LA MUERTE ES EL MEJOR FIJADOR DE UNA IMAGEN, O EL PROBLEMA… (Rodrigo Gómez Reina, 2008)

 


Rodrigo Gómez Reina

Alcalá de Guadaíra, 2004

Foto LGV

 

Para Fito, en vísperas de su primer libro de fotografías

 

Hablaba ayer con una chica italiana que, me comentaba, la enorme alegría que experimenta cuando ve en televisión, porque no lee periódicos y cree que no es sano leer libros antes de dormir, la cogida de un torero cuando lo veía pagar con su sangre el crimen que estaba cometiendo al martirizar a un animalito. Me imaginé que, en buena lógica, para crimenes mucho más graves, de los que tanto saben en su país, por cierto, sería partidaria de la pena de muerte, la ablación de órganos o, al menos, de los castigos corporales y lesiones regladas. Me contestó que no, que ella era defensora de los derechos humanos, y contraria a todo eso, salvo en el caso de los toreros, presa de su antropomorfización del reino animal, un torero era el peor criminal imaginable, según parece, y el único condenado a sufrir corporalmente por sus delitos. Otra cosa diferente eran los asesinos y violadores de niños, mafiosos y terroristas y demás asesinos múltiples, etc., que debían ser contemplados como víctimas del sistema o la sociedad, y, por tanto, debían sólo cumplir minúsculas condenas destinadas a su reinserción social.

 

            Traigo a colación ese minúsculo caso de infantilismo mental, y absurda incoherencia ya que, hace unos días, leí que el líder de los Rolines Estones (me niego a conocer lenguas no romances) cumple sus 65 años, edad de jubilación en Europa, en el curso de este mes. Me preguntaba si, todavía, puede haber algún joven que lo siga viendo como un guía espiritual o estético. Otra cosa es si se reduce toda esa musiquilla comercial a lo que realmente ha sido siempre: <<Mero producto comercial para oídos vagos situados en livianas cabecitas de jovencitos occidentales con dinero en el bolsillo para gastar>>, pues entonces sí puede seguir teniendo más o menos virtualidad. El problema, replanteado de otra manera, es que, cuando se vive de la imagen, hay que conservar ésta en su plenitud y evitar su decrepitud. ¿Se venderían tantas camisetas con la efigie del Che Guevara si se hubiese permitido a sí mismo morir presa de la carcoma como su colegui Fidel? Por cierto, ¿se venden más camisetas con su retrato o libros con sus ideas?. En definitiva, quien vive de su imagen debe morir antes que permitir que se marchite, así lo hace la flor del cerezo, y es, por ello, el símbolo del samurai. En cuestiones de ro, prefiero la coherencia de los Beache Bois o los Beatlhes, condenados a no poder actuar presa de su malditismo, su locura y su muerte. Y es que la Organización Mundial de la Salud debería prohibir los conciertos de rockeros saltarines pasada la edad de jubilación, porque un día se van a partir una cadera en el escenario, o se les va a soltar la goma del braguero, y provocarán una gran consternación en sus masas de seguidores, o fanes, como creo que las llaman.

            Llegados aquí, alguien que no me conozca bien, podrá pensar que yo también puedo haber cometido algún pecadillo de incoherencia. Se equivoca totalmente. Como buen producto de un barrio obrero, destinado al culto de Marx, me negué a ser alienado, por lo que nunca he tenido trabajo y carezco de número de la Seguridad Social. Como buen ecologista, no tengo ni idea de cómo se conduce un automóvil, ni tengo, en consecuencia, esa excrecencia del Estado llamada Permiso de Conducir. Como buen anarquista, aparte de no pedirle permisos al Estado para casi nada, me negué a creer en cualquier ideíta que me vendiesen como buena, inocente o incuestionable. Y como buen anticapitalista, me negaré siempre a que se vendan productos con mi imagen, o que sean consecuencia de la misma. Por ahora, ha sido fácil esto último, porque, mayormente, nadie me lo ha pedido. Por último, como compendio de todo ello, e iluminado por las siete lámparas de la sabiduría de Valle-Inclán, me volví defensor de la Monarquía Absoluta de Derecho Divino. Es reflejo de la enorme pujanza actual de tales ideales, el hecho de que, en las últimas elecciones generales, la Comunión Tradicionalista Carlista obtuvo, sólo, 350 votos. Y a mí me parece magnífico y sublime que mis ideas sólo sean entendidas por una enorme minoría. Eso me evita muchas tentaciones: tener la ambición del poder, encubierta bajo la capita bonancible del <<hacer algo bueno por los demás>>, pertenecer a una casta estética que te arropa con ayudas llamadas subvenciones, aburguesarse y olvidar que se está condenado a vivir de espaldas a un abismo, y en lucha y alerta para que no te empujen a él.

            Conclusión, el hambre del tercer y cuarto mundos no se calma abriendo muchos macdonalds allí, ni el vacío espiritual de Ocidente se va a salvar asistiendo a actos culturales del tipo <<Concierto Rolines Estones organizado por el Ayuntamiento de Móstoles en colaboración con Madrid-Verano-Cultural>>.

One comment.

  1. Me gustan las fotos, ves como reencuadrar las fotografia no es malo, al contrario , las fotografias quedan como tu quieres que queden. un saludo,

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