Foto: LGV 2008
Hay veces que el colmo de la vida se pone al alcance de la mano por cualquier menudencia. No obstante hasta lo anecdótico se transforma en trascendente cuando te hiere en lo más profundo.
Ahora bien, si uno se pregunta por la importancia de lo instrascendente… a mí se me ocurre responder con estos versos de León Felipe:
Aventad las palabras
Y si algo queda todavía,
Eso es poesía.
Es decir, que hasta una brizna te roce, algo bien entendido, es suficiente para producir la sensación de que estamos en medio del océano más atlántico de todos los océanos…
¿Qué hacer? Laisser faire-laisser passer. La inexorabilidad, perogrullesca y cambiante del tiempo, resuelve mansamente todas las cosas.
A mí me gustaría tener alas para luchar en estos duelos, pero me rindo y a veces creo que la energía del pensamiento está erosionada o que el corazón late a ritmo asmático y lento…