerdo que el Señor Gallardón, que se autodenominaba gestor dejó en el Ayuntamiento de Madrid una deuda de 8.500 millones de e., es más fue premiado con un Ministerio, el de “Justicia”.

    David.

  3. David, la medida, con una cifra estimada de parados que superará los 5,6 millones de personas en el primer trimestre imagina cómo va a repercutir en los hogares de las personas que estén o quieran estudiar. Ahora bien, ¿y los puestos de funcionario de libre designación, las Diputaciones… son prioritarios?, ¿Alguien me puede decir para qué sirve un Senado en España?. A la casta política no hay quien la toque. Eso sí que es sentar las bases de la recuperación y tener proyección de futuro.

    A.L. Todos sabemos que la enseñanza es pública, -no, gratuita-, ahora bien, si nos sale cara la enseñanza, ¿te das cuenta a qué precio nos sale la no enseñanza, con unos señores, la mayoría sin estudios, que toman decisiones sobre si se debe gravar más aún la repetición de asignaturas de una ingeniería por ejemplo o qué carrera es innecesaria?.

    Gabi

  4. Gabi, algunas precisiones sobre la crisis: si nos fijamos bien cuando la crisis empezó en España, el Estado español no tenía déficit. Antes al contrario, tenía un superávit, mayor, por cierto, que el que tenía el Estado alemán. En 2007, el superávit del Estado español era equivalente a 1,9% del PIB, más de seis veces superior al alemán, 0,3% del PIB. Y otro tanto ocurría con la deuda pública, que representaba en España un 27% del PIB, casi la mitad de la deuda pública alemana, 50% del PIB. Y sin embargo, tener un superávit muy superior y una deuda pública muy inferior a la de Alemania no nos sirvió de nada.

    Es verdad que las preferencias de los hogares, la desregulación y dejadez del Gobierno, han sido responsables en parte de la crisis en España; pero también que la banca alemana (española) ha jugado un papel clave en su génesis y posterior desarrollo. Según The Bank for International Settlements (BIS) (Junio 2010), la banca alemana prestó 109.000 millones de euros a la banca española, que ésta invirtió, indirectamente, en el sector inmobiliario, y que al caer, provocó la crisis y el problema de la deuda privada de España que llegó a alcanzar dimensiones astronómicas, el 227% del PIB (si bien a nivel agregado esta última se ha ido reduciendo en los últimos años).

    En último extremo lo que estaba en peligro era que la banca alemana debido a sus malas inversiones perdiese unos fondos que fueron prestados a España y a otros países de la Eurozona; de ahí las mal llamadas ayudas institucionales del FMI-BCE y políticas de austeridad que de sus exigencias se derivan y cuyo único objetivo es garantizar estos pagos, especialmente a los bancos alemanes (franceses) y la deuda tanto privada como pública que estos tienen.

    Con todo, el Gobierno alemán ha conseguido enormes beneficios incluso en periodo de crisis, garantizando un lugar de refugio y un flujo monetario por parte de los países endeudados, cada vez más, y que no han dedicado a estimular la demanda de su país (y Europa) sino a la acumulación monetaria y sanear sus cuentas.

    Es esta política de austeridad: con bajada de salarios (en una visión mercantilista del s.XVII), disminución de la protección social, recortes del gasto público (en el caso español sin discriminación), y ausencia de liquidez, la que ha conllevado un descenso de la demanda doméstica, de escasez de crédito y ha sido causa de la disminución de la actividad económica y con ello el descenso de los ingresos al Estado (aumentando el déficit y la deuda pública española).

    Ahora sí es el problema nuestra deuda, un hecho que se llama Gran Recesión, y sobre todo, algo mucho más grave, nuestros dirigentes en sentido amplio que no siempre responden al interés común.

    A.L.

  5. A.L. .¿Sabías que el Tribunal de Cuentas, uno de cuyos principales cometidos es la fiscalización de los partidos políticos, el último informe que emitió al respecto corresponde a la contabilidad del año 2006?.

    Gabi.

  6. A.L. Gabi,yo me metería en política, pero ya es tarde, me he sacado el Graduado Escolar.

    David

  7. A.L. respecto a tu primer comentario, todo es más interesante. Si se trata de que el alumno pague el 25% del coste, el 100% en cuartas o quintas convocatorias; habrá un transvase de parte de los alumnos de la enseñanza pública a privada, que hipotéticamente reflejaría el precio de mercado. Es más, si esto se produce, ese 25% del coste, al haber menos alumnos, tendrá que ser actualizado en años siguientes hasta igualar precio de enseñanza pública a precio de privada (que teóricamente rebajaría algo los suyos por la demanda), llegando a un equilibrio. La pregunta entonces es, ¿porqué seguir manteniendo una enseñanza pública?

    Pero llevémoslo más allá, ¿porqué debo pagar una sanidad obligatoriamente si no estoy enfermo?, ¿Y si lo estoy, no debería acudir yo al hospital mediante mis pagos a alguna entidad privada, o ninguna si mi función de utilidad no es aversa al riesgo?. ¿Me debo hacer cargo de los enfermos terminales?. ¿Coactivamente por parte de quién?, ¿qué Estado?

    Un saludo

    Gabi.

  8. ” Al final todos terminaremos siendo políticos, o camareros”… O quizás emigrantes al igual que nuestros antepasados, que cruzaron unos Estrechos llamados Despeñaperros y Pirineos, con unas maletas de cartón con cantoneras metálicas y atadas con guitas, con la diferencia, que hoy, lo hacen con una licenciatura, dos master y algunos, hasta con un doctorado, bajo el brazo, pero siempre, en la misma dirección y con el mismo destino. ¡¡Qué pena!!

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