"ROYAL GIBRALTAR REGIMENT, 70th ANNIVERSARY PARADE". Fotografías de Lauro Gandul Verdún, 25 de abril de 2009.
MANITA Y BURBUJA
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¡QUE TENGAN CUIDADO LA MANITA Y LA BURBUJA!
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LECHE Y METAL
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BODEGÓN CON LIMÓN
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BODEGÓN CON COCACOLA
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Otras ventanas de Olga Duarte Piña en «CARMINA»:
Cuando por mis contemplaciones
aquellos pájaros
se ahogan como la puesta de sol
en el océano Atlántico,
digo: ¡despierta,
eh!.
A Cleopatra, sin compromiso ninguno
A este pueblo la magia le ha rozado.
Las niñas son princesas, y los niños
senadores con sólo hacer un guiño.
El castillo, cada vez más asediado,
a mirarse en el río ha renunciado.
Ahora una musa han descubierto.
No la encontraron en el cajón
donde se ponen los muertos:
ha sido en Diputación.
¿Algún dios musa la hizo?
¿Del Olimpo era, o tal vez
fue uno persa, con sus rizos?
Vete tú a saber si habrá sido
un genio de una botella,
que en su último vahído
con tal de salir se agarró a ella.
¿Y musa de qué, qué inspira?
No se crea que es lástima, desde luego,
que siempre llega a lo que aspira
y llena de satisfacción su ego.
Es la musa del flamenco,
fuelle de gitanos andaluces
(de los que están en el elenco
y cuando cobran les luce).
¿Es quizás una oriental belleza?
Pues no, es poquita cosa,
y por la edad a nadie ya embelesa,
mas puede aconsejar a la que empieza.
Porque es musa y hada madrina
que nunca a nadie deja abandonado,
siempre que se someta a su lado
y aplique sin chistar lo que maquina.
¿Y a quién inspira esta musa en el flamenco?
¿A cantaores estilo del Chocolate?
No, sólo al nuevo y al zopenco
¡De pureza nada, qué disparate!
Si por esta musa fuera, las de opereta
alcanzarían ser estrellas del firmamento,
mientras a éste, de Fernanda y la Serneta
llegarían hecho cante los lamentos.
(Y desde su tumba, tía Anica la Piriñaca,
le soplaría un pedo como una gran traca)
(Vamos, que Manolo el Agujetas…
la mandaría… a hacer puñetas).
Que vengan la Andonda, Pastora y la Paquera,.
Manuel Torre, Cagancho y Juan Talega,
El Niño Gloria, el Curilla y Manuel Vega,
Joaquín, Manolito, Algodón y el Enriquillo,
Diego del Gastor, Joselero y Fernandillo,
y también la Marrura, la que vino de los U.S.A.,
a todos le presentaremos a tan rara musa.
Es Diego el primero que la pilla:
¿Quién ha dicho que usted es una musa?
Si usted no da la talla ni para excusa.
Pero Manolito María siempre apostilla:
Yo no te quiero a ti pa ná;
te vienes jasiendo grande,
y eres la piedra más chica
que hay tirá por la calle.
Pero Pastora es más fina y apaña un dicho
en menos tiempo que se mata el bicho:
El tambor es tu retrato;
que mete mucho ruío,
y si se mira por dentro
se encuentra que está vacío.
Una letra es poco para ella:
Durante una reciente conversación alguien me preguntaba, era más bien una queja disfrazada, que si todo el que tiene una cámara digital es ahora fotógrafo. El maestro Enrique Sánchez, y también mi padre, coinciden en que la máquina no hace al fotógrafo, esta afirmación es cierta pero, como otras muchas cosas en la vida, tiene sus matices.
…………Siempre he creído que en la dificultad se desarrolla el talento, del mismo modo que los mejores poemas de amor surgen de su ausencia (sí, el juego de palabras ha quedado malvado, pero juro que no era mi intención). Esto es, con un equipo mediocre se pueden hacer grandes trabajos, del mismo modo que con lo último en tecnología se puede ser vulgar. Y también pueden darse hábiles mezclas de ambos extremos.
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…………Cuenta mi padre, permítanme que lo nombre, Julio García Arroyo, artista; cuenta, decía, que en sus tiempos de estudiante de Bellas Artes, su profesor de grabado, Castro Gil, magnifico dibujante y maestro de grabadores, se había comprado el último modelo de Leica en un viaje a Nueva York. Por entonces, el estudiante de Arte salía en sus ratos libres a explorar Madrid y lo retrataba con una vieja Fowell de óptica fija, con tres diafragmas que consistían en tres taladros de diferente diámetro en una placa metálica, que debía cambiarse, según las circunstancias, a ojo de buen cubero. Luego, tras hacer copias en el baño de su casa las llevaba a la escuela para mostrárselas a sus compañeros.
…………El maestro, observaba aquellas instantáneas, de la Plaza Mayor, del Rastro, un rincón de San Francisco el Grande… y en cuanto tenía oportunidad iba a los mismos sitios para tratar de hacer las mismas fotos, pero no lo conseguía y entonces atosigaba al alumno con preguntas técnicas, hasta que le pidió que le mostrase su cámara. Mi padre llevo al día siguiente su vieja y sencilla cámara de segunda mano, Castro Gil la miró, la tomó para sopesarla un momento, miró a mi padre, le devolvió la cámara y se fue sin decir nada. Desde entonces el maestro y el alumno, solo hablaban de Arte.
…………En los tiempos en los que un fotógrafo se medía por su capacidad para aprovechar la luz y manejarla según sus necesidades, la cámara o el equipo a su alrededor, aunque importantes, no eran determinantes. Actualmente, la tecnología nos proporciona herramientas que hace muy poco ni soñábamos, máquinas capaces de hacer una fotografía en condiciones de lo más adverso, técnicamente perfecta, incluso hasta oportuna, y lo mejor, sin necesidad de que el que pulsa el botón sepa realmente lo que esta haciendo.
…………Con esto no quiero decir que nadie sepa hacer fotos, sólo que en los tiempos en los que había que irse del lugar de la toma, y esperar unos días para ver el trabajo revelado, había menos fotógrafos.
Retrato inacabado (1789-1790), por Joseph Lange (Mozart Museum de Salzburgo).
Mas qué verán los ojos -¿niño, hombre?-
que así penetran más allá del límite.
(Revelación de Mozart, Gerardo Diego)
Siempre que miro este retrato – ¿quién podría preferir, por acabado o galante, otro distinto?- pienso en unas palabras dirigidas por Leopold Mozart a su hijo: Cuando estabas inmerso en la música, tu rostro expresaba tanta seriedad…, le recuerda el padre en una carta de 1778.