MONSERGA POST-MUNDIAL PARA NIÑOS CIEGOS (A Dolorcita, lavandera). Unas letras de Rafael Rodríguez González, 2010

 
 
PRIMER TIEMPO

 

Yo soy la bandera.

 

Yo el balón.

 

(Al balón ya lo han chutado.

La bandera permanece inmóvil, reservada)

 

Bandera, ábrete y ondea,

que tus colores me vean,

dice el balón, medio en broma, juguetón.

 

Tú calla y rueda,

le responde la bandera,

áspera, inane y queda.

 

Vale, contesta el balón, algo molesto.

Lo mío es el movimiento.

A veces estoy por el suelo; otras,

más arriba que el más alto de tus mástiles:

con sólo una patada que me den

destaco y tremolo

mucho más que tú.

Los hombres me persiguen,

me toman en sus manos,

chocan sus frentes conmigo;

y en ocasiones, de alegría,

 me abrazan y otra patada me asestan.

Que yo entre o no entre lo decide todo.

Tú… atada a un palo, te mueves sólo

si al viento le da por soplar.

Si es que no, ahí te quedas, lacia perdida.

¿De qué te la das,

trapo coloreado,

si hasta el retal del linier

manda y sirve más que tú?

 

ACABADA LA PRÓRROGA…

 

Yo soy La Bandera.

 

Soy La Bandera.

 

La Bandera.

 

Con palo o sin palo

me agitan y flamean.

Me besan, me adoran.

Estoy por todos lados.

Me veo en todos sitios.

Me llevan, me traen,

vuelvo, vengo, voy.

No me canso, porque no hago nada:

a mí todo me lo hacen.

Conmigo cubren sus cuerpos,

me sacan en carros y balcones,

Me gritan sus canciones.

Conmigo adornan sus cabeceras

y tapizan sus sillones.

Hasta en los cuartos de baño me ponen.

Estoy siempre muy oreada, yo,

muy reconocida y laureada, yo,

muy vista y rameada, yo.

Yo soy la triunfante,

yo tengo la corona,

mía es la gloria flamante.

Yo.

 

(El balón, en una esquina,

desespera de que lo saquen

en un córner inexistente)

 

La bandera, toda perfil de moneda,

 lo mira y ríe:

YO SOY LA BANDERA,

el trapo coloreado, ¿te acuerdas?

Mientras tú eras golpeado,

lanzado y despedido,

yo estaba reclinada en un palo,

sin dar un palo al agua,

y sin que me lo dieran.

Hoy soy la reina.

Yo soy la bandera.

¡Soy la bandera! ¿Te enteras?

¡Soy la madre superiora!

¡La madre espiritual de tela de todas las madres!

¡Y de todos los padres!

En mí se reconocen.

En mí se emocionan.

En mí viven y esperan.

 En un trapo de colores.

 

 

 

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