– En el restaurante de enfrente quienes llegan y ven la cola, ni se paran. Sin embargo, la del paro la aguantan todavía.
– En la romería para ver el santo en su ermita se apelotonaban en lo que desde luego no era una cola, sino una masa humana, una verdadera muchedumbre donde ya nadie era nadie.
– A mí, personalmente, nunca me ha importado nada hacerla en el comedor social.
– …
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