Posts from marzo 2021.

VERDES DE VIENTOS. Lauro Gandul Verdún (2021)

 
 
 

Fotógrafo en Oromana

[Foto: LGV 2010]

 
 
 

Ahí continúa lleno de sí

Con soplos múltiples

Se multiplica el viento

Y se enrosca en el jardín

Donde naranjos y olivos

Junto a matas de tomillo

Que conviven con las de romero

Se enrosca en cada planta

Entre todas haciéndose ovillos

 

Muchos vientos se han colado

Cimbrean los árboles

Desde las ramas de abajo

A las cimeras

 

Es el verde multiplicado

Por los vientos

Lo que se agita

Adjetivos en clave de verde

Lo que suena

A verdes de vientos.

 
 
 

GENIO DEL INVIERNO. Lauro Gandul Verdún (2021)

 

Taxodios junto al Guadaira

[Foto: LGV 2014]

 

El genio del invierno

El vaho de los campos

El cielo bajo

Denso de blancas nubes

Los árboles deshojados

Sin futuro

 

Casi invisibles

Los caseríos lejanos

 

La vieja carretera

Cuyo fin son unas montañas

Azuladas

Coronan sus cimas los quejigos

 

Desde una principiante primavera voy

Viajando

Mas el genio del invierno sobrevive

En lo frío del paisaje

En lo desnudo y en lo desolado.

 

EL RESPLANDOR DE LA HOGUERA. Lauro Gandul Verdún (2021)

 
 
 

Alocaz

[Foto: Olga Duarte Piña, 2011]

 
 
 

En la noche oscura

El resplandor de una hoguera

Apaga la soledad del campo

 

Sobre un cerro

Un torreón arruinado

Se alza como un misterio

Lleno de lechuzas

 

Ululan los blancos pájaros

Cuando levantan el vuelo

Onírica es la luz de sus plumajes

Así se alumbra la bóveda negra

Hasta que la bandada

Se esconde en la lejanía.

 
 
 

CARMEN TRONCOSO DE ARCE (DE TU CORAZÓN A OTRO CORAZÓN). Olga Duarte y Lauro Gandul (autores de la autora María del Águila Barrios)

Carmen en el otro lado

[Foto: Miguel Hermosín, 1991]

En 2004 entrevistamos a Carmen para este periódico y, cómo es el destino, que ha muerto en los últimos días de un invierno como aquél en que nos recibió en su chalet de Oromana. Así comenzábamos el texto:

   Colado se ha la primavera por entre estos días primeros de febrero y de qué manera se ha colado mayo por entre estos días invernales. Florecido ha el almendro y con qué esplendor tanto pétalo en cada flor, tanta flor en tanta rama, que llenan este almendro con un estar que es un puro ser en el jardín de esta casa, distinta y profunda, donde Carmen nos recibe, de noche, para conversar.

   Nos dejó dichos estos pensamientos, estas enseñanzas, que recogemos otra vez para los lectores:

   «La palabra es un acto de amor. Humanismo, qué buena palabra. A los niños hay que contarles cuentos, historias. Luego querrán que se las repitan. Necesitan lo que cuentan los cuentos, la voz del que los cuenta. Aunque hay que ser un poco Sherezade. Hay que dejar un poco de la historia para después. Hay que ser artesanales, yo lo soy. La vida hay que tocarla con las manos. Manipularla. Yo no pienso en el arte sino en la vida».

   «Con cuatro o cinco años yo ya estaba haciendo teatro con las monjas. La experiencia de un niño cuando se sube a un escenario es buena aunque no sea bueno el teatro. Una vez me vestí de fantasma en el cuarto de mi madre, me miré al espejo y me asusté, y lloré. Salí corriendo, llorando como una Magdalena. Mi madre me dijo: -Si eres tú, boba-. Para mí eso era el teatro».

   «El primer día que yo llegué a la Universidad, no quería saber dónde estaban el aula magna ni dónde la lección inaugural, ni los departamentos, ni nada; yo ya quería saber dónde estaba el T.E.U. Con el T.E.U. de Filosofía me enganché y me puse a hacer teatro. A partir de ahí el teatro se ligó totalmente a mi vida».

   «Cuando recito están mi voz y la maravilla de un poema muy bien construido. Es como cantar: manejo mi voz, los sentimientos, las pausas, las miradas… Pero el teatro es un grupo. Es solidario. Trabajas con el otro, te emociones con el otro. Piel con piel. Estás con el otro, y el público se mete ahí, también, en ese lío».

   «A mí lo que me interesa es lo que yo siento con el teatro. Yo no sé si es mi ser artístico. Yo no sé si es mi ego. Yo no sé si es mi desdoblamiento… No lo puedo decir. Acaso tenga más que ver con mi ser espiritual, aunque si entendemos lo artístico como lo sublime, que es lo que hacían los griegos, sí a ese ser artístico, sí a llegar de tu corazón a otro corazón».

[La voz de Alcalá, 2021]

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Si quiere leer más textos de María del Águila Barrios en «CARMINA»,  pinche en su nombre.