POEMA EN RE
COMO en celeste muro,
dos mundos separando,
sometido viví por el arrojo
cruel del oleaje de tus ojos.
Cuánto te amé y te amo
todavía en las trémulas
hojas, y cómo beso
la roja mordedura
de tu desdén divino y satinado.
Hosco arrabal, hangares;
fantasmales burdeles
en las noches de hastío,
tascas y ceremonias
en ágapes inútiles…
Y el viento vareando en los abrojos,
y el soplo huracanado
de los trenes sonámbulos
que atraviesan tus venas
como veneno oscuro de helicópteros.
___________________________________________________________________
(*) Poema publicado por primera vez en «CARMINA» Textos para una lectura Nº 1, 2004-2005