Qué actitud cinematográfica, qué desconocimiento de sí mismos en su rusticidad. Si posaran, ya no sería lo mismo. Esta venta es un enclave altamente vital y literario; aquí la vida es tan densa, tan real, tan autóctona, que necesariamente se convierte en sintaxis, en narrativa, y he dicho siempre, dieciocho años llevo frecuentando el sitio, que el enclave me recuerda a mis maestros John Dos Passos y Faulkner… Los silos, la carretera de concreto, el cruce de caminos, la maquinaria agrícola de color amarillo, la actividad del grano, todo pleno de vida y de literatura, ambas ignorándose. La literatura, si no encuentra esos focos prototípicos de nutrición, vale poco.