«LOS DÍAS CONTADOS» O LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ EN TRANSILVANIA [4ª PARTE, Y ÚLTIMA]. De la serie «NOTICIAS DE UN IMPERIO» (Núm. 5). Por Pablo Romero Gabella

 
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Café y copa de «Unicum»
[Foto: LGV Budapest 2004]

 

Además de las fiestas y otros eventos, como las carreras de caballos, en Budapest se desarrolla la vida política de Bálint; como antes dijimos, es diputado (independiente) por una ciudad venida prácticamente a aldea, pero que mantenía aún el privilegio de llevar a un diputado al Parlamento. Una asamblea dividida entre los partidos gubernamental y nacionalista. El primero defiende la vigencia del Compromiso de 1867 que hizo nacer el Imperio austro-húngaro (antes llamado Imperio austríaco y antes de Napoleón, Sacro Imperio Romano Germánico). Este acuerdo se basaba en el presupuesto de la igualdad entre los reinos de Austria y Hungría, dotando a los segundos de una autonomía para cuestiones administrativas, culturales, educativas, etc… Con ello se intentaba cerrar (en falso) las heridas de la revolución nacionalista de 1848 y unir los destinos de húngaros y austriacos en la persona del emperador, que era a la vez rey de Hungría.

   La oposición nacionalista trataba de ampliar la autonomía húngara y sobre todo, oponerse a los intentos de centralización del futuro emperador Francisco Fernando. Esta lucha política se observa en la novela en los planes de subordinación del ejército húngaro respecto al imperial, cosa a la que se oponían ferozmente los nacionalistas. Esta tensión estará presente durante toda la novela y será retratada, no obstante, de forma bastante desapasionada a través de los ojos del escéptico Bálint, que al ser independiente no se identificaba con ninguno de los dos bandos.

   El sistema representativo húngaro se parecía bastante al español de la Restauración. No existía el sufragio universal y el voto estaba en manos de las élites de Budapest que, a través de los gobernadores, organizaba el encasillado de los candidatos en cada una de las circunscripciones. Así fue el caso de la elección de Bálint que fue todo un cúmulo de irregularidades que pasaban por la compra de los votos y otros tejemanejes de los cuales el protagonista nunca se enterará, o al menos, no querrá entender.

   Al final de la novela la situación de bloqueo del Parlamento, ante las exigencias de los centralizadores de Viena (instigados por el Archiduque Francisco Fernando), provocaría una aguda crisis política que haría caer a un gobierno, llevaría a disturbios callejeros y batallas campales en la mismísima cámara. Todo esta situación tendría como respuesta, por parte del emperador, el cierre del Parlamento manu militari y la designación de un gobierno adicto a Viena que los húngaros llamarían gobierno de guardianes.

   Ante la imposición imperial los principales partidos húngaros pactaron un gobierno de coalición a cambio de que se volviera a abrir el Parlamento. Este nuevo cierre en falso de la crisis secular del modelo del Imperio bipartito tendrá unos claros damnificados: las minorías nacionales, sobre todo rumanos y croatas que siguieron bajo el dominio de los húngaros. En este punto, el autor no oculta el (mal)trato del nacionalismo húngaro con respecto a los pueblos dependientes de su administración, que era muy similar al que los propios húngaros recibían de los austríacos. La clase dirigente húngara vivía en una esquizofrenia constate entre liderar una lucha por la independencia y, a la vez, codirigir un régimen que no permitía la más mínima concesión a otras nacionalidades.

   Todo este complicado sistema de la monarquía dual será el que el viento de la Gran Guerra se llevará consigo, y con él a toda una sociedad aristocrática de raigambre feudal que Banffy retrató en sus días contados.

 
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EL ESTANDARTE O EL IMPERIO CONTRAATACA. De la serie «NOTICIAS DE UN IMPERIO» (Núm. 1). Por Pablo Romero Gabella

«LOS DÍAS CONTADOS» O LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ EN TRANSILVANIA [1ª PARTE]. De la serie «NOTICIAS DE UN IMPERIO» (Núm. 2). Por Pablo Romero Gabella

«LOS DÍAS CONTADOS» O LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ EN TRANSILVANIA [2ª PARTE]. De la serie «NOTICIAS DE UN IMPERIO» (Núm. 3). Por Pablo Romero Gabella

«LOS DÍAS CONTADOS» O LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ EN TRANSILVANIA [3ª PARTE]. De la serie «NOTICIAS DE UN IMPERIO» (Núm. 4). Por Pablo Romero Gabella

 

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