Posts categorized “Músicas que le gustan a…”.
«LA CEGUERA»: UNA ACCIÓN DE LA REVISTA ILUSTRADA DE POESÍA «CARMINA». Sobre textos de Jorges Luis Borges, Lucian Blaga, Rainer Maria Rilke, Víctor Pozanco, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Juan Larrea, Emilio Prados, Ernesto Sábato, Francisco de Quevedo, Elias Canetti, Rafael Sánchez Ferlosio y Luis Rosales. Idea original de Xopi, Lauro Gandul Verdún y Olga Duarte Piña (Hacienda de Los Ángeles Viejos de Alcalá de Guadaíra a las 9 de la noche del viernes 1 de diciembre de 2006)
CRÉDITOS
Presentación del acto:
Antonio Luis Albás y de Langa / Olga Duarte Piña
EL LICENCIADO: Antonio de la Torre
DECLAMADOR 1: Cesáreo Estébanez
DECLAMADOR 2: Lauro Gandul Verdún
PINTOR CIEGO: Xopi
GUITARRISTA CIEGO: Niño Elías
Producción audiovisual: Pilar Mestre Ortega
CUANDO UN AMIGO SE VA. Alberto Cortez (1940-2019)
https://www.youtube.com/watch?time_continue=102&v=hjfH2oNsa34
«33». Poema de Sandra Dugan (Gibraltar 1942-Madrid 2001). Moscú 1994-1997
Revisando el diario de Sandra Dugan, para extraer otro fragmento que pudiéramos publicar en esta revista[ESCAPARATE], encontramos una fotografía junto a una hoja suelta con el poema. Justo en las páginas donde están guardados aparece el relato de su estancia en Moscú. Sabemos que permaneció allí por tres años, desde 1994 a 1997, trabajando en la biblioteca del departamento de español de la universidad de Lomonósov.
«En el mes de agosto se empezaron a vender los libros de la biblioteca. Las autoridades universitarias habían anunciado que no tenían fondos y pretendían hacer dinero poniendo en venta los libros con los que los distintos departamentos habían ido formando sus bibliotecas.
»Recibí una llamada telefónica para que fuera seleccionando aquellos que podían incluirse en lotes y sacarse a subasta. También los que pudieran venderse a los interesados que se acercaran por allí. Esa tarde salí de la universidad disgustada. Al pie de la escalinata una vieja me ofreció una matrioska, que por unos rublos compré. Me pareció hermoso el color azul que la decoraba y los trazos blancos que la dibujaban. Cuando la abrí vi que sólo tenía tres piezas, faltando el resto. Presentí que esas tres piezas eran los tres años que yo ya había pasado en Moscú.
»La avenida tan rectilínea que siempre me conduce a mi casa hoy se hunde bajo mis pies. Siento que Moscú se acaba para mí.»
Este apunte está escrito detrás del poema no datado. Intuimos que al estar junto a la foto podemos pensar que fue escrito en ese verano último de Sandra Dugan en Moscú. Algún lector avezado en poesía podría pensar que no parece el texto propio de una escritora de cincuenta y cinco años, pero ha de indicarse que la obra poética de nuestra autora, además de breve, casi toda ella consistió en poesía experimental, más propia de la vanguardia de la primera mitad del siglo pasado cuando los jóvenes poetas europeos ocupaban su tiempo tratando de encontrar nuevas formas para la expresión de la literatura, en contraposición con los postulados métricos y estéticos de la tradición clásica. Sandra Dugan siguió la tradición vanguardista.
Olga Duarte y
Lauro Gandul
1
VAN a entrar en sus avenidas
Muchos vehículos como desde hace muchos años
Muchos vehículos van a entrar en una ciudad
Cualquiera
Muchos vehículos han salido
Es de noche mas la autovía está bajo las luces
De sus focos alumbrada
Veloces pasan miles de vehículos
Por cada carril miles
Es de noche
Regresan cansados los conductores
A algunos los acompañan pasajeros
Quisieran dormir
Están fatigados del día
Pero aceleran pisando el pedal correspondiente
Aceleran fascinados como ciegos
Proyectados hacia la gran curva
Que se los traga a todos
En la ciudad cualquiera se distribuyen
Van a dormir
Rápido rápido rápido
Van a parar
Van ciegamente rápido rápido
La curva se los traga a todos
En la ciudad arde oscura la llama del viejo carbón.
