COLOQUIOS (149). Gabi Mendoza Ugalde

La asociación de juristas Preeminencia del Derecho ha presentado una nueva  denuncia ante el Tribunal Supremo contra el Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, por el posible delito de estafa o apropiación indebida que habría cometido al cargar a este Órgano gastos correspondientes a 20 fines de semana que pasó en Málaga (Marbella) entre noviembre de 2008 y marzo de 2012: Ni voy a dimitir, ni voy a dar explicaciones a la prensa.

—¡Ahí es ná!

6 comments.

  1. ¡Con la cara y el tipito que tiene de meapilas! ¡Qué santurrón más típico! ¡Qué administrador de justicia más digno de “¡Justicia, Señor, pero por mi casa no!”! Presuntamente hablando, claro.

  2. Dudo de que el Sr. Dívar, en conciencia, se considere un auténtico jurista, no sólo en relación con los hechos que le imputan sus colegas, sino en general, respecto de sí.

    Un jurista, presidente de órganos supremos de la Justicia, siempre sabrá que es su deber “dar explicaciones” a la “prensa”, es decir, a los ciudadanos (en este caso). Y si ha actuado conforme a la Ley gastándose miles de euros en hoteles de lujo todos esos fines de semana, como tal jurista le será poco difícil “explicar a los ciudadanos de este país” sus argumentos.

    Todo esto del comportamiento presunto del Sr. Dívar le lleva a uno, esta vez sin presunciones, a considerar que este país es una pena y que muchos de sus ciudadanos no valen un pimiento.

    Lauro

  3. Pero porqué no nos intervienen ya, x Dios. Estos quince años son un sin vivir. X misericordia.

    Gabi.

  4. ¡PARQUE DE INTERVENCIÓN YA!

    L.

  5. ¡¡Dios mío!! ¡¡Hasta Lauro se muestra de acuerdo con “Gabi la ácrata”!! ¡¡Qué falta de patriotismo!! ¡¡A esto se le llama, “minar los fundamentos sacro santos del Estado de Derecho y sus instituciones “!! ¡¡Y pensar, Poeta, que tú eras para mí, el paradigma de la rectitud y la ortodoxia, de lo que siempre se ha dado en llamar “gente de orden”!!

  6. Enrique G.A.,

    No es por contradecirte, pero no creo que Gabi sea propiamente “ácrata” en este Coloquio, sino irónica. Esa ironía que es adonde se llega en lugar de desatarse uno en el llanto. Una ironía amarga y nacida de la tristeza, pero que tiene el coraje de evitar el lloro y se convierte en denuncia.

    ¿Y quién mina “los fundamentos sacrosantos del Estado de Derecho y sus instituciones”: quien se atreve a llevar a su Coloquio la denuncia o ese denunciado que no tiene que dar explicaciones a ninguno de nosotros?

    “¡Ahí es ná!”, como ella escribe.

    ¡Saludos Arqueólogo!

    Lauro

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