«Desde el comienzo de la República [romana] hasta su final, y luego también durante el imperio, fueron factores constantes la carga de la deuda y la distribución de las tierras. En los primeros siglos, la lucha por la deuda fue una lucha para evitar la esclavitud por deudas y aunque fue eliminada por la legislación en 326 a.C., se mantuvieron en vigor algunos tipos sutiles a lo largo de toda la historia romana posterior. También existió una preocupación constante por los tantos por ciento de interés y hubo de vez en cuando crisis de deudas que exigieron una injerencia gubernamental seria. No cre[o] que la historia tenga leyes inflexibles a las que los pueblos estén sometidos como los astros a la ley de gravedad, sino que aquella fluctúa, avanza o retrocede y a veces gira sobre si misma de manera tautológica».
[M.I. Finley, El nacimiento de la política, Barcelona, 1986, págs. 147-148/M. Vargas Llosa, «Las ideas y el caos», El País, 29 enero 2012]
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(*) Nos escribe Pablo Romero Gabella:
«…me he atrevido a enviaros un texto. He pensado que, si os interesa, os puedo seguir enviando más (…). Se titulan Recortes, título apropiado para esta época que nos toca vivir. Son ensamblajes de textos actuales y no actuales, de periodicos, de ensayos y de novelas. Bueno ahí va el primero: La deuda: un clásico.»
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[…] Nº 1 LA DEUDA: UN CLÁSICO […]
Posted by CARMINA Blog Literario — ¡QUÉ IDEA, «MA QUALE IDEA»!. De la serie «RECORTES», Nº 2. Pablo Romero Gabella on febrero 20th, 2012.