– El capitalismo salvaje, en su vertiente de falaz ideología, ha resultado eficacísimo a los salvajes capitalistas para secuestrar, mediando corrupción, a los llamados políticos, en esencia, corrompibles y fácilmente secuestrables.
– ¡El espacio público está usurpado! ¿Dónde ejercer la libertad? Esto sólo se puede resolver con una revolución…
– Sí. Aunque no sea posible mientras los desesperados sólo se indignen.
– …Pensándolo bien, por aquí no estamos para revoluciones, que antes serían revueltas y rebeliones.
– Entonces, ¡que vengan las revelaciones!