– Cuando subíamos a Marvão y en la cima avizorábamos su castillo cubista, parecía que bajáramos a los infiernos. Mientras que al tiempo de descender a la ribera del Sever, en verdad, sentí que ascendiéramos a los cielos.
– Te lo parecería a ti, porque yo cuando subo, subo y, cuando bajo, bajo. ¿Ibas haciendo el pino?