SOBRE EL NUEVA YORK DE BUDAPEST (fragmento) («LA VIDA ES VIAJE -PÁGINAS DE UN DIARIO HÚNGARO-» de Olga Duarte Piña y Lauro Gandul Verdún, 2001)

 

El Nueva York de Budapest (2000)

Fachada del café Nueva York de Budapest
Foto Lauro Gandul
 2000

 

Llegamos al Nueva York de Budapest, un café donde escritores y artistas soñaron Hungría. Cuentan que cuando acabó la fiesta de su inauguración, un día de 1894, sus dueños, orgullosos del esplendor alcanzado entre sus muros, esa noche, resolvieron escaparse al Danubio y tirar a sus aguas las llaves del Nueva York, para que nunca pudieran cerrarse sus puertas. Allí estamos mientras un pianista toca viejas melodías, muy conocidas pero no poco bellas, a requerimiento de los distintos grupos de clientes sentados a las mesas. No vemos ningún bohemio, de esos divinos de antes que se ensimismaban en soledad sobre la tapa de mármol. Ningún poeta se ocupa de una metáfora. En las mesas no hay intelectuales, ni políticos, ni hombres ilustres, encendidos en alguna apasionada tertulia, debatiendo sobre cuestiones fundamentales, aunque las lámparas modernistas que cuelgan de su artesonado, los ricos estucos de sus paredes, los románticos frescos y los espejos de gastada luna sigan decorando fastuosamente el café. Evocamos aquellos intensos protagonistas de la construcción espiritual del país y sentimos que, aunque de allí ya se han marchado, parece que escuchamos las voces que aún flotan en la atmósfera del Nueva York.

One comment.

  1. Muy interesante vivencia y comentario. Mi visita a Hungría fue mucho más de agencia de viaje, a pesar de mi marido y su esposa.
    Cordiales saludos, amigos.

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