A Cleopatra, sin compromiso ninguno
A este pueblo la magia le ha rozado.
Las niñas son princesas, y los niños
senadores con sólo hacer un guiño.
El castillo, cada vez más asediado,
a mirarse en el río ha renunciado.
Ahora una musa han descubierto.
No la encontraron en el cajón
donde se ponen los muertos:
ha sido en Diputación.
¿Algún dios musa la hizo?
¿Del Olimpo era, o tal vez
fue uno persa, con sus rizos?
Vete tú a saber si habrá sido
un genio de una botella,
que en su último vahído
con tal de salir se agarró a ella.
¿Y musa de qué, qué inspira?
No se crea que es lástima, desde luego,
que siempre llega a lo que aspira
y llena de satisfacción su ego.
Es la musa del flamenco,
fuelle de gitanos andaluces
(de los que están en el elenco
y cuando cobran les luce).
¿Es quizás una oriental belleza?
Pues no, es poquita cosa,
y por la edad a nadie ya embelesa,
mas puede aconsejar a la que empieza.
Porque es musa y hada madrina
que nunca a nadie deja abandonado,
siempre que se someta a su lado
y aplique sin chistar lo que maquina.
¿Y a quién inspira esta musa en el flamenco?
¿A cantaores estilo del Chocolate?
No, sólo al nuevo y al zopenco
¡De pureza nada, qué disparate!
Si por esta musa fuera, las de opereta
alcanzarían ser estrellas del firmamento,
mientras a éste, de Fernanda y la Serneta
llegarían hecho cante los lamentos.
(Y desde su tumba, tía Anica la Piriñaca,
le soplaría un pedo como una gran traca)
(Vamos, que Manolo el Agujetas…
la mandaría… a hacer puñetas).
Que vengan la Andonda, Pastora y la Paquera,.
Manuel Torre, Cagancho y Juan Talega,
El Niño Gloria, el Curilla y Manuel Vega,
Joaquín, Manolito, Algodón y el Enriquillo,
Diego del Gastor, Joselero y Fernandillo,
y también la Marrura, la que vino de los U.S.A.,
a todos le presentaremos a tan rara musa.
Es Diego el primero que la pilla:
¿Quién ha dicho que usted es una musa?
Si usted no da la talla ni para excusa.
Pero Manolito María siempre apostilla:
Yo no te quiero a ti pa ná;
te vienes jasiendo grande,
y eres la piedra más chica
que hay tirá por la calle.
Pero Pastora es más fina y apaña un dicho
en menos tiempo que se mata el bicho:
El tambor es tu retrato;
que mete mucho ruío,
y si se mira por dentro
se encuentra que está vacío.
Una letra es poco para ella:
tan falsos son por la noche
como son por la mañana.
se merece una corona
y tú te mereces dos.
O Joaquín el de la Paula,
habrá que recoger a esta musa
con su mismo ser: un trapo o una gamuza.
¡Quién dijo que el satírico Quevedo había muerto!
Posted by E.M.F. on julio 19th, 2009.
Enrique M. F.
¿Quién dijo que la ‘poesía’ no sirve para abordar cualquier aspecto de la realidad? Con escritores como Rafael Rodríguez González uno comprueba que la Literatura no opera sólo sobre unos temas tasados, sino que su objeto, en principio, es toda la realidad. Política o Educación, o Justicia también son objeto del arte literario, en prosa o en verso.
Lauro.
Posted by Carmina on julio 20th, 2009.