UN NOBEL, UN TRAPO Y UN MINISTRO. Por Parco Lacónico

 

La visita al hospital
Luis Jiménez Aranda
1845-1928

 

El investigador británico Richard J. Roberts, premio Nobel de Medicina en 1993, se ha explayado en una entrevista de la que no hay referencia en los medios de ocultación españoles (que son todos menos este bihebdomadario [La Voz de Alcalá] que está leyendo). La relación podría ser prolija, pero vamos a quedarnos con sólo dos frases. «Curar enfermedades no es rentable para las farmacéuticas». (Y aporta pruebas de cómo no se financia la investigación en ese sentido, sino sólo para crear nuevos medicamentos). «¿Hasta qué punto es válido que la industria de la salud se rija por los mismos valores y principios que el mercado capitalista, los cuales llegan a parecerse a la mafia?». No se preocupen, no lo van a ver en la televisión. En ninguna.

            En algunos balcones de pueblos y ciudades de España pudieron verse el pasado día 9, y más, banderas de la Comunidad Europea, esa de tantas estrellas, porque era su día. Un día en el que, a la vista de tan funesto símbolo, pudieron oírse palabras gruesas, algunas incluso dirigidas a los propietarios de los balcones. No hay que encolerizarse, pero es que eso de las banderas europeas, con lo que estamos soportando casi todos (los de los balcones quizás no) suena a regodeo. Y, por supuesto, a falta de solidaridad, nacional y europea.

       Las declaraciones del ministro del Interior sobre el aborto y ETA son totalmente irreprochables y consecuentes. Es, en serio, un admirable seguidor de su admirado Escrivá de Balaguer. A Fernández Díaz deberían canonizarlo ya, antes de que se muera.

 

___________________

Si quiere leer más del escritor Parco Lacónico en «CARMINA» pinche en su nombre

 

Post a comment.