HE ahí la pequeña mesa
La gastada tapa de viejo mármol veteado
Bebieron los poetas sus copas
Celebraron su locura elevada
Las altas bóvedas atesoran
El eco del discurso de sus profundas lágrimas
Rieron por el brillante dolor
De tanta hermosura que supieron rescatar de los escondrijos de la vida
Y no con dinero sino con sus versos
Pagaron
Sobre la vieja y gastada tapa de mármol
En el Nueva York de Budapest.