«UNOS CABALLOS» DE JORGE GUILLÉN. Un poema de la predilección de Vicente Núñez (1)

Jorge Guillén
1893-1984

Peludos, tristemente naturales,

En inmovilidad de largas crines

Desgarbadas, sumisos a confines

Abalanzados por los herbazales,

 

Unos caballos hay. No dan señales

De asombro, pero van creciendo afines

A la hierba. Ni bridas ni trajines.

Se atienen a su paz: son vegetales.

 

Tanta acción de un destino acaba en alma.

Velan soñando sombras las pupilas,

Y asisten, contribuyen a la calma

 

De los cielos –si a todo ser cercanos,

Al cuadrúpedo ocultos- las tranquilas

Orejas. Ahí están: ya sobrehumanos.

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