Larkin: Autorretrato
Hace ya 25 años, otro 2 de Diciembre, como éste que hoy nos toca vivir a nosotros, en un hospital, como el que le sirviera una vez de inspiración para escribir El Edificio, murió el gran poeta británico Philip Larkin. Ningún eco de ese aniversario ha llegado hasta nuestro país. Era de esperar. Aquí, lo contrario habría sido un milagro, algo tan sorprendente como encontrar en una librería alguna de las traducciones al español de sus libros. En Hull, la anodina localidad de Inglaterra donde vivió y trabajó como bibliotecario la mayor parte de su vida, llevan veinticinco semanas conmemorando, con más o menos acierto, su figura y su obra; una obra que desde los años noventa del pasado siglo había sufrido cierto ostracismo, a raíz de la publicación de su epistolario y la consiguiente caída en desgracia de la reputación del propio Larkin, tachado por los defensores de lo políticamente correcto de racista, misógino, aficionado a la pornografía y otras lindezas. Las cualidades de su obra literaria devinieron irrelevantes, dejaron de importar, eclipsadas por la mala fama póstuma del escritor. Cosas del moderno mercado de la literatura, donde todo integra el mismo paquete con bonito envoltorio de colores que se trata de vender al consumidor: el hombre -con su personalidad- y sus libros.
Hoy, justo cuando se cumple el cuarto de siglo de su desaparición, descubren en Hull una estatua en bronce del poeta, un monumento promovido por la Philip Larkin Society, que en adelante se hará familiar para los viajeros que pasen por Paragon Station. Es obra de Martin Jenning, un artista que esculpió también la figura de otro poeta inglés muy admirado por Larkin, Sir John Betjeman, ubicada ésta en la londinense St.Pancras Station. La nueva escultura lleva al pie una inscripción, That Whitsun I was late getting away, primer verso del poema que da título a su tercer volumen de poesía, Las Bodas de Pentecostés. En mi caso, fue el primer poemario suyo que compré, en una librería de viejo de Londres, hará ya una década; un libro que leí entonces, y sigo leyendo aún, con admiración y entusiasmo. De ese viejo ejemplar he querido seleccionar, traducir y traer a las páginas de CARMINA, como particular homenaje en este señalado día, una pieza titulada Sunny Prestatyn:
SOLEADO PRESTATYN
Ven al soleado Prestatyn
Sonreía la chica del cartel,
Arrodillada sobre la arena
En ajustado blanco satén.
Detrás, un buen trozo de costa
Y un hotel con palmeras que parecían
Surgir de sus muslos y los brazos
Extendidos, alzando su busto.
La pegaron un día de Marzo.
A las dos semanas, cambió su rostro:
Tenía colmillos y era bizca;
Bien marcadas, unas enormes tetas
Y una raja en la entrepierna,
Espacio ocupado por unos garabatos
Que la hacían cabalgar a lomos
De una verga tuberosa y sus pelotas,
Firmado El Enano Thomas; mientras
Alguien usaba un cuchillo,
O algo así, para apuñalarle
Los labios bigotudos de su sonrisa.
Era demasiado perfecta para esta vida.
Muy pronto, un gran desgarrón transversal
Dejó tan solo una mano y un poco de azul.
La Lucha contra el Cáncer ocupa ahora su lugar.
The Whitsun Weddings. Faber and Faber, 1971
Otras páginas por Enrique Martín Ferrera dedicadas a PHILIP LARKIN en CARMINA:
AUBADE de Philip Larkin, una versión en español con nota introductoria de su contrito traductor.
PHILIP LARKIN: SEMBLANZA DE UN CRÍTICO DE JAZZ.
Hi, Carmina. I was in Paragon this month, with Larkin!!!
This is the photo
http://www.flickr.com/photos/iandolphinconferences/5243266875/
There is a short video too, on YouTube, about the unveiling of the bronze statue of the poet. This is the link
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=MGWdJoVbJbg#t=15s
Posted by IAN DOLPHIN on diciembre 31st, 2010.
Ian:
Thank you. It is always a miracle that the people erect a statue to a poet in a world and a time so materialist and so removed from the poetry like this our.
EMF
Posted by Enrique Martín Ferrera on enero 1st, 2011.