2
FUEGO que quema
Sol
Fuego de carbón
Arde el carbón
Llama
Quema la hoja del sol
La hoja del uno
Rápido rápido rápido
Arde la hoja del sol
Arde la hoja del uno
Aceleradamente arden
Rápido rápido rápido
La curva se traga sin atragantarse
Como una enorme tráquea capaz
Los vehículos
Rápido rápido rápido
El viejo carbón vegetal como donde se cruzan las avenidas
Húmedos los transeúntes
El asfalto
Los vehículos ardientes
Rápido rápido rápido
Arde la hoja de las estrellas
Arde la hoja del ojo
Arde la hoja de la llave
Rápido rápido rápido
Arde la hoja de la ventana
Arde la hoja del árbol
Arde la hoja de la mano
Arde la hoja del ave
Arde la hoja del muñeco
Arde la A
Arde la hoja del coche
Arde la hoja de la mujer desnuda
Arde la hoja de la boca
Arde la hoja de la espiral
Arde la hoja del corazón
Arde la hoja del libro abierto
Arden arden arden
La hoja de la hoja
La hoja del cálculo imposible
La hoja del limón
La hoja de la botella y el vaso
Rápido rápido rápido
Arde la hoja de un dios
Arde la hoja de un garabato
Arden las avenidas húmedas
Arde el pie su hoja
Arde la música su hoja
Arde la rueda su hoja
El teléfono
Arden el león
El mar
La margarita
El 33
El 33
El 33
El 33
Rápido rápido rápido
Tan rápido como lento el pálpito de la ceniza del infinito
Noche espectralmente eléctrica
Rápido rápido rápido
Otra vez el 33
Otra vez el 33
Otra vez el 33
Arde la luz de los semáforos
De los rótulos
De los focos que alumbran desde…
***
A PROPÓSITO DE SANDRA DUGAN (1942-2001). Por Lauro Gandul Verdún y Olga Duarte Piña
LOS HOMBRES HABLAN. Antonio Medina de Haro (1936-1997)
René Aubry
Quintette
Théâtre de La Reine Blanche
Paris, 2008
Leyendo un comentario de texto sobre Azorín y su gusto por las montañas, hay una frase de Humboldt que dice: «El hombre sólo es hombre mediante su lenguaje». Parece que he visto el cielo abierto, como se suele decir, cuando recibimos un consuelo de cualquier tipo.
Yo, llevo casi sesenta años viviendo un enamoramiento apasionado por la palabra. Me he encontrado mil defensores de la misma, pero en su mayoría con una óptica estilística. Yo soy un predicador de este valor del nivel léxico, pero lo que yo verdaderamente sentía es la necesidad de que alguien tuviera la misma valoración de la palabra, del lenguaje como sistema vital más que como medio o código exhaustivo de comunicación. Hablar es muy bueno. A mí se me dice con frecuencia: «¡No te callas ni debajo de agua!» Pues bien, desde hoy voy a hablar hasta debajo de agua…, si puedo.
He sentido, al leer esta frase del viejo Humboldt, la alegría de una parturienta que contempla el fruto de sus dolores. Cuando yo leía las historias del «Gigante Gargantúa y Pantagruel» de Rabelais, me encontré con que este francés decía: «La parole c´est la chair» (La palabra es la carne). Yo sentí un tirón profundo y ahondé en la semántica, en la historia de la lengua, en la gramática histórica, en la dialectología y me iba de un campo a otro, buscando el tuétano, la sustancia, el sabor de esa carne, porque intuía que se trataba de lo humano, la hombría, la tolerancia y el secreto de que para triunfar, para vivir en superficie y en profundidad, lo más hermoso es: hablar, hablar y hablar.
¡Gracias por dejarme ser hombre!
DESPUÉS DE GARDEL YA NO ME SORPRENDIÓ NADA. Vicente Núñez
Me gustan los tangos con locura. Cuando yo los oía, de niño, en los años treinta, adquirí el sentido futuro de la poesía. Son poemáticos, por el ambiente, la atmósfera, los abandonos, el romanticismo, la modernidad… Qué palabras tan inasibles para un niño español de provincias como fané o descangayada… A mí, después de Gardel ya no me sorprendió nada… Ni Rubén Darío, ni Bécquer, ni nada. Tanto le debo al tango que una vez vino a verme a Aguilar Ernesto Cardenal y entonces estaba yo obsesionado con un descubrimiento: le había aplicado a una rima, la 33* de Bécquer, la música de «Silencio en la noche» de Gardel. Y encajaba perfectamente.
Me hubiera gustado, y sé que no lo he conseguido, ser un poema. La vida es lo que importa. Ser un poema, no escribirlo. Yo no necesito escribir más que en tanto me aparto de la plenitud del amor, de la existencia. La literatura sólo es fruto del fracaso y, por eso, es más humana que el hombre.
La plenitud es plenitud y sólo plenitud. No se sabe lo que es. Si la describiera, ya sería otra vez literatura. Cuando uno vive en la plenitud, entonces el lenguaje brilla por su ausencia, que es cuando de verdad debe brillar el lenguaje.
La literatura nos hunde, porque nos salva. Sin hundimiento no hay renovación. Bienaventurados los hundidos porque de ellos surgirá la luz.
________
*RIMA XXXIII, DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Es cuestión de palabras, y, no obstante,
ni tú ni yo jamás
después de lo pasado convendremos
en quién la culpa está.
¡Lástima que el Amor un diccionario
no tenga dónde hallar
cuándo el orgullo es simplemente orgullo
y cuándo es dignidad!
«CHIMES OF FREEDOM» POR YOUSSOU N’DOUR. Músicas que le gustan a Paulino García Donas (1)