JUAN PORTILLO GARCÍA (1943-2002) (fragmento) («HISTORIAS DE VIDAS» Olga Duarte Piña y Lauro Gandul Verdún, 2006)

 

 

Juan Portillo García

(Foto Enrique Sánchez)

 

 

Para Susan Sontag la verdadera comunidad literaria está formada por tres sujetos: el escritor, el profesor y el lector. Sin los tres no existe sociedad literaria y los tres, interrelacionados e intercomunicados, son, por extensión, representativos de la sociedad toda, convocada en torno al hecho literario, el ámbito por antonomasia de las palabras. Por ahí anduvo Juan siempre llenándose de ellas, del sentimiento, de las ideas, de las imágenes que alojan. Como narrador oral, como conversador, como lector del monólogo de otros y hacedor del suyo propio, igual que esos países sin territorio, con lengua, historia, mitología y religión, pero sin territorio. Juan se nos fue habiéndonos dejado por escrito sólo el libro sobre el maestro Matos y un puñado de artículos repartidos entre distintas publicaciones. Si tuviéramos que ponderar la obra oral de Juan, tal vez concluyéramos con más acierto su legado, su trascendencia pública. Si añadiéramos las muchas personas que a través de él y con ocasión de las actividades que sostenía ante los demás se conocieron y se motivaron para crear y difundir la cultura, el arte, el conocimiento, se tendría una percepción clara de las necesarias funciones que asumió, por voluntad y por deber; no sin hedonismo, no sin dejar de disfrutar siempre la alegría de vivir. Afortunadamente no es difícil seguir su rastro vital a través de la memoria de tantos que lo conocieron y quisieron. También, si se sabe buscar, puede ser hallado en las bibliotecas o en las hemerotecas. En su casa está por todos lados.

 

 


Retrato de Juan Portillo

por Ignacio del Río

(óleo sobre lienzo)

 

 

 

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