ATAHUALPA YUPANQUI (31 de enero de 1908-23 de mayo de 1992). Homenaje de «CARMINA» en la víspera del vigésimo aniversario de la muerte del poeta y músico argentino

VASIJA DE BARRO

Yo quiero que a mí me entierren

Como a mis antepasados

En el vientre oscuro y fresco

De una vasija de barro.


Cuando la vida se cubra

Tras una cortina de años

Vivirán a flor de tiempo

Amores y desengaños.


Arcilla cocida y dura

Alma de verdes collados

Sangre y sueño de mis hombres

Sol de mis antepasados.


De ti nací y a ti vuelvo

Arcilla, vaso de barro

Y en mi muerte yazgo en ti

Y en tu polvo enamorado.


Yo quiero que a mí me entierren

Como a mis antepasados

En el vientre oscuro y fresco

De una vasija de barro.

.

2 comments.

  1. Gracias, muchas gracias, dice el maestro. Pues nuestro agradecimiento no puede hallar límites. ¡No te mueras nunca!, le gritó alguien en un recital en Buenos Aires. Entonces el maestro contó que lo mismo había escuchado en otro recital, años antes: “Pedí que con el foco buscaran al gritador: era el negro Armada, ¡yo le debía diez mil pesos!”. Atahualpa vive y vivirá hasta el fin de los días de la Humanidad, por lo menos en los espíritus dotados de humanidad. ¡Quién pudiera estar, en vida, y a ratos, en un vientre oscuro y fresco!

  2. ¡Cómo aprenderíamos a vivir después de muertos dentro de un vientre oscuro y fresco! ¡Qué homenaje a muertos y vivos supone este gran poema! ¡Viva Atahualpa por siempre!

    L.

Post a comment.