1
Sólo me sobrecoge más que el mar, el cielo. La voz del mar viene en el oleaje, la del cielo en el viento.
2
De vida efímera la sangre deja de ser roja cuando se pudre. Cuando el mar se pudra se volverá rojo. Cuando se pudra el aire todos nos quedaremos ciegos.
3
Mientras el azul se pudre en rojo, blanqueado por un indudable sol albo, aparece el océano ante mis ojos con su incansable voz ronca. La vida continúa infinita como un verso. Con colores y palabras resistiremos y continuaremos, y aun cayéndonos, proseguiremos. Al final del todo, siempre más allá de la muerte y del horizonte mismo, venceremos.
Gracias Poeta.
Posted by Enrique González Arias on marzo 23rd, 2010.
Enrique,
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Lauro.
Posted by Carmina on marzo 23rd, 2010.