Cuando las caracolas rojas del mar
no vomiten el estiércol de sus aguas
en la ribera de mis ojos
y el rastro lejano de sus olas
no descuartice la luz remota de mis hombros,
arañaré el panal azul de tu noche,
remontaré el esplendor tibio de tu luna.
[Pinchad en la foto para escuchar la interpretación de Amargura por el maestro Andrés Cea Galán]
Me planto hoy ante la página en blanco y hay tantos temas sobre los que podría escribir… Nuevos y diferentes de los ya escritos. Hoy es víspera del decimosegundo aniversario de los atentados de Madrid; ayer decían en la radio que Podemos se divide; anteayer, que el poder adquisitivo de los cuadros superiores no se ha visto perjudicado por la crisis, sino que ha aumentado considerablemente frente al menoscabo de los salarios de los cuadros medios e inferiores; tresantié, vi mendigos, danzantes y disfrazados en la avenida de la Constitución de Sevilla, convertida en un parque temático de la actual sociedad. En diez días comenzará la Semana Santa que algunos, pretendidamente refundadores del Estado y la democracia con el ánimo vulgarizador que ostentan, quieren llamar semana de las festividades. También, éstos proponen que el Congreso ya no sea de los Diputados, quizá para que se sepa menos de qué Congreso se trata, en aras de no se sabe qué corrección lingüística.
Por tanto, noticias hay todos los días y tantas que nos aburren. Y me pregunto, ¿por qué este aburrimiento, este desánimo generalizado, este hastío? Nadie puede explicarlo, unos van por un lado, otros por otro, muchos en el medio y así estamos sin fraternidad ni libertad posible.
Bueno, pues vamos al tajo social y cultural porque tal vez haya que despertar de la pesadilla política y económica que nos asfixia y dedicarnos a pensar cómo actuar desde el corazón de nuestro pueblo para generar y crear cultura, alejándonos de quienes nos aplastan a diario. Y pensemos en lo pequeño, contribuyendo a su mejora, y a su engrandecimiento y crecimiento comunitario. Voy a alejarme de los fracasos del pasado y a no centrar en éstos mi amargura, sino a fijarme en quienes me rodean y en su entusiasmo y alegría. Voy a alejarme de los que quieren el poder y a fijarme en quienes dan de sí para los otros, aquí en Alcalá hay muchos. Voy a alejarme de los arrogantes triunfalistas y adoradores de los becerros de oro y a fijarme en los que siempre están ahí, para las duras y las maduras (los autónomos, los obreros que quedan, los artesanos renacidos…) Voy a alejarme de los pseudorrevolucionarios que sólo aspiran a cambiar, sin que nada de lo que proponen cambie, y a fijarme en los maestros y profesores, en los artistas, que consiguen una auténtica revolución humana. Voy a fijarme en quienes no esperan nada a cambio y siempre dan sin hacer alardes; voy a fijarme en todo este tipo de gente que veo a diario por las calles de mi pueblo.
…………(*) Esta composición de Alberto la he hallado recientemente ¡debajo del frigorífico! Y eso gracias a que el mulato Afonso se prestó, por fin, a retirar el aparato para limpiar. Data del año 2008. Mario Cortés
.DUna placa de mármol en Lisboa
(Foto: Lorenzo del Término 2012)
Lisboa com suas casas
De várias cores,
Lisboa com suas casas
De várias cores,
Lisboa com suas casas
De várias cores…
À força de diferente, isto é monótono,
Como à força de sentir, fico só a pensar.
Se, de noite, deitado mas desperto
Na lucidez inútil de não poder dormir,
Quero imaginar qualquer coisa
E surge sempre outra (porque há sono,
E, porque há sono, um bocado de sonho),
Quero alongar a vista com que imagino
Por grandes palmares fantásticos,
Mas não vejo mais,
Contra uma espécie de lado de dentro de pálpebras,
Que Lisboa com suas casas
De várias cores.
Sorrio, porque, aqui, deitado, é outra cousa.
À força de monótono, é diferente.
E, à força de ser eu, durmo e esqueço que existo.
Fico só, sem mim, que esqueci porque durmo,
Lisboa com suas casas
De várias cores.
[Obra essencial de Fernando Pessoa (Poesia dos outros eus). Editorial Assírio & Alvim. Lisboa 2010. Págs. 404-405]
Tenho medo de Mim. Quem sou? De onde cheguei?…
Aqui, tudo já foi… Em sombra estilizada,
A cor morreu —e até o ar é uma ruína…
Vem de Outro tempo a luz que me ilumina—
Um som opaco me dilui em Rei…
Aqui onde estou só, não estou só.
—Estão comigo todos os que eu amo
e não sabem nem podem
viver em si a sua vida;
estão em mim, os meus, e é com minh’alma,
por todos irmãmente repartida,
que conseguem viver a sua vida.
E eu vivo agora mais, que os vivo a todos.
E eles todos deixaram
de apenas existir…
Ah mistério inefável!…
—São seus lamentos meus ou alegrias.
Todo vibro de Amor. Abraço e beijo.
Sou a fogueira rubra a que se aquecem
aqueles que eu amei só porque os vi.
Sou noite de Natal.
Sou as lembranças dos velhos;
os sonhos das raparigas;
os olhos encantados do menino
que se parece comigo
quando eu era pequenino,
e também se debruça na fogueira.
Sou a tristeza de alguns
e o seu conforto.
E sou eu
que dei sentido à su vida e à minha;
o que fugiu do povoado
e no ermo da Serra se isolou ……(ai a dor de ver todos sem viver! ……sem reparar no seu Amor mendigo! ……ai simulacros de almas que o levaram ……a retirar-se consigo, ……desgostado, ……lá no deserto monte ……aonde, perdoando, o invocou!)
Até aonde estou
vieram,
pelos caminhos longos da minh’alma,
os que me não quiseram
e me fizeram
fugir.
E logo tudo se passou
como se eu estivesse lá como eles
e não aqui no ermo,
só.
[ITINERÁRIOS DA ARRÁBIDA (COLECÇÃO DE 16 POSTAIS).
«Escritor de cariz manierista, compuso una variada obra lírica que testimonia el dramático conflicto entre el pecador, afligido por el remordimiento, y el hombre guiado por una profunda saudade do céu, que más se aviva y consolida en contacto con la naturaleza exuberante de la Sierra de la Arrábida (encarnación terrena de lo divino), indisociable de su vida y de su poesía.
»En el conjunto de ésta, merecen destacarse los sonetos y las elegías…»
«En un ensayo titulado Tal vez soñar (1996), Franzen subraya la irrelevancia de la novela en el contexto de la cultura actual. En la era del entretenimiento, sometida al imperio de la imagen, los novelistas llevan todas las de perder. Buscando la manera de dar la vuelta a la situación, dio con una fórmula paradójica. “La única manera de avanzar es retroceder”, concluyó. La solución de los males de la novela contemporánea está en volver a los modelos insuperables de Tolstoi o Dickens. Conforme se adentra en el siglo XXI, su estilo va regresando al XIX. El narrador es el único ser totalmente libre de este mundo, el único que goza de un libre albedrío sin recortes que ejerce a voluntad.»
[Eduardo Lago, «Franzen, ¿el gran novelista americano?» y Santiago Roncagliolo, «El provocador jubilado», ambos en Babelia, 10 de octubre de 2015/ Mario Vargas Llosa, La tentación de lo imposible, Barcelona, 2005, pág. 122]